Neuralgia del trigémino
¿La neuralgia del nervio trigémino tiene cura? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para esta enfermedad.
Síntomas y causas
La neuralgia del trigémino es una afección crónica del nervio trigémino o V par craneal, responsable de transmitir la información sensorial de la cara, que ocasiona episodios recurrentes de dolor facial paroxístico, agudo y punzante, similar a una descarga eléctrica.
Según la intensidad, la duración y la frecuencia de los episodios, se diferencian dos tipos de neuralgia del trigémino:
- Neuralgia del trigémino de tipo 1: se producen ráfagas repentinas de dolor, normalmente provocadas por estímulos térmicos o táctiles cotidianos, como masticar, hablar o lavarse los dientes. Las crisis suelen ser breves, con una duración de unos segundos o pocos minutos, y el dolor se localiza generalmente en un lado de la cara, habitualmente el derecho. Las crisis pueden ocurrir varias veces al día (rara vez mientras se duerme), pero se pueden experimentar largos periodos sin dolor.
- Neuralgia del trigémino de tipo 2: además de las crisis, se sufre un dolor sordo constante, que suele ser más leve que el del tipo 1 y puede no limitarse a un lado de la cara.
Aunque más leves y espaciados en un principio, la frecuencia de los episodios de dolor suele aumentar con el tiempo. Se trata de la neuralgia craneal más habitual y se considera uno de los cuadros sintomáticos dolorosos descrito como más intenso, pudiendo llegar a ser incapacitante.
Síntomas
Los principales síntomas de la neuralgia del trigémino son:
- Episodios breves de dolor intenso y fulgurante: se perciben como una descarga eléctrica y se desencadena por estímulos inocuos externos aplicados en la cara.
- Dolor en las zonas irrigadas por el nervio trigémino (mejillas, mandíbula, dientes, encías o labios) y, en menor medida, en el ojo y la frente. El dolor se puede focalizar en un punto o propagarse en un patrón más amplio.
- Espasmos faciales.
- Dolor crónico en la cara que no se alivia con analgésicos comunes.
Causas
La causa principal de la neuralgia del trigémino es la presión que un vaso sanguíneo ejerce sobre el nervio trigémino. Esta presión desgasta y daña la vaina de mielina que rodea y protege al nervio, y la función de este se ve alterada. En otros casos, la neuralgia puede derivarse de enfermedades o condiciones subyacentes, como la existencia de un tumor que comprime el nervio, la esclerosis múltiple u otras enfermedades inflamatorias. Asimismo, en ocasiones la neuralgia se considera idiopática porque no tiene causa aparente.
Factores de riesgo
Algunos factores suponen un mayor riesgo de padecer neuralgia del trigémino:
- Edad: suele afectar a personas adultas, especialmente de más de 50 años, ya que, con la edad, las arterias pierden elasticidad y modifican tanto su posición como la presión que ejercen.
- Sexo: según diversos estudios, es más común en mujeres que en hombres.
- Determinadas afecciones: el riesgo de padecer la neuralgia aumenta con algunas enfermedades, como esclerosis múltiple, arterioesclerosis, hipertensión, tumores cerebrales, aneurismas o infartos lacunares. También puede deberse a accidentes cerebrovasculares, traumatismos faciales o intervenciones quirúrgicas que dañan el nervio trigémino.
Complicaciones
Aunque la neuralgia del trigémino no es mortal, las recurrencias sucesivas pueden llevar a la incapacitación. De hecho, debido a la intensidad del dolor, el miedo a un episodio puede causar un alto nivel de estrés y ansiedad. Asimismo, puede provocar que el paciente deje de realizar las actividades cotidianas que desencadenan sus crisis, provocando un deterioro de su salud física y mental. También puede haber complicaciones derivadas del tratamiento, ya sean efectos secundarios de la medicación o problemas ocasionados por los procedimientos quirúrgicos.
Prevención
No hay una prevención específica para la neuralgia. Sin embargo, sí se pueden prevenir las enfermedades consideradas como factores de riesgo, como la hipertensión o la arterioesclerosis, mediante un modo de vida saludable:
- Llevar una dieta sana y equilibrada.
- Realizar ejercicio físico regularmente.
- Reducir o eliminar el consumo de sustancias nocivas.
¿Qué médico trata la neuralgia del trigémino?
Los especialistas en neurología y neurocirugía son los responsables de diagnosticar y tratar la neuralgia del trigémino, así como los especialistas de la Unidad del dolor.
Diagnóstico
No existe una prueba determinada para confirmar la neuralgia del trigémino y, debido a que son muchas las afecciones que causan dolor facial, puede ser difícil de detectar. El diagnóstico se basa en la sintomatología que relata el paciente y en la realización de diferentes pruebas que descarten otras posibilidades:
- Análisis de los síntomas descritos. Para considerar una neuralgia, deben cumplirse ciertos criterios:
- Que el dolor se presente al menos tres veces en un lado del rostro y en una o más ramas del nervio trigémino sin irradiarse a otras zonas.
- Que sea un dolor repentino, agudo y punzante, desencadenado por estímulos externos y con una duración inferior a dos minutos.
- Que no exista evidencia de problemas neurológicos asociados.
- Examen físico y neurológico para evaluar que el reflejo corneal, la sensibilidad facial y los músculos masticadores funcionan con normalidad.
- Resonancia magnética nuclear (RMN) para observar tanto la existencia de bucles vasculares o compresiones de vasos sanguíneos sobre el nervio como tumores o indicios de una enfermedad desmielinizante.
- Punción lumbar para descartar una esclerosis múltiple.
Tratamiento
El tratamiento de la neuralgia del trigémino está enfocado a mitigar el dolor y prevenir o disminuir la frecuencia de las crisis. En un primer momento, se trata farmacológicamente con diferentes opciones:
- Anticonvulsivos.
- Relajantes musculares.
- Antidepresivos.
- Inyecciones de neurotoxinas (bótox).
En los casos que no responden al tratamiento o sus efectos secundarios son demasiado severos, se recurre a cirugía:
- Procedimientos de ablación o lesión controlada para dañar selectivamente las fibras del nervio trigémino y evitar la transmisión de las señales del dolor.
- Descompresión microvascular para separar el nervio del vaso sanguíneo que lo presiona.
- Radiocirugía: la radiocirugía estereotáctica, como la radiocirugía con bisturí gamma, administra radiación altamente enfocada al nervio trigémino, lo que reduce las señales de dolor.
- Compresión con balón: este procedimiento consiste en insertar un globo en el nervio trigémino e inflarlo para dañar las fibras nerviosas y reducir las señales de dolor.