Prostatitis
¿La prostatitis es contagiosa? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos para la próstata inflamada.
Síntomas y causas
Cuando la glándula prostática se inflama, normalmente debido a una infección, se produce la prostatitis. Esta enfermedad causa molestias, problemas para orinar y dolor tanto en la zona pélvica como en los genitales.
La prostatitis puede ser de tres tipos diferentes:
- Prostatitis crónica: la infección se mantiene durante más de tres meses y, después de curarse, se manifiesta de forma recurrente. En sus fases iniciales, no suele mostrar síntomas.
- Prostatitis aguda: se presenta de forma repentina y con síntomas graves.
- Prostatodinia o prostatitis inflamatoria asintomática: no se perciben signos de enfermedad, por lo que es difícil de diagnosticar. Se confirma cuando se presentan niveles altos de leucocitos en el semen.
Por norma general, la prostatitis desaparece tras el tratamiento farmacológico adecuado y no supone un riesgo grave para la salud. No obstante, cuando se presenta de forma reiterada, disminuye la calidad de vida de los pacientes.
La prostatitis no es una enfermedad contagiosa, por lo que no hay riesgo de trasmitirlo durante las relaciones sexuales. No obstante, conviene mantener la abstinencia hasta descartar que está causada por una enfermedad de trasmisión sexual.
Síntomas
Los síntomas más característicos de la prostatitis son:
- Disuria o dolor al orinar.
- Hematuria o sangre en la orina.
- Retención de orina.
- Urgencia urinaria.
- Eyaculación dolorosa.
- Mayor número de micciones al día.
Causas
La prostatitis puede desencadenarse por distintas causas como:
- Infección bacteriana.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Obstrucción de la uretra o del cuello de la vejiga.
- Filtración de la orina al interior de la próstata.
- Alteración autoinmune.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de prostatitis son:
- Tener una infección en el sistema urinario.
- Practicar sexo sin protección.
- Usar un catéter urinario.
- Haber tenido prostatitis anteriormente.
- Sufrir estrés.
Complicaciones
Cuando no se trata debidamente, la prostatitis puede derivar en infección de la sangre, ansiedad, infertilidad o disfunción eréctil, además de problemas sociales debido al aumento de la necesidad de orinar.
Prevención
Aunque no se puede garantizar la prevención total de la prostatitis, las posibilidades de padecerla se reducen si se acude a revisiones urológicas periódicas, se evitan los contactos sexuales de riesgo, se cuida la higiene y se lleva una dieta rica en frutos rojos y antioxidantes.
¿Qué médico trata la prostatitis?
Los urólogos son los especialistas que se encargan del diagnóstico y tratamiento de la prostatitis. Cuando es necesario, solicitan la intervención de un psicólogo.
Diagnóstico
Para confirmar el diagnóstico de prostatitis, que suele sospecharse al estudiar los síntomas referidos por el paciente, se llevan a cabo las siguientes pruebas:
- Exploración física: consiste en un examen rectal que permite detectar si la próstata está inflamada.
- Análisis de orina y de sangre para comprobar si hay infección bacteriana.
- Espermocultivo para detectar microorganismos o presencia de leucocitos en el semen.
- Ecografía de próstata para comprobar su tamaño y posibles anomalías o tumores.
- Biopsia prostática: permite analizar el tejido en busca de marcadores tumorales.
Tratamiento
Al tratarse de una enfermedad desencadenada, en la mayoría de los casos por una infección, el mejor tratamiento para curarla es el uso de antibióticos. Además, son eficaces otros fármacos para aliviar los síntomas. Por ejemplo, los analgésicos calman el dolor y los alfabloqueadores reducen las alteraciones urinarias.
Cuando el origen de la enfermedad está en un problema psicológico, la psicoterapia es la mejor opción.