Quirónsalud
Blog del equipo de Cardiología del Hospital La Luz
La parada cardiorrespiratoria es una situación de emergencia provocada por la interrupción de la respiración y circulación, potencialmente recuperable.
En los niños, las causas más frecuentes son las que producen un fallo respiratorio. Una vez que tiene lugar, puede dar lugar a graves secuelas salvo que se inicien rápidamente maniobras adecuadas de reanimación cardiopulmonar, que permiten una oxigenación de emergencia sin medios técnicos.
La reanimación cardiopulmonar básica es la que podemos realizar nosotros en primeros auxilios.
Es importante que mantengamos la calma, nos aseguremos de que el niño no respira ni tiene pulso, en cualquier caso, hay que avisar al número de emergencias (112 en España) o pedir que alguien realice esta llamada si el bebé no respira y/o no tiene pulso.
Y es que, aunque esperamos no tener que usarlos nunca, siempre es bueno conocer los primeros auxilios y cómo realizar una reanimación cardiopulmonar a un niño, ya que puede que de nuestra actuación dependa su vida, en el siguiente apartado compartimos los conocimientos básicos de cómo realizar maniobras de reanimación en un niño.
Reanimación cardiopulmonar pediátrica
El primer paso es evaluar la situación, motivando una respuesta mediante estimulación verbal y táctil, sin sacudirlo.
En el niño inconsciente, si la respiración es anormal:
Proceda inmediatamente con 15 compresiones torácicas, a menos que haya signos claros de circulación (como movimiento, tos), según se indica:
Después de 15 compresiones, realizar 2 insuflaciones efectivas y continuar con una relación 15:2. No interrumpa la RCP salvo que haya signos evidentes de recuperación.
Situación especial debida a la pandemia por Covid-19
Las guías del Consejo Europeo de Resucitación promueven la continuación de los intentos de reanimación en las paradas cardíacas, al tiempo que procuran minimizar el riesgo para la persona o personas que actúen de reanimadores y proporcionen el tratamiento. Si no hay certeza sobre la presencia de la COVID-19, las personas que realizan RCP deben realizar una evaluación dinámica del riesgo considerando:
Se ha abordado en este post la reanimación de las personas de bajo riesgo o con resultados negativos confirmados para la COVID-19.
No interrumpa la RCP hasta que…
Dra. Ana Casado,
Especialista cardióloga general y hemodinámica
Si todos supiéramos identificar esta situación con precocidad, pedir ayuda y realizar las maniobras de resucitación cardiopulmonar básica lograríamos reducir en gran medida el número de personas que fallecen o el riesgo de secuelas neurológicas que ocurren como consecuencia de la ausencia de oxigenación cerebral.
La inmensa mayoría de las paradas cardiacas se producen lejos de un hospital, sobre todo en nuestros propios domicilios o en recintos públicos, con una incidencia que se sitúa entre 67 y 170/100.000 habitantes. Generalmente, en estos lugares no suele haber personal sanitario que pueda dirigir la reanimación. Por ello, el objetivo de quienes presencien un episodio de este tipo es comenzar la reanimación cardiopulmonar (RCP) cuanto antes, para que los órganos del paciente, sobre todo el cerebro, no se encuentren tan dañados cuando se presente la ambulancia.
La mitad de la población adulta reconoce no saber identificar correctamente una parada cardiorrespiratoria. Pero, si tiene miedo de hacer RCP o no está seguro de cómo hacer RCP correctamente, debe saber que siempre es mejor intentarlo que no hacer nada, la peor reanimación es no realizarla y la diferencia entre hacer algo y no hacer nada puede ser la vida de una persona.
En este post vamos a repasar la RCP para que tengan unos conocimientos básicos.
Evaluación inicial:
1- SEGURIDAD: Asegúrese que usted, la víctima y otros testigos del incidente estén a salvo.
2- BÚSQUEDA DE RESPUESTA: sacuda suavemente a la víctima por los hombros, preguntándole en voz alta "¿estás bien?"
3- COMPROBAR VÍA AÉREA: Si no hay respuesta, coloque a la víctima boca arriba. Con una mano en la frente y los dedos de la otra en la base del mentón, incline suavemente la cabeza de la víctima hacia atrás levantando la barbilla para abrir las vías respiratorias. Mire, escuche y sienta la respiración durante no más de 10 segundos.
