Hemocromatosis: cómo gestionar el exceso de hierro y evitar complicaciones

Hemocromatosis: cómo gestionar el exceso de hierro y evitar complicaciones

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6 de noviembre de 2024
Hospital Universitari Dexeusen/health-centers/hospital-universitari-dexeus
Endocrinología y Nutriciónen/specialities/endocrinologia-nutricion

La hemocromatosis es un trastorno que provoca una absorción excesiva de hierro desde el tubo digestivo, lo que genera una acumulación de este mineral en órganos como el hígado, el páncreas, el corazón, las glándulas endocrinas, la piel y las articulaciones.

Es el trastorno genético más frecuente, y suele diagnosticarse entre los 40 y 60 años, siendo más común en hombres que en mujeres. Los síntomas iniciales pueden incluir fatiga, dolor en las articulaciones, dolor abdominal, pérdida de peso inexplicada y disminución del apetito sexual.

Sin embargo, si no se controla, el exceso de hierro puede llevar a problemas graves como cirrosis hepática, cáncer de hígado, diabetes mellitus o trastornos hormonales.

Las causas de la hemocromatosis pueden ser genéticas o adquiridas. En la forma hereditaria, llamada hemocromatosis primaria, el problema viene dado por una mutación genética. La forma secundaria suele estar relacionada con múltiples transfusiones de sangre debido a anemias crónicas, lo que provoca una sobrecarga de hierro en el organismo.


El tratamiento principal para reducir el exceso de hierro en el cuerpo es la flebotomía, que consiste en la extracción de sangre de forma periódica. La frecuencia de este procedimiento depende de los síntomas, los niveles de hemoglobina y ferritina en el suero, así como de la cantidad de hierro que la persona consume en su dieta. Además de la flebotomía, es importante tratar de manera adecuada las complicaciones que puedan surgir debido a la acumulación de hierro, como la diabetes, la artritis, la insuficiencia hepática y la insuficiencia cardíaca.


La nutricionista Maria Valero del servicio de endocrinología y nutrición del Hospital Universitari Dexeus nos habla de que la alimentación también juega un papel crucial en la gestión de la hemocromatosis.


Se desaconseja el consumo de:

  • Alcohol, especialmente para pacientes que tienen daño hepático
  • Se debe evitar el consumo de pastillas o vitaminas que contengan hierro, suplementos vitamínicos, utensilios de cocina fabricados con hierro.
  • Evitar alimentos procesados y fortificados, como cereales para desayunar o barritas de cereales (contienen mucha cantidad de hierro)

LIMITAR las carnes rojas y de caza, las vísceras y embutidos grasos (morcilla, butifarra negra, foi-gras…)

Evitar mariscos como (berberechos, almejas y mejillones) por su gran aporte de hierro.


Algunos alimentos pueden ayudar a reducir la absorción de hierro en el organismo. Es preferible no combinar comidas principales con alimentos ricos en vitamina C, como cítricos, fresas o kiwi, ya que esta vitamina facilita la absorción del hierro no hemo (de origen vegetal).


En su lugar, se puede optar por beber té, café o lácteos al final de las comidas. Asimismo, el consumo de alimentos integrales es beneficioso, ya que el ácido fítico presente en ellos dificulta la absorción de hierro y otros minerales. Los alimentos ricos en taninos, como el té y el café, también ayudan a reducir la absorción de hierro si se consumen al final de las comidas principales.


Adoptar estas pautas de tratamiento y de alimentación es esencial para controlar los niveles de hierro en personas con hemocromatosis y prevenir posibles complicaciones a largo plazo.

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