Tomografía de coherencia óptica (OCT)

La tomografía de coherencia óptica proporciona imágenes detalladas de la estructura del ojo. Esta prueba no invasiva emite haces de luz que se traducen en representaciones transversales de los componentes oculares, incluso de los más pequeños.

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Descripción General

La tomografía de coherencia óptica (OCT) es una técnica diagnóstica no invasiva que permite observar con detalle las estructuras del ojo. Se utiliza especialmente para examinar la retina (membrana del ojo que recibe la luz y envía señales al cerebro para que produzca las imágenes que vemos) y la córnea (capa exterior que protege el ojo y permite el paso de la luz a su interior). En concreto, es muy útil para detectar daños en la mácula (parte central de la retina que aporta nitidez a la visión) o el nervio óptico y para orientar el tratamiento del glaucoma o de la enfermedad ocular diabética.

En la OCT se utilizan haces de luz para obtener las imágenes de la retina. El resultado son representaciones en forma de cortes transversales de las estructuras oculares de alta resolución. Una de las principales ventajas de esta técnica es que se pueden observar con detalle estructuras de tamaño muy pequeño.

¿Cuándo está indicada?

La tomografía de coherencia óptica está indicada en pacientes con síntomas compatibles con diversas enfermedades como:

  • Degeneración macular asociada a la edad (DMAE).
  • Agujero en la mácula.
  • Enfermedad ocular diabética (retinopatía diabética).
  • Edema macular.
  • Tracción vitreomacular.
  • Alteraciones de los vasos sanguíneos.
  • Diversas enfermedades de la córnea.
  • Drusas del nervio optico

También resulta muy útil para valorar el tipo de glaucoma que se padece, una vez diagnosticado, y encontrar el tratamiento más adecuado en cada caso, así como para conocer el estado del ojo antes de programar una cirugía refractiva.

Para que la tomografía de coherencia óptica ofrezca la información necesaria, es preciso que la luz entre desde el dispositivo hasta el interior del ojo sin ningún tipo de impedimento. Por lo tanto, esta prueba se desaconseja en casos de opacidades corneales o cataratas, ya que los resultados no serán los esperados.

¿Cómo se realiza?

Durante la OCT, el paciente permanece sentado con la barbilla y la frente apoyadas en un soporte colocado delante del dispositivo, para evitar que el movimiento de la cabeza produzca imágenes borrosas. Cuando comienza el procedimiento, se debe procurar mantener el ojo abierto durante el mayor tiempo posible. Para hacer el escaneado no es preciso tocar el ojo, simplemente se aplican los rayos de luz. El oftalmólogo indicará al paciente los puntos de luz hacia los que debe mirar.

Riesgos

La tomografía de coherencia óptica no supone ningún riesgo ni provoca efectos secundarios.

Qué esperar de una tomografía de coherencia óptica

Este procedimiento dura entre 5 y 10 minutos, y puede llevarse a cabo en la consulta del oftalmólogo. Se trata de una prueba indolora y no invasiva cuya única molestia puede ser un ligero lagrimeo si se permanece sin parpadear durante mucho tiempo.

Si es necesario dilatar la pupila, las gotas pueden causar un leve picor. Cuando la pupila se agranda, el exceso de luz que entra en el ojo provoca una visión borrosa que permanece durante tres o cuatro horas. En estos casos, conviene acudir con un acompañante que sirva de guía para volver a casa, así como evitar la conducción.

Especialidades en las que se solicita una OCT

La tomografía de coherencia óptica es una prueba que realizan los oftalmólogos.

Cómo prepararse

No es necesaria una preparación especial antes de una OCT. En algunos casos, el especialista aplica gotas de dilatación pupilar antes del procedimiento.