Reanimación cardiopulmonar básica
Si no ha recibido capacitación sobre RCP o no está seguro de si puede hacer respiraciones de rescate, solamente haga compresiones ininterrumpidas en el pecho hasta que lleguen los sanitarios. No es necesario que intente hacer respiración de rescate. Los pasos a seguir son:
1. Arrodíllese al lado de la víctima.
2. Coloque la parte inferior de la palma de una de sus manos en la mitad inferior del esternón de la víctima (o centro del pecho).
3. Coloque la palma de su otra mano encima de la primera mano y entrelace los dedos.
4. Mantenga sus brazos estirados.
5. Colóquese verticalmente por encima de la víctima y presione el esternón para comprimirlo unos 5 cm (no más de 6).
6. Después de cada compresión, libere toda la presión sobre el pecho, sin perder el contacto entre sus manos y el esternón.
7. Repita a una velocidad de 100-120 compresiones por minuto.
DEA
Situación especial debida a la pandemia por Covid-19
Las guías del Consejo Europeo de Resucitación promueven la continuación de los intentos de reanimación en las paradas cardíacas, al tiempo que procuran minimizar el riesgo para la persona o personas que actúen de reanimadores y proporcionen el tratamiento. Si no hay certeza sobre la presencia de la COVID-19, las personas que realizan RCP deben realizar una evaluación dinámica del riesgo considerando:
Se ha abordado en este post la reanimación de las personas de bajo riesgo o con resultados negativos confirmados para la COVID-19.
No interrumpa la RCP hasta que…
Dra. Ana Casado,
Especialista cardióloga general y hemodinámica
Después del implante de un stent en una arteria del corazón los pacientes deben saber que ahora más que nunca hay que mejorar el estilo de vida, continuar con seguimientos rutinarios y cumplir con la medicación pautada. En los siguientes apartados, vamos a dar ciertas recomendaciones e intentar resolver dudas básicas que se nos puedan presentar.
¿Qué tratamiento tengo que seguir tras el implante de un stent y durante cuánto tiempo?
1- ANTIAGREGANTES:
El stent es una prótesis metálica implantada dentro de una arteria y para que no se formen trombos es necesario un tratamiento para evitar que el cuerpo lo rechace, especialmente los primeros meses. Los antiagregantes son fármacos que actúan a nivel de las plaquetas, reduciendo la capacidad de éstas de agregarse y formar trombos. En otras palabras, queremos que la sangre sea algo más "fluida".
El tiempo que hay que mantener la antiagregación puede ser variable, ya que depende de múltiples factores. Su cardiólogo individualizará cada caso, valorando la edad, el riesgo de sangrado, la diabetes, la necesidad de otros fármacos anticoagulantes, etc…
2- ESTATINAS:
Son fármacos que permiten un adecuado control del colesterol. Está ampliamente demostrado que el paciente con cardiopatía isquémica y stent necesita tener unos niveles de colesterol más bajos que la población sana, y conseguirlo aumenta la durabilidad de los stents y la esperanza de vida del paciente. Las contraindicaciones absolutas de las estatinas son escasas y los efectos secundarios infrecuentes. Pese a ello, es habitual encontrar pacientes que han dejado la estatina tras el implante del stent por miedo al leer el prospecto o por su mala publicidad en ocasiones en internet.
Los pilares del tratamiento de la cardiopatía isquémica tras el implante del stent son por tanto los antiagregantes y las estatinas. Las demás medicaciones dependerán de otros factores como la tensión arterial, la diabetes, la función ventricular o la presencia de arritmias, y se irán añadiendo al tratamiento según las necesidades de cada paciente.
¿Puedo reincorporarme al trabajo?
La tasa de reincorporación al trabajo ha mejorado claramente en la última década, y en parte esto se debe al implante precoz de los stents en situaciones agudas como los infartos de miocardio, permitiendo una reducción del daño cardiaco y por tanto de las posibles complicaciones a largo plazo (como arritmias e insuficiencia cardíaca). El implante de un stent por sí solo no es el determinante para estimar una baja laboral y son muy pocos los tipos de trabajos que llegan a estar contraindicados tras su colocación. Hay que tener en consideraciones otros parámetros, como la fuerza del corazón o el tipo de trabajo. La llegada de los stents ha contribuido a una mayor tasa de reincorporación laboral en pacientes con cardiopatía isquémica.
¿Puedo hacer deporte tras un stent?
