Dolor neuropático

¿Por qué se produce el dolor neuropático? Toda la información sobre las causas, los síntomas y el tratamiento de este tipo de dolor.

Síntomas y causas

El dolor neuropático es un trastorno neurológico que se define como el dolor originado por una lesión o enfermedad que acarrea una alteración de los mecanismos de control y modulación del sistema somatosensorial, esto es, de la parte del sistema nervioso encargada de procesar la información sobre el dolor, la temperatura, el tacto y la postura corporal. Esa alteración genera una respuesta anormal a los estímulos dolorosos, térmicos y táctiles.

Atendiendo a la parte del sistema nervioso afectada, se distinguen dos tipos de dolor neuropático:

  • Dolor neuropático central: la lesión afecta al sistema nervioso central (el cerebro y la médula espinal).
  • Dolor neuropático periférico: es el más frecuente. Afecta al sistema nervioso periférico (nervios periféricos y ganglios nerviosos).

Según la distribución del dolor, los tipos son:

  • Dolor neuropático localizado: existe un área de máximo dolor bien delimitada y consistente.
  • Dolor neuropático difuso: no tiene una localización específica, sino que se irradia.

Síntomas

Los síntomas del dolor neuropático se clasifican en dos grupos, positivos y negativos:

  • Síntomas positivos: indican respuestas neurosensoriales anormales.
    • Dolor espontáneo muy agudo, persistente, punzante o ardiente.
    • Disestesia: percepción táctil anormal y desagradable. Puede presentarse como dolor.
    • Parestesia: sensación anormal, pero no necesariamente desagradable (hormigueo, entumecimiento).
    • Alodinia: respuesta dolorosa ante un estímulo no doloroso.
    • Hiperalgesia: respuesta exagerada a un estímulo doloroso.
    • Hiperpatía: reacción dolorosa anormal y creciente en intensidad ante estímulos repetitivos.
    • Dolor en una zona anestesiada.
    • Presencia de áreas hipersensibles.
    • Contracciones musculares o temblores involuntarios.
    • Exceso de sudoración.
  • Síntomas negativos: indican un déficit sensorial.
    • Hipoestesia: sensibilidad disminuida a estímulos táctiles y térmicos.
    • Hipalgesia: menor sensibilidad ante estímulos normalmente dolorosos.
    • Anestesia: falta total de sensibilidad.
    • Analgesia: ausencia de dolor ante estímulos dolorosos.
    • Disminución o ausencia de sudoración.
    • Pérdida total o parcial de la motricidad de uno o más músculos.

Causas

Entre las lesiones o enfermedades que pueden dañar el sistema nervioso y causar dolor neuropático se encuentran las siguientes:

  • Causas del dolor neuropático central:
    • Accidentes cerebrovasculares.
    • Enfermedades desmilienizantes, como la esclerosis múltiple.
    • Enfermedades neurodegenerativas, como el Parkinson.
    • Quiste o tumor en la médula espinal.
    • Mielitis: inflamación de la médula espinal.
    • Lesión o traumatismo medular.
  • Causas del dolor neuropático periférico:
    • Radiculopatía: presión sobre las raíces nerviosas (pinzamiento).
    • Infecciones, como el VIH o el herpes-zóster.
    • Transtornos metabólicos o autoinmunes, como la diabetes mellitus, la artritis reumatoide o el lupus.
    • Procesos quirúrgicos que lesionan el sistema nervioso.
    • Traumatismos en los nervios periféricos, como ocurre con la neuralgia del trigémino o el síndrome de dolor regional complejo.
    • Cáncer y tratamientos de quimioterapia.
    • Exposición a sustancias tóxicas, como químicos industriales o metales pesados.
    • Desequilibrios nutritivos y deficiencia de vitaminas del tipo B y E.
    • Alcoholismo.

Factores de riesgo

La probabilidad de padecer dolor neuropático aumenta con estos factores:

  • Presencia de las enfermedades o trastornos antes mencionados.
  • Abuso del alcohol.
  • Dieta deficitaria en nutrientes y vitaminas.
  • Cirugías previas.
  • Manejo habitual de sustancias tóxicas.

