Sarcopenia

Toda la información sobre las causas, los síntomas y las posibles complicaciones de la pérdida de masa, fuerza y función muscular.

Síntomas y causas

La sarcopenia es la pérdida de masa, fuerza y función muscular, aunque se asocia principalmente al envejecimiento, también puede estar provocada por inactividad, enfermedades metabólicas, trastornos hormonales, nutrición inadecuada o enfermedades crónicas musculoesqueléticas.

Es habitual que se manifieste junto a un adelgazamiento significativo y que interfiera en la capacidad de llevar a cabo las actividades del día a día.

En función de cómo se presente, existen dos tipos de sarcopenia:

  • Sarcopenia aguda: la insuficiencia muscular se manifiesta de forma rápida como consecuencia de una lesión o una inmovilidad prolongada, por ejemplo, un ingreso hospitalario, y dura menos de seis meses. La musculatura suele recuperarse, con tratamiento y ejercicio, cuando la causa subyacente desaparece.
  • Sarcopenia crónica: la masa muscular desaparece paulatinamente con el paso del tiempo, sin mostrar síntomas evidentes, por lo que es habitual que el diagnóstico llegue en fases avanzadas.

La sarcopenia se asocia a la fragilidad física, que es una de las principales causas de discapacidad, por lo que el diagnóstico temprano es fundamental para ralentizar su avance. Los tratamientos se centran en paliar los síntomas y mejorar la vida de los pacientes, ya que no existe una cura definitiva para esta enfermedad.

Síntomas

Los síntomas de la sarcopenia varían de unos pacientes a otros. Entre los que suelen ser comunes a todos ellos, destacan:

  • Debilidad muscular: la pérdida de fuerza afecta a la capacidad física, por lo que resulta complicado hacer tareas cotidianas como levantarse, cargar peso o subir escaleras.
  • Falta de equilibrio y coordinación.
  • Mayor riesgo de fracturas y caídas.
  • Lentitud de movimientos.
  • Fatiga.
  • Dependencia física, ya se necesita ayuda para llevar a cabo actividades básicas.
  • Disminución de la densidad ósea.
  • Pérdida de peso.

Causas

La sarcopenia puede ser de dos tipos dependiendo de las causas por las que aparece:

  • Sarcopenia primaria: envejecimiento natural del organismo. En estos casos, influyen mucho los cambios hormonales, como la disminución de la testosterona, el estradiol o la hormona del crecimiento.
  • Sarcopenia secundaria: desencadenantes diferentes al paso del tiempo:
    • Inactividad prolongada.
    • Sedentarismo.
    • Malnutrición: déficit de proteínas, calorías o micronutrientes.
    • Alteraciones de la función endocrina, por ejemplo, la resistencia a la insulina.
    • Osteoporosis.
    • Artrosis.
    • Osteoartritis.
    • Trastornos mitocondriales: las células no producen energía suficiente y los tejidos se deterioran.
    • Predisposición genética.

Factores de riesgo

Los principales factores de riesgo de la sarcopenia son:

  • Edad avanzada: esta enfermedad afecta a los ancianos en mayor medida, especialmente a los mayores de 80 años.
  • Poca actividad física.
  • Malnutrición.
  • Enfermedades inflamatorias crónicas.
  • Procesos neoplásicos en evolución.

Complicaciones

La sarcopenia afecta negativamente a la salud general de los pacientes y puede derivar en:

  • Lesiones y fracturas óseas como consecuencia de las caídas.
  • Discapacidad funcional.
  • Mayor mortalidad en adultos mayores.
  • Dependencia para actividades básicas y de autocuidado
  • Empeoramiento de enfermedades crónicas coexistentes.
  • Diabetes tipo 2.
  • Enfermedades cardiovasculares.
  • Ansiedad.
  • Depresión.

Prevención

La mejor forma de prevenir la sarcopenia es llevar un estilo de vida saludable. Se recomienda:

  • Alimentación adecuada: la dieta mediterránea con un aporte extra de proteínas proporciona los nutrientes necesarios a las personas de edad avanzada.
  • Actividad física diaria: aunque los ejercicios sean de intensidad moderada, se deben practicar todos los días. Se debe prestar atención especial a los siguientes tipos de entrenamiento:
    • Fuerza: con bandas elásticas o pesas.
    • Ejercicio aeróbico: caminar, nadar, bailar.
    • Equilibrio: caminar en línea recta, mantenerse con la pierna levantada, levantarse sin apoyar las manos.
    • Flexibilidad: yoga, taichí.

¿Qué médico trata la sarcopenia?

Los médicos especializados en geriatría y reumatología son quienes tratan la sarcopenia. También es diagnosticada y tratada por medicina interna y endocrinología y nutrición.

Diagnóstico

Para diagnosticar la sarcopenia, se evalúan los siguientes aspectos:

  • Fuerza muscular: se comprueba la fuerza tanto en las extremidades superiores como inferiores. Normalmente, se valora la fuerza de agarre con un dinamómetro, además de realizar pruebas de levantamiento de peso o extensión de piernas.
  • Cantidad de músculo: se hacen pruebas para medir la masa muscular:
    • Absorciometría de rayos X de energía dual (DEXA): se emiten rayos X de dos energía para medir la fuerza y el grosor de los huesos, así como la cantidad de calcio.
    • Bioimpedancia eléctrica (BIA): se mide la resistencia de los tejidos ante una corriente eléctrica (impedancia). Por sus características, los músculos sanos son buenos conductores, por lo que presentan una impedancia baja.
    • Resonancia magnética: las imágenes que proporciona la RM permiten ver la cantidad de tejido muscular existente y, además, detectar grasa infiltrada en los músculos, que es un indicio de debilidad.
  • Rendimiento físico: se llevan a cabo pruebas para evaluar la funcionalidad física:
    • Test de marcha: mide la distancia que el paciente puede caminar en una superficie plana durante 6 minutos.
    • Test de equilibrio de Berg: el paciente realiza 14 tareas (levantarse, permanecer de pie, estar un tiempo sentado, sentarse, etc.) mientras que el especialista evalúa su desempeño con una puntuación entre 0 y 4. Los resultados oscilan entre el 0 (afectación grave) y el 56 (excelente).
    • Test de levantarse y caminar (TUG, Timed Up and GO): se mide el tiempo que el paciente tarda en levantarse, caminar 3 metros, volver y sentarse de nuevo sin utilizar el reposabrazos.
  • Índices antropométricos: las características corporales que ayudan a diagnosticar la sarcopenia son:
    • Índice de masa muscular (IMC): relación entre la estatura y la masa corporal.
    • Circunferencia de la pantorrilla: la medida del contorno de la parte más gruesa de la pantorrilla indica si hay una deficiencia nutricional (menos de 31 centímetros en mujeres y menos de 32 en hombres).

Tratamiento

El tratamiento de la sarcopenia tiene como objetivo ralentizar su evolución, calmar los síntomas y mejorar la calidad de vida de los pacientes. Algunas de las terapias más eficaces son:

  • Alimentación saludable y adecuada.
  • En personas con déficit nutricional o enfermedades crónicas, intervención nutricional especializada.
  • Ejercicio moderado todos los días.
  • Suplementos de vitamina D y calcio.
  • Terapia hormonal para aumentar la masa muscular y la fuerza: testosterona, IGF-1, FGF-21.
  • Inhibidores de la miostatina, que contribuyen al aumento de la masa muscular.
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