Rinoscopia
La rinoscopia es un procedimiento mediante el cual se explora de forma directa el interior de las fosas nasales. El examen permite visualizar tanto la parte anterior como la posterior, introduciendo respectivamente un espéculo nasal por la nariz o un espejo laríngeo por la boca.

Descripción General
La rinoscopia es una exploración visual del interior de las fosas nasales. En función de la zona concreta que se examine y de la técnica para hacerlo, existen dos tipos de rinoscopia:
- Rinoscopia anterior: se examina la porción anterior de la fosa nasal, donde se incluye la membrana mucosa, el vestíbulo nasal, el cornete inferior y parte del medio, el techo de las fosas nasales y las coanas. Se utiliza un espéculo nasal, un espejo y una fuente de luz.
- Rinoscopia posterior: se visualiza la porción posterior de las fosas nasales, formada por la cola del cornete inferior, el cornete medio, el cornete superior y el vómer. Se realiza con un espejo laríngeo y una fuente de luz.
¿Cuándo está indicada?
La rinoscopia suele indicarse cuando el paciente presenta síntomas compatibles con una afección nasal, como sangrado nasal, ronquidos, obstrucción nasal, secreción nasal o dolor en la zona de los senos paranasales (frente, pómulos o cara interna de los ojos).
La rinoscopia, por tanto, permite identificar las causas de dicha sintomatología y detectar diferentes condiciones en las fosas nasales, entre ellas:
- Rinitis: inflamación de la membrana mucosa.
- Sinusitis: inflamación de los senos paranasales.
- Hipertrofia de cornetes: aumento del volumen de los cornetes nasales inferiores.
- Hipertrofia de adenoides: aumento del tamaño de los adenoides (vegetaciones).
- Pólipos.
- Quistes o tumores.
- Desvíación del tabique nasal.
- Presencia de cuerpos extraños.
¿Cómo se realiza?
Para la rinoscopia anterior se utiliza un espéculo nasal, un dispositivo en forma de pinza o tijera, cuyo cabezal está formado por dos valvas que se expanden. El médico se coloca un espejo sobre la frente y se coloca frente al paciente, de modo que el espejo quede a la altura de la nariz de este. Sobre el espejo se refleja la fuente de luz, que se ubica frente al médico y a la altura de los ojos del paciente. Después de dirigir la luz a los orificios nasales, se introduce el espéculo, abriéndolo poco a poco para separar el ala nasal y poder hacer la inspección visual. El procedimiento se repite en ambas fosas.
En una rinoscopia posterior, la exploración se efectúa por vía oral, por lo que el espejo del médico queda a la altura de la boca de la paciente y la luz reflejada se dirige a la orofaringe. Se utiliza un espejo laríngeo, un pequeño espejo de diámetro variable que incorpora un fino mango o tallo metálico. Mientras se sujeta la lengua del paciente con un depresor lingual (un instrumento de plástico o madera similar a una espátula), se introduce el espejo laríngeo por debajo del velo del paladar, sin tocar las paredes laterales ni la pared posterior. El espejo se mueve en varias direcciones para poder observar toda la zona posterior. Antes de introducir el espejo, es necesario calentarlo para evitar que se empañe durante la exploración.
Riesgos
La rinoscopia tiene un pequeño riesgo de provocar un ligero sangrado nasal o una irritación leve de la orofaringe (garganta).
Qué esperar de una rinoscopia
Antes de comenzar la rinoscopia, el médico realiza una exploración visual y táctil de la parte externa de la nariz, evaluando su morfología y buscando posibles puntos de dolor, deformidades o lesiones.
Para la rinoscopia anterior, el paciente se coloca sentado, con la cabeza recta y la boca cerrada. Debe respirar por la nariz. Durante el procedimiento, el médico le inclina la cabeza hacia atrás para poder observar mejor la parte superior del interior de la fosa nasal. Si la mucosa está inflamada, se aplica de forma tópica un vasoconstrictor nasal (un descongestionante). La exploración puede resultar incómoda, pero no es un procedimiento doloroso.
Durante la rinoscopia posterior, el paciente se encuentra sentado, con la cabeza ligeramente inclinada hacia delante y la boca abierta. Es posible que, debido al depresor lingual o al espejo laríngeo, el paciente sienta náuseas o arcadas. Si este es el caso, se aplica un anestésico tópico en la orofaringe y en la lengua para evitarlas.
Ambas exploraciones son procedimientos ambulatorios con una duración de entre 5 y 10 minutos. Una vez finalizados, el paciente puede irse con total normalidad.
Especialidades en las que se solicita la rinoscopia
La rinoscopia se solicita en la especialidad de otorrinolaringología.
Cómo prepararse
Una rinoscopia no requiere una preparación especial, aunque sí puede ser recomendable limpiar las fosas nasales con solución salina para facilitar la exploración.