Complicaciones

El dolor neuropático, especialmente si es crónico, puede tener un gran impacto en la calidad de vida del paciente y provocar:

  • Trastornos del sueño.
  • Aumento de los niveles de ansiedad y depresión.
  • Restringir las actividades diarias llegando a ser incapacitante.
  • Aumentar el riesgo de sufrir heridas, quemaduras o lesiones graves por la falta de sensibilidad.

Prevención

Los siguientes consejos ayudan a prevenir el dolor neuropático o a disminuir su intensidad:

  • Llevar una dieta sana rica en vegetales, cereales integrales y proteína magra.
  • Cuidar la higiene postural.
  • Hacer ejercicio regularmente para fortalecer la musculatura.
  • Reducir el consumo de alcohol.
  • Evitar la exposición a sustancias químicas.

¿Qué médico trata el dolor neuropático?

El dolor neuropático es diagnosticado y tratado por los especialistas en neurología, anestesiología y reanimación y la unidad del dolor.

Diagnóstico

A pesar de la importancia de un diagnóstico precoz, el dolor neuropático es una condición frecuentemente infradiagnosticada, especialmente cuando no se conoce la existencia de una afección subyacente que lo cause. Por tanto, es extremadamente importante estudiar exhaustivamente los síntomas referidos por el paciente y su historial clínico completo. Posteriormente, se pueden realizar diferentes pruebas, tanto para confirmar el dolor neuropático como para determinar su origen:

  • Examen neurológico-sensorial: para confirmar o descartar deficiencias motoras, sensoriales o autonómicas. Se comprueban la fuerza muscular, la coordinación, la fluidez de movimientos y los reflejos, así como la respuesta a estímulos táctiles, térmicos, de vibración o de presión.
  • Electromiografía y estudio de conducción nerviosa: mediante electrodos adheridos a la piel o introducidos en el músculo, se mide la actividad eléctrica y la velocidad e intensidad de las señales nerviosas. Permite identificar lesiones nerviosas.
  • Pruebas de diagnóstico por imagen, como tomografía computarizada o resonancia magnética, para localizar anomalías que afectan al sistema nervioso, como radiculopatías, hernias o tumores.
  • Análisis de sangre, para buscar anomalías metabólicas o marcadores de infección o inflamación.
  • Biopsia cutánea y de nervio: en caso de que las pruebas anteriores no sean concluyentes, se puede analizar una muestra de tejido cutáneo o nervioso.

Tratamiento

El tratamiento del dolor neuropático tiene como objetivo aliviar o reducir el dolor y tratar la causa subyacente. Existen diversas posibilidades:

  • Tratamiento farmacológico: administración de medicamentos de acción inhibidora, analgésica y ansiolítica, como anestésicos, antidepresivos, neuromoduladores, antiepilépticos, cannabinoides u opioides.
  • Terapias del dolor:
    • Radiofrecuencia: se aplican pulsos de ondas de radio a los nervios que transmiten el dolor.
    • Bloqueos radiculares nerviosos selectivos: en caso de radiculopatías, se bloquean las señales del nervio que provoca el dolor mediante la inyección de un anestésico local en la raíz nerviosa.
    • Ozonoterapia: consiste en la infiltración de ozono en la zona afectada para aliviar la inflamación y el dolor.
    • Iontoforesis transcutánea: en caso de dolor neuropático localizado, se administra medicación ionizada a través de la piel utilizando corriente de baja intensidad.
    • Terapia Scrambler: se aplican impulsos eléctricos a través de electrodos con el objetivo de sustituir las señales de dolor enviadas al cerebro por señales de las áreas sin dolor.
  • Procedimientos quirúrgicos:
    • Estimulación medular: consiste en la implantación de un dispositivo que registra la señal eléctrica del dolor y emite una señal analgésica adaptada.
    • Infusión intratecal: se implanta un dispositivo que administra cantidades concentradas de fármacos en la zona medular. Se recomienda cuando se trata de un color crónico que no responde a otros tratamientos.
    • Cirugía ablativa o destructiva: se elimina una parte del tejido nervioso para interrumpir las señales del dolor.
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