Peritonitis
¿La peritonitis es grave? Toda la información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para la inflamación del peritoneo.
Síntomas y causas
La peritonitis es la inflamación del peritoneo, que es el tejido que recubre la pared abdominal y recubre la mayor parte de los órganos abdominales. En la mayoría de los casos, se produce como consecuencia de una infección o irritación de la cavidad peritoneal. Puede darse en una zona concreta (peritonitis localizada) o en toda la cavidad peritoneal (peritonitis generalizada).
En función de la forma en que evoluciona, se habla de:
- Peritonitis aguda: se produce de inmediato (normalmente, como consecuencia de una infección o la perforación de una víscera) y evoluciona rápidamente
- Peritonitis crónica: cuando se desarrolla de forma gradual debido a un proceso inflamatorio persistente o de una infección recurrente.
Dependiendo de su origen, la peritonitis se divide en tres tipos diferentes:
- Peritonitis primaria o espontánea: se produce por una infección del líquido ascítico (líquido seroso que se acumula en la cavidad abdominal) sin causa evidente. Es la menos habitual, aunque la más frecuente en los pacientes con cirrosis.
- Peritonitis secundaria: está provocada como consecuencia de otra infección:
- Peritonitis fecaloidea: el contenido fecal sale a la cavidad peritoneal debido a una perforación en el tracto digestivo.
- Peritonitis biliar: los líquidos pancreáticos se filtran al peritoneo. Se da en casos raros y puede causar pancreatitis.
- Peritonitis asociada al uso de catéteres (sondas alimenticias o de diálisis, por ejemplo).
- Peritonitis terciaria: suele tratarse de una peritonitis persistente porque no se consigue controlar el origen de la infección. Es poco frecuente, pero con una tasa alta de mortalidad.
La peritonitis aguda, que suele derivar de una infección urinaria o de pérdidas a través de puntos de sutura en el aparato digestivo, es una afección grave que requiere tratamiento quirúrgico inmediato.
Síntomas
Los síntomas habituales de la peritonitis son:
- Dolor abdominal (gradual o repentino).
- Inflamación abdominal.
- Náuseas y vómitos.
- Diarrea o estreñimiento.
- Fiebre.
- Dificultad para expulsar los gases.
- Poca cantidad de orina.
- Dificultad para respirar.
- Cansancio.
Causas
Como se ha comentado con anterioridad, la causa más habitual de la peritonitis es la rotura de alguno de los órganos del abdomen, con la salida, a la cavidad peritoneal, de contenido visceral, por perforación del tubo digestivo, de la vesícula, por fuga de suturas digestivas y urinarias o por infecciones ginecológicas. Estas perforaciones pueden surgir como consecuencia de:
- Sondas y catéteres.
- Cirugías del aparato digestivo.
- Rotura del apéndice.
- Úlceras de estómago.
- Pancreatitis: inflamación del páncreas.
- Diverticulitis: infección del tracto digestivo.
- Lesiones punzantes.
- Traumatismos.
Factores de riesgo
El riesgo de desarrollar una peritonitis aumenta en los siguientes casos:
- Diálisis.
- Sondas alimenticias.
- Apendicitis: cuando tarda en tratarse, el apéndice inflamado puede romperse y provocar una peritonitis.
- Enfermedad de Crohn.
- Pancreatitis.
- Diverticulitis.
- Úlceras estomacales.
Complicaciones
Es fundamental detectar y tratar la peritonitis cuanto antes. De otro modo, puede derivar en una septicemia (infección generalizada en todo el cuerpo) que provoque la muerte.
Prevención
En muchas ocasiones, es difícil prevenir la peritonitis. Aquellas personas que se sometan a diálisis peritoneal deben extremar las medidas higiénicas para evitar las infecciones. Para ello, se recomienda lavar las manos y la piel antes de introducir el catéter y utilizar mascarilla durante el proceso.
¿Qué médico trata la peritonitis?
Los cirujanos generales y de aparato digestivo, así como los urgenciólogos y los intensivistas tratan la peritonitis.
Diagnóstico
Para diagnosticar la peritonitis, se comienza con la anamnesis y un examen físico en el que se palpa el abdomen en busca de puntos de dolor y sensibilidad. Para confirmar las sospechas, se utilizan las siguientes pruebas:
- Análisis de sangre para detectar la presencia de una infección.
- Ecografía o resonancia magnética del abdomen para comprobar la extensión de la infección.
- Análisis de líquido peritoneal que muestre si hay un aumento de leucocitos, indicativo de inflamación.
Tratamiento
El tratamiento de la peritonitis incluye abordar tanto la infección como la causa que la provoca:
- Antibióticos: destruyen las bacterias presentes en el organismo.
- Analgésicos: calman el dolor.
- Cirugía:
- Se retira el tejido infectado.
- Extracción del líquido ascítico si es preciso.
- Tratamiento de la causa: se repara la perforación, se extirpa el apéndice o se cierra la úlcera.