pHmetría esofágica

La pHmetría es una prueba que se lleva a cabo para conocer el nivel de acidez del esófago. Se trata de una herramienta útil para el diagnóstico y la evaluación del tratamiento más adecuado para la enfermedad por reflujo gastroesofágico.

Prueba de laboratorioPrueba de laboratorio

Descripción General

La pHmetría es un procedimiento que se utiliza para conocer los niveles de acidez del esófago y detectar los momentos del día en que están más altos. Esta prueba sirve tanto para diagnosticar la enfermedad por reflujo gastroesofágico (ERGE) como para encontrar el tratamiento más adecuado para cada paciente. La información obtenida con este examen permite establecer una correlación entre el agravamiento de los síntomas y el aumento de la acidez.

Lo más habitual es que la pHmetría registre información durante 24 horas, aunque en algunas ocasiones se alarga hasta 96 horas. Existen dos tipos de técnicas para llevarla a cabo:

  • pHmetría con sonda: se introduce a través de las fosas nasales un tubo flexible con sensores en su extremo para registrar los cambios de acidez.
  • pHmetría con cápsula: se coloca un dispositivo pequeño en el esófago mediante una endoscopia. Esta cápsula emite por radiofrecuencia los datos registrados para que se almacenen en un dispositivo externo.

La pHmetría proporciona información detallada sobre las características, las variaciones, la cantidad y el momento en que se produce el reflujo (después de las comidas, cuando se permanece acostado, al ponerse de pie).

¿Cuándo está indicada?

La pHmetría esofágica está indicada en pacientes que manifiestan síntomas relacionados con el ERGE, la disfagia o la gastritis crónica. Por ejemplo, dificultad para tragar (disfagia), dolor cuando los alimentos entran en el estómago, ardor, regurgitación o dolor torácico.

Este procedimiento es también habitual en pacientes que se han sometido a una cirugía reparadora, para comprobar su evolución.

¿Cómo se realiza?

Dependiendo de la técnica que se utilice, el procedimiento de la pHmetría varía:

  • Con sonda: se introduce una sonda flexible, de unos 2 milímetros de diámetro aproximadamente, a través de los orificios nasales hasta llegar al esófago. Es posible que se utilice un lubricante para facilitar el proceso. El extremo que queda en el exterior se conecta a un dispositivo electrónico (pHmetro o holter) que el paciente debe llevar consigo durante el tiempo que dure la prueba. Lo más habitual es que se configure el pHmetro para registrar las mediciones tomadas cada 5 segundos.
  • Con cápsula: el procedimiento es similar al anterior, ya que se introduce una sonda a través de la nariz para colocar el dispositivo en el tramo final del esófago. La diferencia es que no es necesario continuar con el tubo durante el resto de la prueba, por lo que se retira. En este caso, también se debe llevar el holter durante el tiempo que dure el estudio.

Riesgos

La pHmetría no supone un riesgo para la salud del paciente.

Es posible que se perciban molestias en la nariz o la garganta en el momento de colocar o extraer la sonda, pero la pHmetría no es un procedimiento doloroso. En algunos casos, el tubo produce una ligera erosión que puede producir un sangrado leve.

Qué esperar de una pHmetría

La pHmetría es un procedimiento ambulatorio tras el que se puede volver a casa y retomar su rutina. Antes de hacer la prueba es necesario firmar un consentimiento informado.

Después de que el especialista explique en qué consiste el procedimiento, el paciente se sienta en una silla. Con cuidado, se introduce la sonda a través de la nariz. Este momento no es doloroso, pero pueden sentirse molestias, picor o necesidad de estornudar.

Los pacientes con cápsula pueden realizar las tareas habituales, pero es aconsejable que aquellos que llevan la sonda limiten su actividad laboral para evitar molestias o que el tubo se mueva de su sitio. Para relacionar los cambios de acidez en el esófago con determinadas actividades, suele ser necesario llevar un registro de movimientos, horario de comidas y tipo de alimentación.

El dispositivo externo debe llevarse siempre encima, colocado en un bolsillo o sujeto con una cinta. Especialmente cuando se lleva la sonda, el paciente puede lavarse, pero no ducharse ni practicar ejercicio intenso.

Una vez transcurrido el tiempo estipulado, el especialista retira la sonda y recoge el pHmetro para estudiar la información registrada. La cápsula sigue los movimientos del tracto gastrointestinal, por lo que suele expulsarse una vez transcurridos entre cuatro y diez días. Conviene observar las heces para asegurarse de que se expulsa adecuadamente.

Es posible que, después de extraer la sonda, se noten molestias en la garganta durante un tiempo breve.

Una vez recopilados y estudiados los datos, el especialista emite un informe de resultados de la pHmetría que explica al paciente en consulta una vez transcurridos dos o tres días.

Especialidades en las que se solicita una pHmetría

La pHmetría es una prueba propia de la especialidad de cirugía general y aparato digestivo.

Cómo prepararse

Durante las 48 o 72 horas previas a la colocación de la sonda o de la cápsula, se deben evitar tanto el tabaco como las sustancias excitantes. Además, se debe hacer ayuno durante las 12 u 8 horas anteriores.

Algunos pacientes deben suspender su medicación, ya que determinados fármacos pueden alterar los resultados.