Rizartrosis
Toda la información sobre las causas, los síntomas y el pronóstico de la enfermedad degenerativa que afecta a la articulación del trapecio y el metacarpiano.
Síntomas y causas
La rizartrosis es una enfermedad degenerativa por la que se desgasta el cartílago de la articulación trapeciometacarpiana (ATM), que está en la base del pulgar y sirve para unir el hueso trapecio de la muñeca con el primer hueso metacarpiano. También llamada artropatía degenerativa de la articulación trapeciometacarpiana, es una de las patologías más frecuentes de la mano.
La artrosis del dedo pulgar se clasifica en diferentes estadios teniendo en cuenta el nivel de afectación del cartílago:
- Rizartrosis de grado 1: hay pocos cambios en la articulación:
- Inflamación de la bolsa sinovial.
- Espacio articular esté levemente ensanchado.
- No hay signos de destrucción ósea.
- Rizartrosis de grado 2: se presenta un deterioro leve:
- Estrechamiento del espacio articular.
- Esclerosis subcondral: endurecimiento del hueso ubicado debajo del cartílago.
- Osteofitos (espolones óseos que crecen alrededor de la articulación) de tamaño pequeño, menos de 2 milímetros.
- No hay subluxación, es decir, desplazamiento parcial de la articulación.
- Rizartrosis de grado 3: los daños son significativos:
- Espacio articular muy reducido.
- Osteofitos mayores de 2 milímetros que causan rigidez.
- Subluxación de la articulación.
- Rizartrosis de grado 4: la articulación está afectada gravemente:
- Colapso del espacio articular.
- Osteofitos de tamaño grande (pueden llegar a medir 4 milímetros).
- Luxación completa.
- Afectación de las articulaciones cercanas.
La rizartrosis no tiene cura definitiva, ya que es un proceso degenerativo. No obstante, los tratamientos actuales, entre los que se incluye el reemplazo de la articulación, son muy eficaces para paliar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes.
Síntomas
Los síntomas más característicos de la rizartrosis son:
- Dolor en la base del pulgar.
- Limitación de los movimientos, especialmente en aquellos que implican hacer pinza o que precisan la oposición del pulgar.
- Deformidad articular, el dedo adquiere forma de Z.
- Inflamación.
- Rigidez.
- Pérdida de fuerza.
Causas
Como sucede con todos los tipos de artrosis, se desconocen las causas de la rizartrosis. Es posible que se deba a una predisposición genética, a la estructura anatómica de la mano, al estilo de vida o como consecuencia de otras patologías.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo asociados a la rizartrosis son:
- Edad: al ser un proceso degenerativo crónico, aparece con el mayor desgaste de la articulación. Es más frecuente a partir de los 50 años.
- Sexo: las mujeres son más propensas a padecer esta enfermedad. Se estima que el 50 % de las mayores de 70 años tienen artrosis del dedo pulgar.
- Obesidad.
- Desequilibrios hormonales.
- Lesiones previas en el pulgar.
- Movimiento repetitivo y constante de la articulación: actividad laboral, práctica deportiva o instrumental, escritura, uso del móvil.
Complicaciones
Cuando la rizartrosis no se trata adecuadamente o es muy grave, puede causar:
- Pérdida total del movimiento.
- Dolor constante.
- Limitación de la función de la mano.
- Cierto grado de dependencia.
Prevención
La rizartrosis no se puede prevenir, pero es posible retrasar su aparición o minimizar los síntomas siguiendo estas recomendaciones:
- Limitar el uso del pulgar siempre que sea posible (coger los objetos con las palmas, evitar el gesto de la pinza, pulsar botones con otros dedos, usar las dos manos para agarrar objetos de tamaño grande).
- Reducir los movimientos repetitivos.
- Utilizar utensilios de cocina como peladores o aparatos eléctricos.
- No cargar peso con las manos. Por ejemplo, utilizar un carro en lugar de cargar con bolsas.
- Usar herramientas, utensilios, bolígrafos y lapiceros con un diámetro más ancho.
¿Qué médico trata la rizartrosis?
El diagnóstico y el tratamiento de la rizartrosis se lleva a cabo en la especialidad de traumatología.
Diagnóstico
La rizartrosis se diagnostica siguiendo este procedimiento:
- Historia clínica: se estudian los antecedentes médicos, el estilo de vida del paciente y los síntomas que ha percibido.
- Examen físico: se observa el estado de la articulación, se palpa en busca de posibles deformidades que no se ven a simple vista y se comprueba si el dolor aumenta con el movimiento.
- Radiografía: se ven imágenes de la articulación en las que se pueden detectar cambios como el estrechamiento de los huesos, la aparición de osteofitos o la degradación de los cartílagos. Con esta prueba se determina el grado en el que se encuentra la rizartrosis.
Tratamiento
Existen diversos tratamientos para la rizartrosis que se eligen en función de la gravedad de la enfermedad y las necesidades de cada paciente. Normalmente, se emplean abordajes conservadores y solamente se recurre a la cirugía en casos especiales:
- Fisioterapia:
- Terapia manual para relajar la musculatura.
- Ejercicios para fortalecer los músculos.
- Estiramientos.
- Aplicación de frío para bajar la inflamación.
- Colocación de calor para aliviar el dolor.
- Terapia con ultrasonidos: se emiten ondas de alta frecuencia que producen calor y vibraciones que mejoran la circulación, calman el dolor y rebajan la inflamación.
- Medicación:
- Analgésicos y antiinflamatorios vía oral.
- Infiltraciones de corticoides o ácido hialurónico para mejorar la movilidad y aliviar el dolor.
- Férulas o muñequeras: estabilizan la articulación sin limitar la funcionalidad. Su uso alivia el dolor, reduce la fricción y protege del movimiento excesivo o de traumatismos fortuitos.
- Cirugía: la operación de rizartrosis se practica cuando los tratamientos anteriores no han dado los resultados esperados. Puede ser de varios tipos:
- Artrodesis: es el abordaje habitual. Se fijan los huesos que unen el brazo y la mano para calmar el dolor, pero se pierde la movilidad de la muñeca.
- Trapeciectomía: se extirpa el hueso trapecio total o parcialmente y se rellena el espacio restante con tejido tendinoso para dar soporte y mantener la funcionalidad de la articulación.
- Artroplastia con prótesis: se reemplaza la articulación, o parte de ella, con una prótesis mecánica, normalmente de titanio.
La cirugía de rizartrosis es segura y suele ofrecer buenos resultados, aun así, algunos pacientes presentan secuelas como rigidez, dificultad de movimiento, dolor persistente o daño en los nervios.