Arteriosclerosis
Toda la información sobre las causas, los síntomas, las complicaciones y los tratamientos del endurecimiento de las arterias.
Síntomas y causas
La arterosclerosis es el endurecimiento de las arterias, que se engrosan y pierden flexibilidad con el paso del tiempo o debido a una lesión en sus paredes internas. Se trata de una patología grave que, si no se trata adecuadamente, puede poner en riesgo la vida del paciente.
Existen distintos tipos de arteriosclerosis dependiendo de la zona de la arteria que esté afectada y los motivos por los que se ha dañado:
- Aterosclerosis: al ser la más frecuente, es habitual que reciba el nombre genérico de arteriosclerosis. Las arterias de mediano y gran calibre se estrechan por la acumulación de placas de ateroma (grasa, colesterol, lípidos, tejido conectivo y células inflamatorias), por lo que se restringe el flujo sanguíneo.
- Arteriolosclerosis: las paredes de las arterias de calibre pequeño se engrosan por la formación de depósitos de material hialino (compuesto principalmente por proteínas) o a la proliferación de células musculares.
- Arteriosclerosis de Mönckeberg: se producen acúmulos de calcio en la capa media de las arterias de calibre mediano que provocan una pérdida de elasticidad, pero no estrechan su diámetro.
La arteriosclerosis puede llegar a impedir el flujo de la sangre y comprometer el funcionamiento de los órganos vitales. Aun así, su pronóstico suele ser bueno si se detecta a tiempo, se hacen cambios en el estilo de vida y se siguen el tratamiento adecuado.
Síntomas
Los síntomas de arteriosclerosis tardan en manifestarse, por lo que la enfermedad suele estar avanzada cuando se perciben. Por este motivo, algunos de los signos son una patología en sí misma a la que se ha llegado como consecuencia de un deterioro progresivo de las arterias. Estas señales son diferentes dependiendo del tipo de arteriosclerosis que se padezca:
- Aterosclerosis: la disminución del flujo sanguíneo y la consiguiente falta de oxigenación de los tejidos provoca síntomas distintos dependiendo de la zona del cuerpo afectada:
- Aterosclerosis coronaria:
- Angina de pecho: dolor en el pecho irradiado a los hombros, los brazos o la mandíbula, dificultad para respirar, palpitaciones, fatiga y náuseas provocados por una oclusión parcial de las arterias.
- Infarto de miocardio: sucede cuando la arteria se tapona por completo. Los síntomas son similares a los de la angina de pecho.
- Insuficiencia cardiaca: el corazón no puede bombear la cantidad de sangre necesaria para satisfacer las necesidades del organismo.
- Aterosclerosis coronaria:
- arteriosclerosis cerebral:
- Isquemia cerebral transitoria: interrupción temporal del flujo sanguíneo en una parte del cerebro que provoca entumecimiento, problemas para caminar y dificultad para ver o hablar.
- Ictus: se produce la situación descrita con anterioridad, pero de forma persistente.
- aterosclerosis renal:
- Insuficiencia renal: los riñones cumplen con menos de un 15 % de su función habitual. Se muestra cansancio, náuseas, falta de apetito e hinchazón de las manos y los pies.
- Hipertensión arterial.
- arteriosclerosis periférica: se presenta principalmente en las piernas.
- Dolor y calambres musculares.
- Color azulado de la piel.
- Disminución del crecimiento de las uñas y el vello.
- Dificultad de cicatrización.
- Aterosclerosis aórtica: provoca aneurismas, que son un abombamiento anormal de la arteria.
- Arteriolosclerosis: no suele producir síntomas por sí misma, ya que se manifiesta cuando la enfermedad que provoca en los órganos afectados (normalmente, disfunción) comienza a mostrarse.
- Arteriosclerosis de Mönckeberg: es asintomática, ya que las calcificaciones no estrechan la arteria.
Causas
La arteriosclerosis se produce cuando algunas sustancias presentes en la sangre penetran en la pared arterial debido a que el endotelio está dañado y deja de cumplir con su función de barrera protectora.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de que se deteriore el endotelio y, por lo tanto, se desarrolle arteriosclerosis son:
- Hipertensión arterial.
