Ecobroncoscopia pulmonar (EBUS)
La ecobroncoscopia se utiliza para diagnosticar enfermedades del sistema respiratorio, incluyendo el cáncer de pulmónCáncer de pulmónCáncer . Para conseguir las imágenes, se introduce una sonda larga y flexible con una cámara en el extremo y se desplaza hasta el lugar deseado con ayuda de una ecografía.

Descripción General
La ecobroncoscopia, también conocida como EBUS (Endo Bronchial Ultra Sound), es un procedimiento mínimamente invasivo que se utiliza para diagnosticar el cáncer de pulmónCáncer de pulmónCáncer y determinar el estadio en el que se encuentra. Con este procedimiento también se detectan infecciones, lesiones en la cavidad torácica o adenopatías en el mediastino, es decir, trastornos en los ganglios linfáticos que se encuentran en el espacio existente entre los pulmones.
La diferencia principal entre la broncoscopia tradicional y el EBUS es que en esta última se utiliza un dispositivo de ultrasonido (ecógrafo) para tener una visión más completa de los pulmones. Este ecógrafo se coloca en el extremo del broncoscopio, por lo que ofrece imágenes del interior del sistema respiratorio en tiempo real, algo que facilita la toma de muestras para biopsia.
El broncoscopio EBUS mide unos seis milímetros de diámetro, un poco más ancho que el tubo convencional, y es ligeramente más rígido. Por este motivo, el paso a través de las vías respiratorias es más complicado, por lo que la prueba se suele practicar con anestesia general.
¿Cuándo está indicada?
La ecobroncoscopia se utiliza principalmente en el diagnóstico del cáncer de pulmónCáncer de pulmónCáncer . Suele llevarse a cabo para:
- Determinar el estadio en el que se encuentra un cáncer de pulmónCáncer de pulmónCáncer ya confirmado.
- Diagnosticar tumores que se encuentran fuera del pulmón o linfomas.
- Evaluar la naturaleza de determinados procesos inflamatorios, especialmente, para confirmar o descartar la sarcoidosis.
- Valorar los daños provocados por la tuberculosis.
¿Cómo se realiza?
En una ecobroncoscopia, el paciente se tumba en la camilla y se administra anestesia general o una sedación profunda. Después, se coloca la cabeza hacia atrás y se introduce el broncoscopio por la boca hacia la tráquea y, suavemente, hasta los bronquios. Para llegar hasta la zona deseada, el especialista se guía por los resultados de las pruebas de imagen realizadas previamente y por la visión en tiempo real que ofrece la sonda EBUS.
Se desliza la aguja por el tubo y se pincha el ganglio, el tumor o el tejido sospechoso para obtener una muestra con ayuda de una jeringa. Una vez colocada en un portaobjetos de vidrio, el patólogo hace una valoración inicial con el microscopio para evitar tener que repetir el procedimiento si se necesita más tejido o se precisa analizar células de otra zona.
Riesgos
La ecobroncoscopia no supone un riesgo para la salud del paciente. Las complicaciones suelen producirse por reacciones alérgicas a la anestesia.
En algunos casos, se puede producir un ligero sangrado que remite en poco tiempo o una leve dificultad para respirar en las primeras horas tras el procedimiento.
Qué esperar de una ecobroncoscopia
Para someterse a una ecobroncoscopia es necesario firmar un consentimiento informado. Se trata de un procedimiento ambulatorio, por lo que el paciente puede volver a su casa después del tiempo de reanimación y observación.
El EBUS se realiza con el paciente vestido con una bata de quirófano y sin elementos como dentadura postiza, gafas, lentillas o joyas. También se suele recomendar no utilizar maquillaje el día de la ecobroncoscopia.
Una vez en la camilla, el paciente permanece tumbado boca arriba y se le administra anestesia o sedación, por lo que no es consciente del proceso y se despierta pasada una hora aproximadamente en el área de reanimación. El tiempo de observación es de entre una y tres horas.
Es aconsejable acudir acompañado, ya que después del procedimiento se pueden sentir molestias y, además, está contraindicado conducir. Es normal sentir cansancio, dolores musculares, dificultad para tragar, ronquera y un ligero sangrado en el esputo. Todos estos efectos secundarios remiten por sí solos en poco tiempo. Si perduran, se agravan o sube la fiebre, se debe acudir lo antes posible a un centro médico.
Los resultados se explican en una consulta posterior pasados unos días.
Especialidades en las que se solicita una ecobroncoscopia
Es habitual que los oncólogos y los neumólogos soliciten un EBUS. Cuando es preciso analizar las muestras de una biopsia, intervienen los patólogos.
Cómo prepararse
El día en el que se realiza un EBUS, el paciente debe acudir en ayunas, no fumar para evitar complicaciones durante el procedimiento y suspender la medicación con anticoagulantes.