Discopatía degenerativa
Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces para la degeneración de los discos que se encuentran entre las vértebras.
Síntomas y causas
La discopatía degenerativa es una de las afecciones más comunes de la columna por la que los discos intervertebrales se desgastan progresivamente. Como consecuencia, la amortiguación entre las vértebras se reduce y los huesos sufren más con cada impacto. Se trata de una condición que produce un dolor intenso que puede llegar a ser incapacitante.
Se habla de tres tipos de discopatía degenerativa en función de la zona en la que se produzca:
- Discopatía cervical: se dañan las vértebras del cuello, principalmente la C5, C6 y C7.
- Discopatía dorsal: es la menos frecuente. Se da en la columna torácica, especialmente en los segmentos T10-T11 y T11-T12.
- Discopatía lumbar: afecta a la parte inferior de la columna, con mayor frecuencia a las vértebras L4, L5 y S1.
El pronóstico de la discopatía degenerativa es variable, ya que intervienen factores muy diversos en su evolución. Aunque no se puede revertir, los tratamientos contribuyen a frenar su avance y a calmar los síntomas para mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Síntomas
Los síntomas más característicos de la discopatía degenerativa son:
- Dolor: puede ser sordo y constante o agudo y punzante. Suele irradiarse a otras zonas que varían dependiendo del tipo de afección:
- Discopatía cervical: cuello, omóplatos, brazos.
- Discopatía dorsal: zona alta de la espalda, costados, pecho.
- Discopatía lumbar: parte baja de la espalda, glúteos, piernas.
- Inflamación.
- Rigidez muscular.
- Debilidad de las extremidades.
- Entumecimiento de los brazos o las piernas.
- Sensación de hormigueo.
- Falta de destreza en las manos.
- Dificultad para caminar.
Causas
La discopatía degenerativa puede darse por alguna de las siguientes causas:
- Envejecimiento natural: los discos intervertebrales se deshidratan, por lo que pierden flexibilidad y capacidad de amortiguación.
- Traumatismos en la columna.
- Lesiones vertebrales.
- Malformaciones congénitas: espalda curvada, vértebras fusionadas.
Factores de riesgo
El riesgo de padecer discopatía degenerativa aumenta en los siguientes casos:
- Edad: es más frecuente en mayores de 50 años.
- Obesidad o sobrepeso: los discos soportan mayor presión de la habitual.
- Tabaquismo: los tejidos se dañan porque reciben menos oxígeno del necesario.
- Deportes o profesiones que requieran levantar peso o hacer movimientos repetitivos con la espalda.
- Sedentarismo: los músculos de la espalda se debilitan y aumenta el riesgo de sufrir lesiones.
- Predisposición genética.
Complicaciones
Las complicaciones más frecuentes de la discopatía degenerativa son:
- Hernia discal: parte del disco intervertebral se desplaza y ejerce presión sobre un nervio o la médula espinal.
- Estenosis espinal: el espacio interior de la columna vertebral por el que pasa la médula (canal espinal) es demasiado estrecho.
- Artrosis: degeneración de las articulaciones vertebrales.
- Inestabilidad de la columna: el daño en los discos y las vértebras produce hipermovilidad en algunas articulaciones.
Prevención
No siempre es posible prevenir la discopatía degenerativa. Aun así, adoptar un estilo de vida saludable reduce el riesgo de padecerla:
- Llevar una alimentación equilibrada.
- Mantener el peso adecuado.
- Fortalecer los músculos del tronco.
- No fumar.
- Adquirir una postura adecuada al sentarse o levantar peso.
¿Qué médico trata la discopatía degenerativa?
La discopatía degenerativa es una afección que se diagnostica y trata en la especialidad de traumatología y cirugía ortopédica. En algunas ocasiones, intervienen en el proceso los especialistas en neurocirugía.
Diagnóstico
El diagnóstico de la discopatía degenerativa incluye diversos procedimientos:
- Anamnesis: estudio de los antecedentes médicos y familiares del paciente, así como su estilo de vida y los síntomas que manifiesta.
- Examen físico: se observa el estado de la columna y se valora la fuerza muscular, la flexibilidad, la sensibilidad, los reflejos y el rango de movimiento de la columna.
- Radiografías: permiten ver el desgaste de los discos intervertebrales.
- Resonancia magnética o tomografía computarizada (TC): ofrecen imágenes detalladas de las vértebras, los discos y las estructuras que los rodean para evaluar los daños.
Las pruebas de imagen permiten estadificar el grado de degeneración causada por la discopatía:
- Discopatía leve: el daño es mínimo, por lo que el dolor no interfiere en las actividades cotidianas.
- Discopatía moderada: los discos muestran algunos signos de deshidratación y una ligera pérdida de altura. Suele presentar rigidez y dolor de mayor intensidad que requiere hacer algunos cambios en el estilo de vida.
- Discopatía avanzada: la degeneración del disco es evidente, con una disminución considerable de altura. El dolor se irradia a otras zonas e interfiere en la calidad de vida.
- Discopatía severa: además de un daño grave en el disco, se presentan cambios en los huesos. Los síntomas son graves y, en muchos casos, incapacitantes.
Tratamiento
El tratamiento de la discopatía degenerativa se adapta al grado en el que se encuentra la enfermedad, la intensidad de los síntomas y las necesidades del paciente:
- Medicación: el tratamiento farmacológico consiste en la administración de analgésicos o antiinflamatorios para calmar el dolor y la inflamación moderados.
- Inyecciones de corticoides: sirven para reducir la hinchazón y el dolor intenso, aunque tienen un efecto temporal.
- Rizólisis: bloqueo de la función de los nervios y evitar que se transmitan las señales de dolor.
- Fisioterapia: ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para aumentar el soporte de la columna.
- Terapia ocupacional: se ayuda a los pacientes a adaptar su rutina para controlar los síntomas y mejorar su calidad de vida.
- Cirugía: se recurre a una intervención quirúrgica en casos graves o persistentes.
- Disectomía: se extirpa el disco completo o la parte que presiona el nervio o la médula.
- Fusión espinal: se unen dos o tres vértebras. Aunque el dolor remite y se gana estabilidad, se pierde parte de la movilidad.
- Artroplastia de disco: se sustituye el disco dañado por uno artificial.






































































































