Gingivitis

¿A qué se debe la inflamación de las encías? Toda la información sobre la gingivitis: causas, síntomas y tratamientos.

Síntomas y causas

La gingivitis es una enfermedad periodontal leve, aunque muy frecuente, que causa inflamación, irritación y enrojecimiento de las encías alrededor de la base de los dientes, debido principalmente a la acumulación de placa bacteriana. En sus primeros estadios no es dolorosa, y tiene solución, pero si no se trata correctamente, puede cronificarse y derivar en patologías bucodentales graves.

Atendiendo a los efectos que produce, se pueden distinguir varios tipos de gingivitis:

  • Gingivitis aguda: inflamación de inicio repentino y duración relativamente breve. Es la forma más común.
  • Gingivitis hemorrágica: se produce un sangrado anormal, excesivo y constante, debido a la inflamación crónica.
  • Gingivitis descamativa: la capa superficial de las encías se separa del tejido subyacente, dejando las terminaciones nerviosas al descubierto. Además, aparece en la encía un color rojo brillante con placas opacas grisáceas. Provoca dolor y alta sensibilidad dental.
  • Gingivitis ulcerosa necrosante aguda (GUNA): aparecen úlceras en el tejido papilar y en el borde de las encías y necrosis entre los dientes. Es muy dolorosa.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la gingivitis son los siguientes:

  • Encías inflamadas e irritadas.
  • Encías de color rojo brillante o violáceo (cuando están sanas suelen ser de color rosa).
  • Sangrado al cepillarse los dientes o utilizar seda dental.
  • Halitosis: mal aliento.
  • Encías retraídas.
  • Sensibilidad en la zona.

Causas

La causa principal de la gingivitis es la acumulación de placa bacteriana (película que se forma por la combinación de los azúcares y los almidones de los alimentos con las bacterias bucales) en los dientes debido a una higiene dental deficiente, ya que, aunque se adhiere a los dientes, la lengua y las encías, se elimina fácilmente con el cepillado diario. Cuando la limpieza no es adecuada, se multiplica y se convierte en un depósito duro, llamado sarro o cálculo, que queda atrapado en la base del diente, acumulando bacterias y causando irritación o inflamación en la encía.

En algunas ocasiones, la gingivitis puede aparecer o agravarse por otros factores, como:

  • Deficiencias vitamínicas.
  • Algunos medicamentos como la fenitoína y los bloqueantes de calcio.
  • Cambios hormonales.
  • Restauraciones dentales u ortodoncias contaminadas o mal colocadas.
  • Dientes mal alineados.
  • Patologías subyacentes como diabetes, infecciones y trastornos del sistema inmunitario.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de desarrollar gingivitis son:

  • Malos hábitos de higiene bucal.
  • Tabaquismo: el tabaco reduce el flujo sanguíneo a las encías, debilita el sistema inmunológico oral y dificulta la curación de los tejidos dañados.
  • Sequedad bucal: una producción insuficiente de saliva facilita la acumulación de placa.
  • Mala alimentación.
  • Embarazo, menopausia o uso de anticonceptivos hormonales: los cambios en las hormonas aumentan la sensibilidad en las encías.
  • Genética: la propensión a padecer gingivitis y otros procesos inflamatorios puede ser hereditaria.

Complicaciones

Es fácil que la gingivitis pase desapercibida si no presenta dolor o sangrado. No obstante, si no se trata adecuadamente, puede derivar en periodontitis, una infección grave y dolorosa que daña el tejido blando alrededor de los dientes y se extiende a los huesos donde se apoyan, pudiendo llegar a destruirla. La pérdida ósea es irreversible, y puede provocar que los dientes se aflojen o caigan.

Prevención

Para prevenir la gingivitis hay que prestar una especial atención a la higiene bucal:

  • Cepillado después de cada comida y antes de acostarse. Debe tener una duración de dos minutos.
  • Uso de seda dental al menos una vez al día.
  • Consultas dentales periódicas, una o dos veces al año, para ver el estado general de la boca, revisar implantes u ortodoncias y realizar una limpieza dental profesional.
  • Dieta sana y equilibrada: se deben evitar alimentos ricos en azúcares o muy ácidos.
  • Evitar el tabaco.

¿Qué médico trata la gingivitis?

La gingivitis se diagnostica y trata en la consulta de odontología, desde la que se puede derivar al paciente, según la gravedad, a las unidades de odontólogos especializados en periodoncia.

Diagnóstico

La gingivitis se puede diagnosticar mediante diferentes pruebas:

  • Examen físico de la boca para analizar los dientes, las encías y la lengua y confirmar los síntomas habituales.
  • Sonda periodontal para medir la profundidad de las bolsas que existen entre las encías y los dientes, lo que permite descartar una periodontitis. La profundidad de la bolsa en una boca sana está entre 1 y 3 milímetros.
  • Radiografía dental para comprobar si la infección se ha diseminado a las estructuras óseas y se ha perdido masa.

Tratamiento

El tratamiento para la gingivitis está enfocado a eliminar la placa o el sarro, reducir la inflamación y prevenir el desarrollo de patologías más graves:

  • Limpieza dental profesional: mediante unos procedimientos llamados raspado dental y alisado radicular, se eliminan tanto el sarro y las bacterias de las bolsas periodontales como los productos bacterianos causados por la inflamación, además de suavizar la superficie de las encías para evitar futuras acumulaciones. La limpieza se puede realizar con instrumentos manuales, con láser o con dispositivos de ultrasonidos.
  • Restauración dental: en los casos derivados de dientes mal alineados o prótesis y ortodoncias mal ajustadas, que dificultan el cepillado y contribuyen a la acumulación de placa.
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