Epistaxis

¿Por qué sangra la nariz? Todo sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para la epistaxis.

Síntomas y causas

La epistaxis es un sangrado nasal, una hemorragia de los vasos sanguíneos que irrigan las fosas nasales, que suele ser habitual entre los niños y los adultos de edad avanzada. Se trata de una afección que provoca molestias y puede alarmar en algunos momentos pero que, en la mayoría de los casos, no reviste gravedad.

La hemorragia nasal puede tener su origen en distintas partes de la nariz, por lo que se habla de dos tipos diferentes de epistaxis:

  • Epistaxis anterior: el sangrado se produce en la parte delantera de la mucosa que recubre el tabique nasal.
  • Epistaxis posterior: es poco habitual. Se origina en la parte posterior del tabique y la sangre se dirige hacia la faringe, por lo que el paciente la traga, al ser una zona de difícil acceso, este sangrado puede ser más difícil de controlar.

A pesar de tratarse una patología menor que suele presentarse de forma puntual, es necesario acudir al especialista si se produce reiteradamente o si el sangrado persiste después de 15 o 20 minutos.

Síntomas

El síntoma principal de la epistaxis es la hemorragia nasal, que puede provocar otros signos, en función de la cantidad y duración del sangrado, como:

  • Mareos.
  • Vómitos.
  • Sudoración.
  • Taquicardia.
  • Hipotensión.

Causas

Las principales causas de la epistaxis son:

  • Sequedad de la mucosa nasal.
  • Traumatismos nasales.
  • Inflamación de la mucosa debido a procesos infecciosos.
  • Desviación del tabique nasal.
  • Cuerpos extraños en el interior de la nariz.

Factores de riesgo

Algunos de los factores que aumentan el riesgo de sufrir hemorragias nasales son:

  • Edad: los niños tienen más posibilidades de sufrir golpes, de ocasionarse heridas en la mucosa al hurgarse la nariz o de introducir objetos a través del orificio nasal.
  • Enfermedades sanguíneas: por ejemplo, la hemofilia o las coagulopatías debido a que los tratamientos anticoagulantes facilitan el sangrado.
  • Hipertensión arterial.
  • Cambios hormonales: la pubertad o los embarazos aumentan la vascularización nasal.
  • Rinitis y sinusitis crónicas.
  • Uso de medicamentos tópicos.
  • Vivir en ambientes secos.
  • Inhalación de drogas o sustancias tóxicas.

Complicaciones

La epistaxis no suele conllevar complicaciones graves, aunque puede producir taponamiento o necrosis de la mucosa nasal. Si el sangrado es muy abundante y dura mucho tiempo, se considera una urgencia ya que puede poner en peligro la vida del paciente.

Prevención

Aunque en la mayoría de los casos no se puede prevenir la hemorragia nasal, los especialistas aconsejan:

  • No introducir objetos en la fosa nasal.
  • Evitar la manipulación digital.
  • Limitar el uso de los medicamentos tópicos.
  • Protegerse frente a los golpes.
  • Mantener la hidratación.

¿Qué médico trata la epistaxis?

El sangrado nasal puede ser tratado por especialistas en Otorrinolaringología, así como por profesionales de Pediatría y sus Áreas Específicas, Medicina Familiar y Comunitaria o Urgencias, según la causa y la intensidad del episodio.

Diagnóstico

Para diagnosticar la epistaxis basta con observar el sangrado nasal. De todos modos, en los casos más severos, los especialistas llevan a cabo algunas pruebas para determinar el origen de la hemorragia:

  • Rinoscopia anterior: examen visual de la parte delantera de la cavidad nasal con ayuda de un espéculo o de un rinoscopio y una fuente de luz.
  • Endoscopia nasal: se introduce un tubo flexible con una cámara en el extremo a través de la nariz para observar el interior.

La anamnesis es fundamental para determinar la gravedad de la situación, ya que los trastornos hemorrágicos, el uso de anticoagulantes o los episodios recurrentes pueden requerir un abordaje diferente.

Tratamiento

Cuando se trata de un sangrado puntual, la epistaxis se puede tratar en casa por el propio paciente siguiendo estos pasos:

  • Sentarse erguido con la cabeza ligeramente inclinada hacia adelante.
  • Comprimir con un pañuelo o una compresa de algodón la fosa nasal durante unos 10 o 15 minutos.

Durante el proceso, se debe evitar introducir el algodón dentro de la nariz, así como sonarse o agachar la cabeza.

Si después de 15 o 20 minutos la hemorragia no cesa, hay que acudir al médico. En estos casos más graves, los especialistas recurren a tratamientos como:

  • Cauterización nasal: se utiliza una sustancia química o la corriente eléctrica para sellar el punto de sangrado.
  • Ligadura de la arteria esfenopalatina: se cierra el origen de la hemorragia mediante endoscopia.
  • Taponamiento nasal: anterior o posterior según la localización.
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