Esguince cervical

¿Cómo se produce un latigazo cervical? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta lesión.

Síntomas y causas

Un esguince cervical, también denominado latigazo o hiperextensión cervical, es un desgarro en los ligamentos de las vértebras cervicales producido por un movimiento de flexión y extensión del cuello brusco y excesivo. Se suele producir sucesivamente un esguince cervical en la fase de flexión y una lesión o sobrecarga en la faceta articular (articulaciones) de la columna cervical durante la fase de extensión.

Se distinguen tres tipos o grados de esguince cervical en función de su gravedad:

  • Esguince cervical tipo 1: esguince leve que se produce por el estiramiento suave de los tejidos blandos y óseos del cuello, sin dañar la integridad de la estructura de la articulación.
  • Esguince cervical tipo 2: estiramiento moderado de los tejidos, que se rompen parcialmente pero no llegan a separarse.
  • Esguince cervical tipo 3: estiramiento severo de los tejidos que provoca su rotura y separación. Es el tipo más grave y su recuperación puede alargarse varios meses e incluso dejar secuelas.

Síntomas

Los síntomas del latigazo cervical aparecen generalmente unas horas o días después de producirse el incidente y varían en función de la gravedad del esguince. Los más habituales son:

  • Dolor en el cuello que empeora con el movimiento.
  • Contractura muscular.
  • Rigidez y pérdida de amplitud del movimiento del cuello.
  • Dolor de cabeza que suele empezar en la base del cráneo.
  • Dolor o sensibilidad en la espalda, los hombros y los brazos.
  • Hormigueo o entumecimiento en los brazos.
  • Fatiga.
  • Mareos o vértigos.
  • Puede aparecer visión borrosa o zumbido en los oídos.

Causas

El esguince cervical se debe a un impacto trasero brusco y fuerte. El mecanismo de la lesión tiene tres fases:

  • El impacto trasero desplaza el tronco hacia adelante en relación al cuello y la cabeza.
  • La inercia provoca el movimiento del cuello hacia atrás, dando lugar a la hiperextensión del mismo.
  • Al finalizar el desplazamiento, también por la inercia, el cuello realiza una hiperflexión hacia adelante.

Esta lesión suele ser consecuencia de un accidente automovilístico debido a una colisión fuerte por detrás. Asimismo, es frecuente en deportes de contacto, como el rugby o el fútbol, por caídas o golpes directos. También puede deberse a una agresión física.

Factores de riesgo

Las probabilidades de sufrir un esguince cervical aumenta en los siguientes supuestos:

  • Edad: es más frecuente en adolescentes y personas jóvenes.
  • Sexo: es más habitual en mujeres.
  • Antecedentes de dolor o lesión cervical.
  • Conducción a alta velocidad.

Complicaciones

Por lo general, un esguince cervical no presenta complicaciones, aunque en algunos casos la lesión no se recupera completamente y el dolor y la rigidez perduran durante meses o años. Además, el impacto causante del esguince puede tener consecuencias de gravedad:

  • Contusión cerebral: si se produce un golpe en la cabeza durante el accidente, las funciones cerebrales pueden verse afectadas. Se manifiestan síntomas como dolor de cabeza, confusión, pérdida del conocimiento, dificultad de concentración o alteraciones en la memoria y en la conducta.
  • Hernia discal cervical: el impacto puede provocar el desplazamiento de un disco intervertebral y su compresión sobre la médula espinal o sobre una raíz nerviosa. Esta condición puede causar alteraciones motoras o sensitivas permanentes, llegando incluso a cuadros tetrapléjicos o parapléjicos si la lesión medular es grave.

Prevención

Para prevenir un esguince cervical o tratar de minimizar los daños, se pueden tomar las siguientes medidas:

  • Conducir con precaución, vigilando frecuentemente por el retrovisor.
  • Empleo de cinturones de seguridad en el vehículo.
  • Ajustar correctamente el reposacabezas del vehículo: en línea con la parte superior de la cabeza, con la parte central a la altura de las orejas.
  • Ajustar correctamente el respaldo del asiento: en posición totalmente vertical y con la espalda completamente apoyada.
  • Tensar el cuerpo antes de un posible choque.
  • Uso de equipos de protección al practicar deportes de contacto.

¿Qué médico trata el esguince cervical?

El esguince cervical se diagnostica y se trata en la consulta de traumatología y cirugía ortopédica y/o en la consulta del médico rehabilitador y en la unidad de tráficos.

Diagnóstico

Para el diagnóstico de un esguince cervical se realizan las siguientes pruebas:

  • Exploración física: se comprueba la alineación y simetría del cuello y se evalúan la amplitud de movimientos, la fuerza muscular, los reflejos y la sensibilidad, tanto en el cuello como en los hombros y la espalda. También se comprueba la presencia de síntomas en las extremidades.
  • Radiografía: las imágenes por rayos X permiten visualizar alteraciones en la curvatura cervical normal o lesiones óseas.
  • Resonancia magnética: esta prueba muestra imágenes muy detalladas de los tejidos blandos de la columna, por lo que se pueden visualizar lesiones asociadas en los discos intervertebrales, los ligamentos o la médula espinal.

Tratamiento

El tiempo de recuperación del esguince cervical suele oscilar entre unas semanas y tres meses, en función del grado de la lesión. Las opciones de tratamiento son las siguientes:

  • Reposo, para evitar sobreesfuerzos y relajar la musculatura de la zona. No debe alargarse más de dos días, ya que la falta de movimiento prolongado puede retrasar la recuperación.
  • Aplicar frío durante las primeras horas ayuda a reducir la inflamación y el dolor. Después, es preferible aplicar calor para relajar la musculatura.
  • Tratamiento farmacológico, para disminuir la inflamación y el dolor.
    • Antiinflamatorios no esteroideos.
    • Relajantes musculares.
    • Inyecciones anestésicas, en caso de dolores muy intensos.
  • Fisioterapia: consiste en aplicar técnicas de masaje movilizador para eliminar las posibles contracturas y hacer ejercicios de estiramiento y fortalecimiento para recuperar el movimiento normal.
  • Estimulación nerviosa transcutánea: se estimulan las fibras nerviosas mediante la aplicación de corrientes eléctricas suaves para aliviar el dolor y aumentar la fuerza muscular.
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