Parte de las medidas tras en el implante de un stent incluyen cambio del estilo de vida y un control adecuado de los factores de riesgo cardiovasculares como el tabaco, la hipertensión arterial, la dislipemia, la diabetes o el sedentarismo.
Así, cuando un paciente nos pregunta si puede realizar actividad física tras el implante de un stent, nuestra respuesta como cardiólogos es que no solo no está contraindicado, sino que es aconsejable realizar una actividad física moderada y predominantemente aeróbica. Establecer el momento ideal para volver a hacer ejercicio o el nivel de intensidad aconsejable debe ser una decisión en conjunto tomada con su cardiólogo tomando en cuenta muchas variables clínicas.
¿Cuánto dura un stent? ¿Hay que cambiarlo?
Los stents no tienen fecha de caducidad, por lo que no hay que recambiarlos. La idea es que cuando se implanta un stent, sea de por vida, aunque existe siempre un riesgo de que el stent se vaya ocluyendo. Los stents de última generación y los fármacos que se utilizan hoy en día han permitido disminuir la tasa de nueva obstrucción del stent. Aún así, en el caso de que esto ocurriese tampoco se retiraría el stent obstruido, sino que se volvería a realizar un nuevo cateterismo para dilatar dicho stent, o si fuese necesario se podría implantar otro stent dentro del previo.
¿Puedo conducir con un stent?
La cardiopatía isquémica puede aumentar el riesgo relativo de accidente. Igual que cuando hablamos de la reincorporación al trabajo o de la actividad física, los posibles riesgos en la conducción tras el implante de un stent dependen más del contexto clínico en el que se ha implantado y de las posibles arritmias, que del stent en sí mismo, la decisión debe ser tomada en conjunto por su cardiólogo y tomando en cuenta además del motivo del implante del stent, el tipo de vehículo a conducir.
Conclusión…
El stent ha permitido mejorar la calidad de vida de los pacientes con cardiopatía isquémica, pero ya sabemos que el proceso no finaliza ahí. Es imprescindible en todos los pacientes un seguimiento cardiológico continuo posterior, cambios en el estilo de vida, y mantener la medicación pautada. Y por supuesto no hay que tener miedo a preguntar, estamos aquí para resolver.
Doctor Daniele Gemma
Especialista en Cardiología, departamento de hemodinámica
¿Qué es un stent? ¿por qué se implanta? y sobretodo ¿qué podemos hacer tras su colocación en una arteria coronaria?
Un stent coronario es una prótesis parecida a una malla metálica flexible (muchas veces se describe al paciente como "un muelle") que se implanta a través de un catéter en una arteria coronaria parcial o totalmente ocluida. Para simplificarlo, podemos imaginar la arteria coronaria como una tubería que lleva la sangre con el oxígeno y los nutrientes a las células cardíacas. Cuando en la pared de esta tubería se van depositando productos de suciedad (en el caso de las arterias, sobretodo células grasas e inflamatorias), su diámetro se va estrechando hasta causar una falta de riego que no permite una llegada suficiente de sangre al músculo cardíaco, con la consecuente angina o infarto. Es entonces cuando, sin necesidad de operar, se realiza un cateterismo a través de un pinchazo en el vaso, y se progresa en la tubería obstruida, colocando un stent, que al hincharlo a nivel de la zona de mayor estrechamiento permite "aplastar" la malla metálica del stent a la pared de la tubería, que vuelve por tanto a tener su diámetro normal.
¿Cómo es la recuperación inmediata tras el cateterismo y el implante de un stent coronario?
Hoy en día, afortunadamente, alrededor del 80-90% de los cateterismos y de las angioplastias coronarias (implante de stent) se realizan a través de la arteria radial de la muñeca, permitiendo tanto una reducción del riesgo de complicaciones importantes relacionadas con el procedimiento, como una más rápida y casi inmediata recuperación del paciente.
Tras un procedimiento realizado por la muñeca, se coloca un vendaje compresivo durante unas 3-4 horas en la zona de punción. El paciente puede incorporarse casi de inmediato, y si no hay complicaciones, puede realizar una vida prácticamente normal tras la retirada dl mismo. Se aconseja únicamente durante los siguientes 3-4 días tras el alta, evitar coger pesos superiores a unos 4-5 Kg o trabajos que precisen un movimiento de muñeca continuo, con el brazo por lo que se ha realizado la intervención.
