Glaucoma
¿Qué es el glaucoma? Todo sobre las causas y los síntomas provocados por tener una tensión ocular alta y los tratamientos más eficaces para controlarlo.
Síntomas y causas
El glaucoma es una enfermedad ocular en la que existe una alteración del nervio óptico (nervio que conecta el globo ocular con la parte del cerebro encargada de la visión), que suele estar causada por un aumento de la presión intraocular (PIO), siendo más alta de lo debido (superior a 21 mm Hg). Como consecuencia, el campo visual se reduce y, si se agrava, puede perderse la visión por completo.
Existen diferentes tipos de glaucoma que se engloban en dos grandes grupos:
- Glaucoma de ángulo abierto: es el más habitual. Se desarrolla cuando los conductos de drenaje del ojo (trabéculo) se obstruyen, por lo que el líquido no se evacúa correctamente. Como consecuencia, la presión interna del ojo aumenta. Suele desarrollarse lentamente e ir deteriorando la visión a lo largo del tiempo.
- Glaucoma pigmentario: los pigmentos de la parte trasera del iris se desprenden, se acumulan en el canal de drenaje y, como consecuencia, se taponan.
- Glaucoma de tensión normal: la enfermedad se desarrolla debido a que el nervio óptico está dañado, pero la presión del ojo no supera los niveles adecuados.
- Glaucoma exfoliativo: un exceso de proteínas o escamas que se desprenden de algunas partes del ojo se acumula en el trabéculo y causa fluctuaciones en los niveles de tensión ocular.
- Glaucoma neovascular: es un tipo grave y relativamente frecuente. Se produce debido a una isquemia crónica en la retina que hace que nazcan nuevos vasos sanguíneos para suplir la falta de oxígeno. En ocasiones, estas venas taponan la zona por la que se drena el humor acuoso.
- Glaucoma congénito o del lactante: el sistema de drenaje del ojo está obstruido desde antes de nacer, por lo que los bebés nacen con la enfermedad.
- Glaucoma infantil: es hereditario y se manifiesta a partir de los tres años.
- Glaucoma de ángulo cerrado: también conocido como glaucoma agudo, se produce en raras ocasiones. En este caso, la presión ocular aumenta repentinamente.
- Glaucoma uveítico: se cree que la inflamación del ojo (uveítis) daña los conductos de drenaje, pero las causas no están claras del todo.
- Glaucoma traumático: se desencadena por una lesión en el ojo, como un traumatismo. La subida de la presión puede ser inmediata o manifestarse después de un tiempo.
Detectar el glaucoma en sus fases iniciales es fundamental para encontrar el tratamiento adecuado que reduzca los síntomas y evite la ceguera, ya que cuando se produce por esta causa, no se puede revertir. Por este motivo, se recomienda comenzar con las revisiones para la detección del glaucoma a partir de los 40 años o de los 35 en personas que tengan algún factor de riesgo.
Síntomas
El glaucoma resulta muy difícil de detectar hasta que se encuentra en una fase avanzada, ya que no suele presentar síntomas.
A pesar de que los síntomas pueden variar dependiendo del tipo de glaucoma que se sufra, algunos signos son comunes a todos ellos:
- Dolor de ojos.
- Visión borrosa.
- Visión en túnel.
- Halos de luz alrededor de los objetos brillantes.
- Pérdida de agudeza visual.
- Dolor de cabeza.
- Náuseas o vómitos.
Causas
La causa principal del glaucoma es el aumento de la tensión ocular, que suele estar producida por una deficiencia en la evacuación del humor acuoso del ojo.
En los casos del llamado glaucoma secundario, se manifiesta como consecuencia de otra patología como una inflamación, una infección o la presencia de cataratas en el ojo.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de desarrollar glaucoma son los antecedentes familiares, edad mayor de 50 años, la miopía alta, la diabetes, la vista cansada incipiente o los traumatismos oculares.
Complicaciones
El glaucoma no tratado puede provocar pérdida de visión e, incluso, ceguera.
Prevención
A pesar de que el glaucoma no se puede prevenir, sí que se pueden evitar las complicaciones graves y reducir los síntomas leves si se detecta a tiempo. Por lo tanto, son fundamentales las revisiones oculares bianuales a partir de los 40 años y las anuales después de los 55.
¿Qué médico trata el glaucoma?
Los especialistas en Oftalmología son quienes tratan el aumento de presión intraocular y el glaucoma.
Diagnóstico
En la consulta, el especialista analiza los síntomas y los antecedentes familiares. Además, lleva a cabo pruebas diagnósticas como:
- Tonometría: para medir la presión ocular.
- Gonioscopia: para observar el ángulo de drenaje (el que forman el iris y la córnea).
- Campimetría: para determinar el campo visual del paciente.
- Paquimetría: para conocer el grosor de la córnea.
- Oftalmoscopia con dilatación de pupila: para observar el estado del nervio óptico.
Tratamiento
El tratamiento con medicamentos tópicos es el más utilizado para el glaucoma, ya que es cómodo y eficaz. Normalmente, se recurre a gotas de colirio con fármacos que reducen la producción de humor acuoso, que facilitan el flujo del líquido ocular o que aumentan el drenaje.
Cuando la medicación no consigue los resultados deseados, se recurre a una operación del glaucoma. Puede ser de diferentes tipos:
- Trabeculoplastia: se utiliza tecnología láser para aumentar el flujo de salida de líquido.
- Trabeculectomía: se crea un nuevo orificio de drenaje para el humor acuoso.