Gota o artritis gotosa
¿Qué es la gota? Toda la información relativa a las causas, los síntomas y los tratamientos de esta enfermedad.
Síntomas y causas
La gota es una enfermedad que produce inflamación y dolor en las articulaciones (normalmente en la primera metatarsofalángica del pie, que es la del dedo gordo) debido a la acumulación de pequeños cristales de ácido úrico. Cuando los depósitos son tan grandes que forman nódulos que se pueden palpar a través de la piel, se denominan tofos gotosos.
Suele manifestarse en forma de ataques que provocan un dolor agudo de forma repentina, casi siempre en forma de artritis aguda de una sola articulación (esto es, una monoartritis). A pesar de su intensidad, la gota suele responder adecuadamente tanto a los tratamientos como a los cambios de hábitos alimentarios, por lo que remite sin provocar complicaciones.
Síntomas
Los síntomas habituales de los ataques de gota son:
- Dolor intenso en la articulación afectada que se agudiza por las noches.
- Inflamación.
- Enrojecimiento.
- Movimiento limitado.
- Cuando la enfermedad avanza, tofos.
Causas
La causa de la gota es la hiperuricemia, es decir, el aumento de la concentración de ácido úrico en la sangre.
Factores de riesgo
El riesgo de padecer gota aumenta significativamente en los siguientes casos:
- Sexo masculino.
- Entre 30 y 50 años.
- Mujeres en la menopausia.
- Alimentación que eleva los niveles de ácido úrico: marisco, carne roja, fructosa o alcohol.
- Sobrepeso.
- Diabetes.
- Hipertensión.
- Algunos diuréticos o medicamentos para la hipertensión.
Complicaciones
La gota puede generar cristales de ácido úrico que se desplazan a los riñones y pueden provocar un cólico nefrítico.
Prevención
Algunos consejos para prevenir los ataques de gota son:
- Mantener un peso adecuado.
- Evitar las bebidas edulcoradas, los zumos con fructosa y el alcohol.
- Hidratarse debidamente.
- Reducir el consumo de carne roja.
- Incluir en la dieta pescados, verduras, lácteos y alimentos ricos en fibra.
¿Qué médico trata la gota?
Los especialistas en reumatología son quienes diagnostican y tratan la gota.
Diagnóstico
Los síntomas y el estilo de vida del paciente son uno de los principales indicativos para diagnosticar la gota. Para confirmar las sospechas, el especialista lleva a cabo otras pruebas:
- Exploración física y observación de la articulación dañada.
- Análisis de sangre para determinar si existe hiperuricemia (más de 7 ml/dl).
- Análisis del líquido sinovial para detectar cristales de ácido úrico.
- Pruebas de imagen (radiografía, ecografía o tomografía computarizada) para descartar otras afecciones y detectar tofos gotosos.
Tratamiento
El tratamiento de la gota debe enfocarse como dos problemas independientes:
- Tratamiento del ataque agudo de gota
- Tratamiento del aumento del ácido úrico en sangre (hiperuricemia).
En primera instancia debe desinflamarse la articulación afectada, tradicionalmente con colchicina vía oral; en una segunda fase se combina la colchicina con un tratamiento hipouricemiante (alopurinol o febuxostato) para ya en una tercera fase mantener simplemente el hipouricemiante.
Una vez que los síntomas remiten, se recomienda hacer un cambio en el estilo de vida que incluya hacer ejercicio físico, mantener un peso adecuado e introducir alimentos saludables en la dieta.
