Ojo seco: una patología poco banal que puede ser solucionada con pulsos de luz de forma ambulatoria

Ojo seco: una patología poco banal que puede ser solucionada con pulsos de luz de forma ambulatoria

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17 de noviembre de 2025
Hospital Universitario Quirónsalud Madriden/health-centers/hospital-universitario-quironsalud-madrid
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Los pacientes que padecen presentaciones graves de ojo seco muestran una angustia similar a la que sufre una persona que está sufriendo una angina de pecho. Pese a ser considerada por muchas personas como una patología banal, es muy incapacitante para las personas que la padecen y, en casos graves, puede llegar a producir ceguera.

"Existen diferentes tipos de ojo seco según su origen. En primer lugar, existe el ojo seco que se produce por escasa producción de lágrima, denominado ojo seco hiposecretor. En segundo lugar, se encuentra el ojo seco que se produce por una excesiva evaporación de las lágrimas y que se debe a que éstas no están bien formadas por alteraciones en su capa lipídica; a este ojo seco se le denomina evaporativo. En tercer lugar, está el ojo seco mixto que une características de los dos anteriores", explica el Dr. Carlos Palomino, oftalmólogo del Olympia Centro Médico Pozuelo y jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital Universitario Quirónsalud Madrid.

Para el ojo seco evaporativo y el mixto es de gran utilidad una técnica denominada luz pulsada intensa (IPL, por sus siglas en inglés), que consiste en "tratar las glándulas de Meibomio que se encuentran en los párpados y que son las encargadas de segregar la grasa que recubre las lágrimas e impiden su evaporación", detalla el Dr. Palomino. "La disfunción más frecuente de las glándulas de Meibomio produce una segregación de grasa más densa que la normal que causa una mayor evaporación lagrimal. El tratamiento con luz pulsada baja la densidad de la grasa, la hace más fluida y gracias a esta menor densidad consigue una menor evaporación de las lágrimas".

Para una utilización correcta del dispositivo de luz pulsada es fundamental conocer la causa del ojo seco. "Para conseguirlo realizamos diferentes pruebas: una de ellas es el test de Schirmer, que consiste en la colocación de una tira de papel de filtro bajo el párpado inferior de cada ojo durante cinco minutos, para luego medir cuánto se ha humedecido. Si se humedece una zona de más de 10 milímetros se considera una producción de lágrima normal; si por el contrario se humedece menos de 10 milímetros se considera que el paciente sufre ojo seco".

Para completar el diagnóstico se realiza otra prueba que se denomina Tiempo de rotura (BUT, por sus siglas en inglés) que analiza lo que tarda la lágrima en romperse: "Desde que cierras el ojo hasta que lo abres, la lágrima debe estar formada hasta un máximo de entre 12 y 14 segundos. Si este tiempo es menor, la lágrima puede ser suficiente, pero no con la calidad necesaria", explica el Dr. Palomino, que recalca que estas pruebas son claves para clasificar correctamente a los pacientes y realizar un tratamiento efectivo.

El Dr. Palomino explica que la intervención con luz pulsada se realiza de forma ambulatoria (no requiere ingreso) tampoco es necesario dilatar la pupila: "Los pacientes que vienen conduciendo también se pueden ir en automóvil a su casa sin molestias".
La incidencia de ojo seco cada vez es mayor en nuestro entorno. El Dr. Palomino aboga por la formación de la población para conocer su gravedad: "Existe una impresión generalizada de que el ojo seco es una patología banal y que con unas gotas se puede evitar, pero nada más lejos de la realidad. El ojo seco produce una molestia intensa y continuada. Los pacientes refieren una angustia similar a los enfermos que sufren una angina de pecho. Los casos de peor evolución pueden llevar a la ceguera del paciente "y hay que considerar también que la sequedad ocular causa una pérdida de visión de alrededor de un 30%".

Preguntado por si las pantallas aumentan la incidencia de ojo seco el Dr. Palomino lo tiene claro: "No es la principal causa, pero sí que influye. Cuando lees un libro los ojos están prácticamente cerrados mirando hacia abajo y la evaporación de lágrima es escasa; sin embargo, al ver una pantalla, el parpadeo es similar a cuando lees, pero los ojos están mucho más abiertos, lo que favorece la evaporación de la lágrima al tener más superficie ocular en contacto con el aire".

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