- Hipercolesterolemia.
- Obesidad.
- Tabaquismo.
- Edad avanzada.
- Diabetes.
- Sedentarismo.
- Predisposición genética.
Complicaciones
Las complicaciones de la arteriosclerosis son, principalmente, aquellas enfermedades que el daño en las arterias causan en diferentes órganos del cuerpo. Tal y como se han descrito entre los síntomas, las más frecuentes son:
- Ataque cardiaco.
- Insuficiencia cardiaca.
- Accidente cerebrovascular.
- Insuficiencia renal.
- Embolia: cuando la placa de ateroma se rompe, puede provocar un coágulo que se desplace a otros órganos. Si llega al pulmón, se produce una situación potencialmente mortal.
Prevención
Para prevenir la arteriosclerosis se deben adoptar unos hábitos de vida saludables, entre los que se incluyen:
- Llevar una alimentación saludable rica en frutas, verduras y ácidos omega-3 en la que se eviten las grasas saturadas y los azúcares refinados.
- Hacer ejercicio moderado regularmente.
- No fumar.
- Limitar el consumo de alcohol.
- Controlar la diabetes, la hipercolesterolemia y la hipertensión.
- Evitar el estrés.
¿Qué médico trata la arteriosclerosis?
La arteriosclerosis es una patología que se aborda en la especialidad de angiología y cirugía vascular.
Diagnóstico
El diagnóstico de la arteriosclerosis no siempre es fácil, ya que puede ser asintomática o mostrar los síntomas cuando la enfermedad está avanzada. Por este motivo, es fundamental acudir a revisiones periódicas, especialmente a partir de los 40 años, en las que se compruebe el estado general de salud de los pacientes. Estos chequeos suelen incluir:
- Anamnesis: se valoran los antecedentes médicos y familiares del paciente, así como sus hábitos y su estilo de vida.
- Control de las constantes vitales: ritmo cardiaco, frecuencia respiratoria, temperatura y presión arterial.
- Análisis de sangre: evalúa los niveles de colesterol, glucosa y triglicéridos. Si existen factores de riesgo, se determina la presencia de la proteína C reactiva, que suele estar presente cuando hay inflamación arterial.
En pacientes con sospecha de arteriosclerosis, se llevan a cabo pruebas más específicas para evaluar el funcionamiento del corazón y el estado de las arterias:
- Electrocardiograma: se registra la actividad eléctrica para controlar el ritmo y la frecuencia del corazón.
- Ergometría: se evalúa el funcionamiento del corazón mientras se hace un esfuerzo.
- Ecocardiograma: se comprueba la forma en la que la sangre fluye a través del corazón, además del estado de las estructuras internas.
- Cateterismo: detecta posibles obstrucciones en las arterias.
- Índice tobillo-brazo: permite detectar la enfermedad arterial periférica comparando la presión arterial en el tobillo con la del brazo.
Tratamiento
El tratamiento definitivo de la arteriosclerosis consiste en desobstruir las arterias y devolverles un calibre adecuado para que la sangre fluya por el organismo sin obstáculos. Dependiendo de cada caso, se puede optar por una técnica diferente:
- Angioplastia coronaria: se introduce un catéter con un balón en el extremo que se infla en la zona obstruida y rompe la placa, que se adhiere a la pared vascular.
- Colocación de stents: el procedimiento es similar al anterior con la diferencia de que el balón inflable incluye una malla metálica que mantiene la arteria abierta de forma permanente. Estos dispositivos pueden ser reabsorbibles o mantenerse indefinidamente en su lugar. En ocasiones, liberan fármacos de forma progresiva para frenar el crecimiento del tejido arterial.
La arteriosclerosis puede reaparecer si estos tratamientos no están acompañados de un cambio en los hábitos de vida.
































































































