Insuficiencias respiratorias agudas
¿Cuáles son las causas de las insuficiencias respiratorias? Toda la información sobre los síntomas, el pronóstico y los tratamientos de esta enfermedad.
Síntomas y causas
Una insuficiencia respiratoria aguda es un trastorno grave en el que el sistema respiratorio no produce el aporte suficiente de oxígeno al organismo, que no puede funcionar con normalidad, o no elimina el dióxido de carbono de forma adecuada, por lo que se acumula en la sangre y daña tanto a los tejidos como a los órganos. Su causa suele partir de una enfermedad pulmonar crónica que empeora de repente o de una enfermedad pulmonar grave que se desarrolla abruptamente en personas sin antecedentes previos de afección pulmonar.
Según cuál sea la función pulmonar deteriorada, se distinguen dos tipos que se pueden manifestar simultáneamente:
- Insuficiencia respiratoria hipoxémica: existe una insuficiencia en la oxigenación.
- Insuficiencia respiratoria hipercápnica: existe una insuficiencia en la ventilación y el dióxido de carbono no se elimina correctamente.
Las insuficiencias respiratorias agudas constituyen una emergencia médica peligrosa y potencialmente mortal.
Síntomas
Los síntomas de la insuficiencia respiratoria aguda dependen principalmente de su causa y de los niveles de oxígeno y dióxido en sangre.
- Síntomas de hipoxemia:
- Fatiga extrema.
- Disnea: dificultad para respirar, falta de aire.
- Somnolencia.
- Pérdida de conocimiento.
- Cianosis: coloración azulada en los dedos y los labios en las pieles claras y coloración grisácea o blanquecina en las pieles oscuras.
- Síntomas de hipercapnia:
- Respiración profunda y rápida.
- Arritmia cardiaca.
- Somnolencia.
- Confusión.
- Visión borrosa.
- Dolor de cabeza.
- Pérdida de conocimiento.
Causas
Las causas de la insuficiencia respiratoria aguda pueden dividirse en dos grupos, atendiendo a la función deteriorada:
- Insuficiencia respiratoria hipoxémica:
- Afecciones que provocan anomalías del tejido pulmonar, como el síndrome de dificultad respiratoria aguda, la neumonía, el exceso de líquido en los pulmones o la fibrosis pulmonar.
- Coagulo que disminuye el flujo sanguíneo en los pulmones.
- Insuficiencia respiratoria hipercápnica:
- Lesiones pulmonares.
- Daño en los huesos y los tejidos que rodean los pulmones.
- Debilidad de los músculos que inflan los pulmones.
- Obstrucción o estrechamiento de las vías respiratorias.
- Hipotiroidismo.
- Apnea del sueño.
- Sedación inducida por opiáceos o alcohol, ya que estas condiciones reducen el reflejo respiratorio inconsciente.
Factores de riesgo
Entre las circunstancias que aumentan las posibilidades de padecer una insuficiencia respiratoria, se encuentran:
- Edad: el envejecimiento deteriora la capacidad respiratoria, la elasticidad torácica y la masa muscular. Por otro lado, los bebés prematuros pueden presentar un pulmón subdesarrollado.
- Abuso de drogas o alcohol.
- Tabaquismo.
- Irritantes pulmonares en el ambiente, como contaminación del aire, vapores químicos, tintes y pinturas o humo de tabaco.
- Traumatismos en el tórax.
- Trastornos neurodegenerativos.
- Enfermedades pulmonares y cardiacas.
- Obesidad: el exceso de grasa dificulta el trabajo del diafragma, la respiración se vuelve superficial y no llega suficiente oxígeno a los pulmones.
Complicaciones
Si la insuficiencia respiratoria aguda no se trata, tanto la falta de oxígeno como el exceso de dióxido de carbono en la sangre pueden derivar en daños muy graves para el organismo, como insuficiencias renal y cardiaca, tromboembolismos o alteraciones neurológicas, hasta llegar a un fallo multiorgánico de pronóstico fatal.
Prevención
Para reducir el riesgo de padecer insuficiencia respiratoria, se pueden tomar varias medidas encaminadas a mantener los pulmones sanos:
- Evitar el tabaco y las drogas.
- Limitar el consumo de alcohol y opioides.
- Realizar ejercicio regularmente.
- Mantener un peso saludable.
¿Qué médico trata las insuficiencias respiratorias agudas?
La insuficiencia respiratoria aguda es tratada por especialistas en neumología, urgencias y medicina intensiva.
Diagnóstico
Una vez analizados los síntomas y el historial médico, para confirmar el diagnóstico de insuficiencia respiratoria aguda se realizarán diferentes pruebas:
- Examen físico para identificar irregularidades en la frecuencia cardiaca o en la respiración y comprobar si hay una coloración azulada en dedos y labios. También se comprueban la presión arterial y la temperatura corporal.
- Oximetría de pulso: mediante un sensor colocado en el dedo o en la oreja se mide el nivel de oxígeno en la sangre.
- Gasometría arterial: se toma una muestra de la sangre de las arterias para analizar los niveles de oxígeno, dióxido de carbono, pH y bicarbonato. Esto ayuda a determinar el tipo de insuficiencia respiratoria.
Posteriormente a la confirmación, se pueden realizar pruebas complementarias para identificar la causa subyacente:
- Pruebas de diagnóstico por imagen del tórax, como radiografía, tomografía computarizada o resonancia magnética para visualizar posibles daños pulmonares.
- Broncoscopia para detectar bloqueos o tumores.
- Análisis de sangre para buscar identificadores de fallos orgánicos.
- Electrocardiograma o ecocardiografía para evaluar la función cardiaca.
- Biopsia de pulmón para determinar cambios en las células del tejido pulmonar o la presencia de agentes infecciosos.
Tratamiento
La insuficiencia respiratoria aguda necesita tratamiento de oxigenoterapia inmediato para mejorar la función respiratoria y proporcionar oxígeno a la sangre:
- Administración complementaria de oxígeno no invasiva mediante cánulas nasales, mascarilla facial o bolsa mascarilla.
- Ventilación mecánica mediante un respirador que suministra aire a presión a los pulmones, si la oxigenoterapia no invasiva falla.
- Traqueotomía: cuando las vías respiratorias están bloqueadas, se coloca un tubo de respiración a través de un orificio practicado en la tráquea.
- Oxigenación por membrana extracorpórea: en casos muy graves, se bombea la sangre a través de un pulmón artificial, donde se agrega oxígeno y se extrae dióxido de carbono.
- Tratamientos específicos para la causa subyacente, como antibióticos para las infecciones pulmonares o broncodilatadores y corticoides para abrir las vías respiratorias y controlar su inflamación.