Melanoma

¿Cómo detectar lunares malignos? Todo sobre los síntomas y los tratamientos más eficaces para el cáncer de piel conocido como melanoma.

Síntomas y causas

El melanoma es un tipo de cáncer de piel que afecta a los melanocitos, que son las células que producen la melanina que pigmenta la piel. A pesar de que su incidencia es cada vez mayor, hoy en día se puede prevenir y se cura en la mayoría de los casos.

Dependiendo del desarrollo del cáncer, se habla de cuatro estadios de enfermedad:

  • Melanoma in situ (estadio 0): células anormales que pueden volverse malignas, que permanece en la epidermis.
  • Melanoma en estadio I: tumor de menos de un milímetro de grosor en la epidermis.
  • Melanoma en estadio II: tumor de más de dos milímetros de grosor que se adentra en la dermis y puede llegar al tejido subcutáneo.
  • Melanoma en estadio III: tumor que se ha extendido a un vaso linfático e, incluso, a los ganglios.
  • Melanoma en estadio IV: las células cancerosas han llegado a zonas más lejanas del cuerpo. La metástasis se suele presentar en la piel, los ganglios linfáticos lejanos, el cerebro, los pulmones o el hígado.

La principal causa del melanoma es la exposición excesiva al sol. Como consecuencia, los melanocitos se transforman en células malignas que dan lugar a un tumor. Estos quistes pueden tener diferentes características y ubicaciones que dan lugar a distintos tipos de melanoma. Existen asimismo algunas mutaciones genéticas que pueden favorecer el desarrollo de la enfermedad.

Entre los más destacados están:

  • Melanoma de extensión superficial: es el más común. Se presenta como un lunar plano con bordes irregulares y colores diferentes.
  • Melanoma nodular: es el más habitual después del anterior. Su progresión es rápida y se extiende al interior de la piel en poco tiempo, por lo que son más agresivos.
  • Melanoma lentiginoso acral: aparece debajo de las uñas, en las plantas de los pies o en las palmas de las manos y suele extenderse superficialmente.
  • Melanoma subungueal: es un tipo de melanoma lentiginoso acral que se presenta debajo de las uñas.
  • Melanoma coroideo: un tipo de melanoma ocular en el que el tumor crece en la parte posterior del ojo. No está relacionado con la exposición solar.

Síntomas

El principal síntoma del melanoma es la aparición de nevus, que son lesiones cutáneas pigmentadas que crecen de forma irregular. A veces, son lunares ya existentes que cambian de forma, textura o color.

Causas

El melanoma puede producirse por haberse expuesto al sol en exceso, ya que la radiación daña el ADN de las células, y por tener una predisposición genética.

Factores de riesgo

Algunos factores que aumentan el riesgo de sufrir un melanoma son:

  • Tener antecedentes familiares de melanoma.
  • Pasar mucho tiempo al sol.
  • Haber sufrido quemaduras solares durante la infancia o la adolescencia.
  • Tener la piel y los ojos claros.

Complicaciones

La complicación más grave es que el melanoma se extienda a otras partes del cuerpo y produzca metástasis.

Prevención

Actualmente, se tiene mucha información sobre la prevención del melanoma. Para ello, se recomienda seguir los siguientes hábitos:

  • Utilizar crema con alta protección solar siempre que se salga a la calle.
  • Limitar la exposición directa al sol y evitarla por completo en las horas centrales del día.
  • No utilizar dispositivos de bronceado artificial.

Observar los lunares y las pecas para detectar cambios anormales.

¿Qué médico trata el melanoma?

El melanoma se trata por los especialistas en dermatología médico-quirúrgica y venereología y oncología.

Diagnóstico

La exploración física junto al análisis de los lunares son las primeras pruebas que se realizan para descartar o diagnosticar el melanoma. Para ser más precisos, los especialistas recurren a la dermatoscopia, una prueba con la que pueden ver una imagen ampliada de las lesiones para estudiar todas sus características más fácilmente.

En casa, se pueden observar los lunares siguiendo la regla A, B, C, D y E para decidir si es recomendable acudir al médico:

  • A. Asimetría: la lesión tiene una mitad diferente a la otra.
  • B. Bordes: los límites del nevus son irregulares.
  • C. Color: el lunar no es del mismo color. Puede presentar partes marrones, negras o azuladas.
  • D. Distinto: Una lesión distinta al resto que tenga al paciente es una lesión sospechosa
  • E. Elevación: una lesión previamente plana que se eleve es una lesión sospechosa.

Cuando hay indicios de que un lunar es maligno, se hace una biopsia: se toma una muestra de la lesión y se analiza en el laboratorio en busca de células cancerosas. Si el resultado es positivo, se procede a determinar el estadio en el que se encuentra la enfermedad. Para ello:

  • Se mide el espesor del melanoma.
  • Se realizan pruebas de diagnóstico por imagen para ver si la enfermedad se ha extendido a otros órganos.

Tratamiento

Dependiendo del tipo de melanoma, del estadio en que se encuentre y del historial médico del paciente, se elige el tratamiento más adecuado. Entre los más eficaces, destacan:

  • Intervención quirúrgica: se debe extirpar la lesión cancerosa junto con una pequeña porción de piel sana mediante una escisión amplia, en función del grosor inicial del melanoma.
  • Quimioterapia: esta medicación destruye las células malignas. Actualmente, se elige la combinación de fármacos más adecuada para cada tipo de cáncer.
  • Radioterapia: se ataca el tumor con radiación de rayos X, gamma, de electrones o de protones una vez que el tumor se ha extirpado.
  • Inmunoterapia: se administran medicamentos para fortalecer el sistema inmunitario y que el cuerpo aumente su capacidad de atacar el cáncer.

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