Ecografía testicular

La ecografía testicular es una técnica diagnóstica que utiliza ultrasonidos para obtener imágenes del interior de los testículos. Con este procedimiento se puede observar tanto el contenido de la bolsa escrotal como del epidídimo y el conducto deferente.

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Descripción General

La ecografía testicular, también denominada ecografía escrotal, es una prueba o procedimiento estudio diagnóstico que permite obtener imágenes del interior de los testículos mediante la aplicación de ondas sonoras. Se utiliza un dispositivo o aparato o sonda manual denominado transductor, una sonda que se desliza sobre el escroto y emite ultrasonidos o ondas de sonido que rebotan sobre los tejidos internos, produciendo un eco que es recibido de nuevo por el transductor y enviado a una computadora para transformarlo en las imágenes que se visualizan en la pantalla.

En una ecografía testicular se pueden observar el contenido de la bolsa escrotal y las estructuras adyacentes, como el epídimo (el tubo que recolecta los espermatozoides) o el conducto deferente (que transporta el semen desde el epídimo hasta los conductos eyaculadores).

La ecografía Doppler testicular es un tipo específico de ecografía utilizado para evaluar el flujo sanguíneo y la estructura de los vasos escrotales, ya que en la ecografía común no pueden apreciarse. Para ello, el transductor dirige los ultrasonidos a los glóbulos rojos que circulan por el torrente sanguíneo.

¿Cuándo está indicada?

La ecografía testicular suele indicarse en los siguientes casos:

  • Se detectan bultos o inflamaciones en el escroto.
  • Se siente dolor en la zona.
  • Hay cambios en el tamaño del escroto.
  • Se experimentan problemas de erección o de fertilidad.
  • Se ha sufrido un traumatismo o daño en la zona genital.

Así, la ecografía permite identificar y localizar cualquier trastorno o anomalía en la zona testicular, como quistes, tumores, cáncer, infecciones, inflamaciones, problemas vasculares, obstrucciones, torsiones, acumulaciones de líquido, hernias o calcificaciones, entre otros.

Además, la ecografía se utiliza para guiar la aguja durante una biopsia testicular (que consiste en extracción de tejido testicular para visualización en un microscopio) y para controlar el estado y la evolución de los testículos tras padecer alguna patología o enfermedad en la zona.

¿Cómo se realiza?

El paciente debe estar tumbado boca arriba en una camilla. El especialista a cargo extiende sobre el escroto un gel especial que permite que las ondas sonoras se desplacen entre la piel y el transductor, además de eliminar bolsas de aire que puedan bloquear el paso de las ondas e interferir en la calidad de la imagen. El técnico presiona suavemente el transductor sobre la piel y lo mueve por la zona testicular mientras se muestran las imágenes en tiempo real en el monitor.

Riesgos

La ecografía testicular es un procedimiento no invasivo y totalmente inocuo, ya que las ondas de ultrasonido utilizadas no suponen ningún tipo de riesgo para el paciente ni tampoco tienen efectos secundarios. Es posible, sin embargo, desarrollar una alergia al gel utilizado, aunque esto solo ocurre de forma muy excepcional.

Qué esperar de una radiografía testicular

Antes de la prueba, el paciente debe quitarse toda la ropa de la parte inferior del cuerpo y ponerse la bata que se le proporciona. Después, debe tumbarse de espaldas sobre la camilla, con las piernas abiertas, y se le coloca una tela o unas tiras adhesivas para cubrir los muslos y el pene. También, para mejorar la visibilidad, se levanta ligeramente el saco escrotal mediante el uso de una toalla enrollada o una pequeña almohada.

El gel que se aplica es inocuo, aunque puede notarse una ligera sensación de frío. Mientras el técnico desplaza el transductor sobre la zona escrotal, el paciente debe permanecer lo más quieto posible, aunque es probable que se le pida que cambie de posición o que contenga la respiración. El transductor se mueve en diferentes direcciones para obtener imágenes desde varias perspectivas. Una vez completado el procedimiento, se limpian los restos de gel de la piel.

La prueba suele durar entre 15 y 30 minutos. Es totalmente indolora, aunque puede notarse una ligera presión al aplicar el transductor y, en caso de padecer dolor testicular, la molestia puede aumentar. Se trata de un procedimiento ambulatorio que no necesita hospitalización ni cuidados posteriores. El paciente puede reanudar su rutina con total normalidad. Los resultados se explican en la consulta transcurridos unos días.

Especialidades en las que se solicita la ecografía testicular

La ecografía testicular se utiliza como método diagnóstico y de control en diferentes especialidades, habitualmente en medicina familiar y comunitaria, medicina interna, urología, reproducción asistida y oncología.

Cómo prepararse

Para realizar una ecografía testicular no es necesaria ninguna preparación especial previa al estudio, no se requiere estar en ayuno, ni tampoco requiere el uso de anestesia o sedación. No obstante, si se va a practicar una biopsia u otro procedimiento invasivo durante la ecografía, es probable que se deba firmar un formulario de consentimiento.