Asma
¿Cuáles son los síntomas del asma? Todo sobre sus causas, sus complicaciones y los tratamientos más eficaces.
Síntomas y causas
El asma es una inflamación crónica de los bronquios que provoca episodios de falta de aire (disnea), dificultad para respirar, tos y sibilancias (pitos en la respiración). En ocasiones, los enfermos refieren sensación de opresión en el pecho. Los pacientes con asma bronquial sufren una obstrucción reversible de las vías respiratorias que se manifiesta de forma ocasional. Los tratamientos están enfocados a evitar que esta obstrucción se vuelva permanente.
Algunas personas simplemente notan ciertas molestias al respirar, mientras que, para otras, la enfermedad supone un impedimento para el desarrollo de sus actividades diarias.
Dependiendo de su gravedad, se puede hablar de tres tipos de asma:
- Asma leve: los síntomas se manifiestan más de dos días a la semana, pero no todos los días. Los ataques nocturnos se limitan a tres o cuatro al mes.
- Asma moderada: se presentan síntomas todos los días e interfieren en la actividad cotidiana. Además, aparecen por las noches al menos una vez a la semana.
- Asma grave: los ataques suponen una seria limitación para las actividades diarias y se presentan todos los días, incluso por la noche.
Síntomas
Los síntomas del asma pueden variar o manifestarse de forma más o menos severa dependiendo de cada persona y del tipo de enfermedad. Los principales signos de esta patología se presentan en forma de ataques que surgen de repente y tienen una duración de unos minutos o de varios días. Los síntomas más significativos son:
- Falta de aire o disnea.
- Tos seca persistente.
- Sibilancias al expulsar el aire.
- Dolor y opresión en el pecho.
- Problemas para dormir.
Causas
El asma bronquial puede tener causas muy diferentes. Teniendo en cuenta su origen, se habla de cinco clases:
- Asma alérgica o extrínseca: está causada por la exposición a determinados alérgenos como el polen, los ácaros o el humo del tabaco.
- Asma no alérgica o intrínseca: se produce sin necesidad de la intervención de un alérgeno. Su desarrollo se debe a factores genéticos y ambientales.
- Asma estacional: solamente aparece en algunas épocas del año, habitualmente, junto con el asma alérgica.
- Asma ocupacional: se manifiesta principalmente en el lugar de trabajo y suele estar ligada a la exposición a alguna sustancia concreta.
- Asma inducida por el ejercicio: los síntomas aparecen durante o después de la práctica deportiva.
Factores de riesgo
A pesar de que el asma suele debutar en la infancia, normalmente debido a una reacción alérgica, esta enfermedad afecta a todo tipo de personas. Algunos de los factores que pueden aumentar las posibilidades de desarrollarla son:
- Antecedentes familiares.
- Exposición al tabaco en edades tempranas.
- Ser fumador.
- Tener sinusitis y pólipos nasales.
- Trabajar con determinados elementos como resinas plásticas, metales, sustancias químicas o polvo de madera.
Complicaciones
Una de las principales complicaciones del asma es la imposibilidad de llevar una vida normal. Especialmente, cuando interfiere en el sueño y en las actividades laborales. Cuando los bronquios se estrechan demasiado, la calidad de la respiración se deteriora.
Prevención
Actualmente no existe una forma de prevenir el asma. No obstante, se pueden adoptar algunas costumbres para reducir los síntomas y conseguir que los ataques duren menos tiempo. Por ejemplo:
- Evitar las causas que los desencadenan, siempre que sea posible.
- Aprender a controlar la respiración.
- Vacunarse frente a la gripe y la neumonía.
- Seguir las pautas de medicación prescritas por el médico.
¿Qué médico trata el asma?
El asma se diagnostica y trata por los especialistas en Neumología, Pediatría y sus Áreas Específicas y Medicina Familiar y Comunitaria. Dependiendo de la etiología de la enfermedad y de la persona que la sufra, intervienen también los especialistas en Alergología.
Diagnóstico
Para diagnosticar el asma, se analizan los síntomas referidos por el paciente y se estudian tanto la historia clínica como los antecedentes familiares. Una vez finalizada la primera fase, se procede a realizar pruebas que confirmen la enfermedad. Entre las más utilizadas se encuentran:
- Exploración física, especialmente otorrinolaringológica, y auscultación de los pulmones.
- Espirometría para comprobar la capacidad pulmonar.
- Prueba de provocación para observar la reacción de los bronquios cuando se inhala metacolina, un desencadenante del asma.
- Radiografía de tóraxRadiografía de tóraxRadiografía : permite detectar anomalías estructurales en los pulmones o en las vías respiratorias.
Tratamiento
Una de las mejores formas de reducir los síntomas del asma es tratar la inflamación de los bronquios. Cuando la hinchazón disminuye, la respiración se vuelve mucho más sencilla. Los medicamentos antiinflamatorios más eficaces en este sentido son los corticoides, que aumentan su potencia cuando se administran con un inhalador.
Otro de los medicamentos principales en el tratamiento del asma son los broncodilatadores, dependiendo de su efecto de acción son de acción corta (efecto inmediato) o de acción prolongada.
Cuando se trata de asma alérgica, los pacientes responden muy positivamente a los tratamientos con antihistamínicos.