Si por lo contrario el acceso se ha realizado a través de la ingle, hay que tomar más precauciones. Habitualmente el paciente debe permanecer tumbado al menos 6-8 horas, para permitir el correcto cierre de la vía de acceso. Tras un periodo variable de vigilancia, si no se han producido complicaciones, se procede al alta. El paciente podrá entonces realizar paseos de corta distancia y en superficies llanas sin problemas, aunque tendrá que limitar los primeros 2-3 días las subidas y bajadas por las escaleras, los trabajos pesados, la jardinería o ponerse de cuclillas.
Pese a los nervios existentes durante el procedimiento, realmente es una vez implantado el stent cuando surgen las principales dudas y preguntas del paciente por lo que es imprescindible en todos los pacientes un seguimiento cardiológico continuo posterior, cambios en el estilo de vida, y mantener la medicación pautada.
Doctor Daniele Gemma
Especialista en Cardiología, departamento de hemodinámica
En estos tiempos pandémicos que corren hemos sido testigos de una investigación biomédica aceleradísima: las vacunas contra el SARS-CoV2, el virus que produce la COVID-19. Hemos sido además bombardeados con una cantidad de información a la que nunca antes habíamos estado expuestos (ni siquiera en el caso del VIH, o la gripe A). Por otra parte, la pandemia ha cambiado también nuestra forma de entender la consulta médica: aunque seguimos prefiriendo el cara a cara con nuestros médicos, ¿cómo hacerlo, con las listas de espera, las restricciones y los aforos?
Actualmente en España están aprobadas cuatro vacunas para la COVID-19: dos de tecnología ARN-m (Pfizer y Moderna) y dos basadas en adenovirus inactivados (AstraZeneca y Janssen). En los ensayos clínicos de las cuatro vacunas la población que se seleccionó incluía pacientes con diversas patologías: obesidad, HTA, DM2, cardiopatías crónicas; en esos momentos se sabía que todas eran un factor de riesgo para COVID grave, por lo que incluirlas era obligatorio.
En nuestro centro de trabajo recibimos una cantidad importante de tele-consultas a raíz de la vacunación frente a la COVID19. Es evidente que esto es el resultado de todo lo expuesto anteriormente, y ¿cómo no entenderlo? "En la tele han dicho tal cosa". "He leído que esta marca de vacuna hace esto". La información sin una guía puede ser contraproducente. Además, los pacientes cardiológicos, que en definitiva tienen una enfermedad crónica y tienen un mayor riesgo frente a la COVID 19 se sienten aún más desamparados. "¿No me ha dicho mi médica que yo tengo la sangre demasiado densa y por eso tomo anticoagulantes? ¿Pertenezco al grupo de riesgo para que me dé una trombosis mortal después de la vacunación?"
Por suerte, las respuestas a todas estas dudas es una muy sencilla:
Primero hay que vacunarse.
Hay que vacunarse porque en ningún grupo de edad los efectos secundarios de las vacunas son mayores que el riesgo de morir o padecer una enfermedad grave por SARS-CoV2.
Además, las vacunas están siendo sometidas a un sistema de farmacovigilancia tan estricto que en ocasiones pecamos de precavidos.
Pero si usted tiene una cardiopatía y aún tiene dudas sobre la vacunación, debe saber:
- Por padecer la cardiopatía no aumenta el riesgo de trombosis post vacunación. Esto depende más del factor edad, y ya todos los protocolos sanitarios lo tienen en cuenta.
- La medicación que toma no provoca problemas importantes. Especialmente los anticoagulantes (sintrom, eliquis, lixiana, xarelto o dabigatran), que no deben de ser suspendidos para recibir la vacuna. Lo mismo podemos decir de los antiagregantes, como el adiro o el clopidogrel.
- Los efectos secundarios son similares a los que padece la población general: fiebre, mal estar, dolor articular, etc
Y si aún tiene dudas, consulte con su cardiólogo de confianza.
Doctor Guillermo Alonso Deniz
Especialista en Cardiología
CardioBlog es el resultado del esfuerzo de un equipo de profesionales altamente motivados en resolver numerosas interrogantes y problemas de la vida diaria en pacientes cardiológicos; y facilitar consejos a aquella población sana interesada en mejorar sus hábitos de vida y controlar sus factores de riesgo cardiovascular. Nuestro objetivo es combinar la experiencia clínica con las últimas actualizaciones científicas en cardiología y prevención cardiovascular, para ayudar a resolver preocupaciones habituales de la población en riesgo.
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