Resonancia magnética de columna
Este tipo de resonancia magnética permite observar en detalle las estructuras de la columna vertebral. Es una prueba indolora e inocua para el paciente.

Descripción General
La resonancia magnética de columna es una prueba de diagnóstico que utiliza ondas de radiofrecuencia y un campo magnético de alta potencia para obtener imágenes de las estructuras que conforman la espina dorsal. Es una técnica no invasiva y que no emite radiación ionizante, por lo que no afecta negativamente al organismo.
Esta prueba permite observar en detalle la columna vertebral completa o por zonas:
- Resonancia magnética lumbosacra: se centra en la parte final de la espalda (vértebras S1-S5, L1-L5 y coxis).
- Resonancia magnética de columna lumbar: estudia la zona lumbar (vértebras L1-L5).
- Resonancia magnética de columna dorsal: analiza el estado de la columna dorsal o torácica (vértebras T1-T12).
- Resonancia magnética cervical: examina la parte superior de la columna, que comienza en la base del cráneo (vértebras C1-C7).
La resonancia puede ser de dos tipos dependiendo de las características del aparato con el que se haga:
- Resonancia magnética cerrada: es la más habitual, ya que las imágenes son de mayor calidad porque el campo electromagnético que se genera es más potente. Consiste en un tubo de unos 70 centímetros de diámetro alrededor del que giran las placas del imán.
- Resonancia magnética abierta: es la opción utilizada cuando el paciente tiene obesidad o claustrofobia, ya que está compuesto de dos placas enfrentadas entre sí comuna separación de 180 centímetros entre ellas. Resulta más complicado generar el campo magnético, por lo que las imágenes son menos claras.
Con una resonancia magnética de columna, se pueden ver los huesos, los nervios, los ligamentos, los músculos, los discos intervertebrales y los vasos sanguíneos.
¿Cuándo está indicada?
La RM de columna es la prueba adecuada para preparar el abordaje de algunas cirugías de la columna y diagnosticar:
- Tumores benignos o cancerosos.
- Infecciones.
- Inflamación de la médula espinal o los nervios.
- Anomalías en los discos o las articulaciones.
- Compresión de alguno de los nervios.
- Defectos congénitos.
- Daños causados por traumatismos.
- Artritis.
- Hernia discal.
- Osteoporosis.
Este tipo de prueba está contraindicada en pacientes con implantes metálicos (marcapasos, implantes cocleares, stent, prótesis, clips vasculares).
¿Cómo se realiza?
La resonancia magnética de columna transforma la energía liberada por las células del organismo en imágenes de la siguiente forma:
- El campo magnético que se genera alrededor del cuerpo del paciente hace que los protones de los átomos de hidrógeno se alineen.
- Las bobinas emiten ondas de radiofrecuencia que, al incidir sobre los tejidos del cuerpo, hacen que los protones se estimulen y se desordenen.
- Cuando cesan los pulsos de radiofrecuencia, los protones vuelven a alinearse con la atracción electromagnética. En este proceso, liberan energía que el sistema informático capta y traduce en imágenes.
- Cada tipo de célula genera una energía diferente según su composición química, por lo que se representa en un tono de gris distinto que permite distinguir entre los distintos tejidos del organismo.
Puede utilizarse un material de contraste, que suele ser gadolinio, para ver algunos tejidos con mayor detalle. Determinadas células, especialmente las cancerosas, absorben esta sustancia en mayor medida, por lo que aparecen de color más claro o brillante en las imágenes.
Riesgos
La resonancia magnética de columna no supone un riesgo para la salud. Es posible que los pacientes con claustrofobia tengan una crisis que impida la realización de la prueba cerrada y deba hacerse abierta.
En raras ocasiones, el contraste provoca una reacción alérgica leve que se manifiesta con picazón, dolor de cabeza y náuseas.
Qué esperar de una resonancia magnética de columna
Después de firmar el consentimiento informado, el paciente se viste con la bata hospitalaria y se quita cualquier objeto de metal que lleve, incluyendo la dentadura postiza o los audífonos.
Tumbado en la camilla, se coloca unos tapones en los oídos para reducir el ruido que hace el dispositivo al generar el campo magnético. Aun así, es normal oír golpes fuertes durante el procedimiento. Si se utiliza contraste, se siente un leve pinchazo cuando se inyecta en una vena del brazo y, durante unos segundos, una sensación intensa de calor o frío mientras se distribuye. Finalmente, la camilla se desliza hacia el interior del tubo.
El paciente debe estar completamente quieto durante todo el tiempo que dura la resonancia, entre 20 y 40 minutos, para que las imágenes sean nítidas. Después, puede retomar la rutina porque no es necesario hacer reposo posterior.
Especialidades en las que se solicita la RM de columna
La resonancia magnética de columna se desarrolla en la especialidad de radiología como parte del diagnóstico de oncología, traumatología y cirugía ortopédica, neurología o neurología pediátricaNeurología PediátricaNeurología .
Cómo prepararse
No es necesaria una preparación especial para hacerse una RM de columna. Si se planifica con sedación porque el paciente tiene dificultades para estarse quieto o es claustrofóbico, se debe hacer ayuno antes de la prueba.
Se recomienda acudir con ropa fácil de quitar y sin elementos metálicos, ya que no se puede entrar en la sala de radiodiagnóstico con ellos. También es conveniente no llevar maquillaje porque algunos cosméticos pueden contener metal.