Tomografía axial computarizada facial
El TAC facial es una prueba diagnóstica que permite obtener imágenes tridimensionales de las estructuras de la cara. Es un procedimiento no invasivo e indoloro que no afecta a la salud de los pacientes.

Descripción General
La tomografía axial computarizada (TAC) facial es una técnica médica que utiliza rayos X para obtener imágenes de las estructuras que conforman la cara desde ángulos distintos. Se trata de una prueba diagnóstica, que también se utiliza para planificar intervenciones quirúrgicas o valorar la eficacia de los tratamientos, indolora y no invasiva que, al utilizar dosis muy bajas de radiación, no supone un riesgo para la salud del paciente.
Un TAC facial proporciona información de las distintas estructuras de la cara, y se utiliza principalmente para estudiar las siguientes:
- Senos paranasales: son las cavidades internas de los huesos que rodean la nariz que se comunican con la cavidad nasal. Su función es producir moco para que la nariz no se seque durante la respiración. El cuerpo humano tiene cuatro senos localizados en huesos distintos, de los que reciben su nombre: seno frontal, seno etmoidal, seno esfenoidal y seno maxilar.
- Cavidad nasal: es la porción interna de la nariz, separada en dos partes por el tabique nasal. Tiene un orificio anterior que se comunica con el exterior (fosas nasales) y otro posterior (coanas) que da acceso a la faringe. Se divide en vestíbulo, región respiratoria y región olfatoria.
- Maxilar: uno de los huesos principales del cráneo y, especialmente, de la cara. Tiene un papel importante en el habla, la masticación y la sujeción de las piezas dentales. Se divide en dos partes: maxilar superior y maxilar inferior.
- Mandíbula: se trata del maxilar inferior, que se articula en los huesos temporales para permitir la masticación y el habla. Es un soporte fundamental de la estructura facial.
- Macizo facial: es el conjunto de huesos que forman el esqueleto de la cara. Además de la mandíbula, que es el hueso más grande y fuerte de la cara, está constituido por los trece huesos del viscerocráneo (2 nasales, 2 cigomáticos, 1 vómer, 2 maxilares, 2 conchas nasales, 2 palatinos y 2 lagrimales).
- Órbitas oculares: cavidad que alberga el globo ocular, los párpados y las vías lagrimales. Se compone de los huesos maxilar, cigomático, frontal, etmoides, lagrimal, esfenoides y palatino.
Un TAC facial puede hacerse con o sin contraste, dependiendo del tipo de tejidos que se necesiten ver con mayor claridad.
¿Cuándo está indicada?
Son muchos y muy diversos los motivos por los que se solicita un TAC facial, dependiendo de los síntomas y la zona de la cara que se precise analizar. Los más habituales son:
- TAC de senos paranasales: cáncer, sinusitis, enfermedades inflamatorias, endurecimiento de las membranas o retención de líquido.
- TAC nasal: quistes benignos, tumores cancerosos.
- TAC maxilar o mandibular: tumores cancerosos, prognatismo (maxilar más adelantado de lo normal), micrognatia (mandíbula excesivamente pequeña), retrognatismo (maxilar colocado más atrás de lo habitual), colocación de implantes dentales, endodoncias, regeneración ósea, extracciones complejas.
- TAC del macizo facial: fracturas óseas, trastornos de la articulación temporomandibular, quistes o tumores.
- TAC de las órbitas oculares: infecciones, fracturas, presencia de objetos extraños en la zona del ojo, sangrado, quistes, tumores, enfermedad de Graves (producción excesiva de hormona tiroidea).
El TAC facial está contraindicado en las embarazadas y las mujeres en periodo de lactancia, ya que los efectos de la radiación son mayores en los niños. Por este motivo, se estudia cada caso concreto para valorar los riesgos y los beneficios de hacer este tipo de pruebas en pacientes pediátricos.
El uso de contraste se desaconseja en pacientes con enfermedades renales, cardiacas o tiroideas, así como en aquellos con alergia a sus componentes.
¿Cómo se realiza?
El TAC facial es un procedimiento rápido que se lleva a cabo en la sala de radiología de los centros médicos. Consta de los siguientes pasos:
- El paciente se tumba bocarriba en una camilla.
- Cuando se hace un TAC con contraste, se inyecta en una vena periférica, que suele ser del brazo.
- Se desliza la camilla al interior del aparato, que tiene forma de tubo.
- Se emite la radiación, que es absorbida en mayor medida por algunos tejidos que por otros. De esta forma, cada estructura queda reflejada en diferentes tonalidades de gris. Aquellas que dejan pasar más radiación hacia el exterior se ven más oscuras, mientras que las que la retienen se ven de color más claro. Las células que guardan la sustancia de contraste (vasos sanguíneos, tumores cancerosos) se perciben en tono más brillante.
- El dispositivo gira alrededor de la estructura (gantry) para conseguir imágenes desde ángulos distintos. Cada toma refleja un corte de entre uno y diez milímetros de grosor.
- La computadora superpone todos los cortes para ofrecer una representación tridimensional de las estructuras que facilita el análisis.
Riesgos
A pesar de que utiliza rayos X, la tomografía axial computarizada facial no supone un riesgo para la salud de los pacientes, ya que las dosis son mínimas. En este tipo de prueba, se suelen emplear entre 4 y 6 milisieverts, que equivalen a unos dos años de radiación natural de fondo (radiación presente en la naturaleza cuando no hay agentes contaminantes).
Aunque no es habitual, es posible que se produzca una reacción alérgica al contraste.
Qué esperar de un TAC facial
El día de la prueba, el paciente firma el consentimiento informado y se viste con la bata hospitalaria. También debe quitarse los objetos metálicos con los que haya acudido a la cita (joyas, gafas, dentadura postiza, audífonos).
Se tumba en la camilla y, si es necesario, se inyecta el contraste. En este momento, es normal sentir un pinchazo leve y, en unos pocos segundos, taquicardia y calor repentino en el brazo, el pecho y los genitales. Estos efectos secundarios desaparecen después de unos minutos.
La camilla se desliza al interior del tubo y, para conseguir las imágenes desde todos los ángulos, se mueve adelante y atrás. Además, las placas giran alrededor del paciente generando algo de ruido que no llega a ser muy molesto.
El TAC facial dura entre cinco y quince minutos, tiempo en el que el paciente debe permanecer lo más quieto posible. Una vez finalizado, se puede volver a la rutina de inmediato.
Especialidades en las que se solicita el TAC facial
Los especialistas en radiología se encargan de hacer el TAC facial a petición de los odontólogos, estomatólogos, cirujanos maxilofaciales, endocrinos, traumatólogos, oftalmólogos, oncólogos u otorrinolaringólogos.
Cómo prepararse
Solamente es necesario hacer ayuno antes de un TAC facial con contraste. Se recomienda no ingerir ni líquidos ni alimentos sólidos durante cuatro o seis horas.
Como no se puede entrar en la sala de radiología con objetos metálicos, es conveniente dejarlos en casa, siempre que sea posible. Algunos cosméticos tienen partículas de metal en su composición, por lo que se aconseja acudir sin maquillaje.