Periodontitis
¿Es posible curar la periodontitis? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos de esta enfermedad.
Síntomas y causas
La periodontitis, conocida como enfermedad periodontal o piorrea, es una patología infecciosa de la encía, derivada principalmente de la acumulación excesiva de placa y sarro a largo plazo y caracterizada por inflamación, sangrado y destrucción progresiva del tejido blando que rodea el diente, del ligamento que le une al maxilar y del hueso en el que se aloja, lo que puede causar que las piezas dentales se aflojen y caigan. Es una enfermedad muy frecuente que suele producirse a partir de la adolescencia y es la principal causa de caída dental en adultos.
Según la gravedad de sus síntomas, se distinguen tres tipos de periodontitis:
- Periodontitis crónica: la forma más común de la enfermedad. De acuerdo a su evolución, se distinguen tres fases:
- Gingivitis: la placa empieza a acumularse, irritando e inflamando las encías.
- Periodontitis inicial: las encías comienzan a separarse de las piezas dentales. En el espacio entre ellas se crea una bolsa periodontal en la que se acumula más placa, aumentando el surco de la encía.
- Periodontitis moderada: las bolsas se hacen más profundas, la encía se retrae y la infección bacteriana se extiende hacia la raíz del diente, llegando a destruir hasta un tercio del hueso que la soporta.
- Periodontitis avanzada: se pierde más de la mitad del soporte, con lo que el diente adquiere movilidad e inestabilidad y puede llegar a caer.
- Periodontitis agresiva: la enfermedad avanza de forma muy agresiva, causando una rápida progresión de la pérdida ósea. Afecta a un número reducido de personas, principalmente a niños y adultos jóvenes. A su vez, puede ser:
- Periodontitis agresiva localizada: suele manifestarse en los molares y los incisivos.
- Periodontitis agresiva generalizada: puede afectar a toda la dentadura.
- Periodontitis ulcerosa necrosante: aparecen úlceras en el tejido papilar y en el borde de las encías y necrosis en los tejidos gingivales, en el ligamento y en el hueso. Es muy dolorosa. Solo ocurre en raras ocasiones, especialmente a pacientes con el sistema inmunitario deprimido.
Síntomas
La periodontitis manifiesta síntomas diversos en función de la fase en la que se encuentre:
- Fase inicial: pueden ser muy sutiles y pasar desapercibidos:
- Encías rojo brillante o violáceo (las encías sanas suelen ser rosas).
- Inflamación de las encías.
- Halitosis.
- Sangrado al cepillarse los dientes.
- Sensibilidad dental.
- Fases moderada y avanzada:
- Aumento del surco de la encía sobre el diente: formación de bolsas periodontales.
- Retracción de las encías, que deja descubierta una parte de la raíz dental.
- Movilidad y cambio en la posición de los dientes.
- Dolor al masticar.
- Abscesos en la encía que pueden ser supurantes.
- Depósitos duros en los dientes, de color amarillo, marrón verdoso o blancos.
Causas
La periodontitis se produce cuando se acumula placa bacteriana en los dientes como consecuencia de una higiene dental deficiente. A pesar de que la placa se forma fácilmente al juntarse las bacterias de la boca con los azúcares y los almidones de los alimentos, se elimina con un cepillado dental adecuado. Si no se retira, se convierte en sarro y se deposita en la base del diente, causando gingivitis (inflamación de la encía) que puede derivar en la formación de bolsas periodontales y en la extensión de la infección hasta el hueso.
Hay casos en que esta patología se desarrolla por otros factores como la falta de vitaminas, los cambios hormonales, las ortodoncias mal colocadas o determinadas enfermedades como infecciones o diabetes.
Factores de riesgo
Los riesgos de desarrollar periodontitis aumentan bajo estas condiciones:
- Presencia de gingivitis.
- Higiene bucal deficiente.
- Tabaquismo.
- Sequedad bucal (la saliva ayuda a evitar la placa).
- Mala alimentación.
- Embarazo, menopausia o uso de anticonceptivos hormonales.
- Predisposición genética.
- Situaciones de estrés y ansiedad.
Complicaciones
La complicación más habitual de la periodontitis, además de sufrir una recaída, es la pérdida de piezas dentales debido a la destrucción ósea. Asimismo, las bacterias causantes de la periodontitis pueden penetrar en el torrente sanguíneo a través del tejido gingival e infectar otras partes del cuerpo. Así, se ha relacionado la periodontitis con enfermedades respiratorias, arterioesclerosis, diabetes o artritis reumatoide.
Prevención
La forma más eficiente de prevenir la periodontitis es mantener una adecuada higiene bucal:
- Cepillar los dientes durante dos minutos después de cada comida y antes de acostarse.
- Completar la limpieza con hilo dental una vez al día.
- Acudir a las revisiones periódicas (una o dos veces al año).
- Llevar una dieta sana y equilibrada baja en alimentos ricos en azúcares.
¿Qué médico trata la periodontitis?
La periodontitis es diagnosticada y tratada por los especialistas en odontología.
Diagnóstico
Para confirmar la periodontitis y su nivel de gravedad se realizan diferentes pruebas:
- Observación del estado de los dientes, las encías y la lengua.
- Medición de la profundidad de las bolsas periodontales (hueco que rodea a los dientes) que son de entre 1 y 3 milímetros cuando están sanos.
- Radiografía dental para obtener imágenes de los dientes y los huesos, además de confirmar o descartar la presencia de una infección.
Tratamiento
Es importante recalcar que la periodontitis no tiene cura, por lo que los tratamientos se enfocan en controlarla y frenar su avance. Existen diversos abordajes dependiendo de lo avanzada que esté la enfermedad:
- Tratamientos no invasivos:
- Limpieza dental profesional: se elimina el sarro y las bacterias mediante un raspado dental y un posterior alisado radicular para limpiar las encías y propiciar su recuperación.
- Tratamiento antibiótico para reducir la inflamación y eliminar las bacterias responsables de la periodontitis.
- Tratamientos quirúrgicos: en los casos más graves es necesario recurrir a cirugía. Existen varias opciones:
- Cirugía de colgajo o de reducción de la bolsa periodontal: se abre la encía para acceder a la pieza dental, limpiarla a fondo y corregir los defectos óseos.
- Gingivectomía: se extrae tejido gingival para eliminar las bolsas periodontales infectadas, permitiendo que el resto de la encía se adhiera con firmeza al diente.
- Injertos de tejido blando: para cubrir las raíces expuestas cuando hay retracción de encías, se refuerza el tejido dañado extrayendo tejido del paladar o de otras zonas e insertándolo en la parte afectada.
- Injerto óseo: si el hueso está dañado, se insertan fragmentos de hueso para aumentar la sujeción del diente y evitar su caída. También servirá de base para el crecimiento del hueso natural.
- Regeneración tisular guiada: restauración del hueso y del tejido periodontal mediante la aplicación de una membrana que aísla y protege la raíz del diente afectado, favoreciendo que el hueso vuelva a crecer.
- Proteínas estimulantes de tejidos: se aplican en forma de gel las proteínas existentes en el esmalte para estimular el crecimiento de dientes y tejidos.
- Seguimiento regular: ya que la periodontitis no tiene cura definitiva, será necesario realizar revisiones periódicas para identificar posibles signos de recaída.