Leucemia
¿Cuáles son los distintos tipos de leucemia que existen? Información sobre las causas, los síntomas y las terapias más eficaces para este tipo de cáncer de sangre.
Síntomas y causas
La leucemia es un tipo de cáncer que afecta a las células que forman la sangre. En la mayoría de los casos, provoca una sobreproducción de glóbulos blancos que, además, no funcionan correctamente. En algunas ocasiones, esta enfermedad también daña a los glóbulos rojos, las plaquetas o la médula ósea.
Si se atiende a la velocidad de evolución de la leucemia, se divide en dos grandes grupos que, a su vez, se clasifican en subtipos dependiendo del tipo de células a las que afecta:
- Leucemia aguda: se caracteriza porque las células anormales son blastos (células inmaduras) y no funcionan de forma adecuada. Los pacientes suelen empeorar rápidamente porque las células cancerosas se desarrollan muy rápido.
- Leucemia linfocítica aguda (LLA): se crea una gran cantidad de linfoblastos inmaduros que crecen muy rápido y suplantan a las células de la médula ósea encargadas de formar las células sanguíneas, por lo que se dejan de producir plaquetas, linfocitos y leucocitos, es más frecuente en niños.
- Leucemia mieloide aguda (LMA): las células mieloides se transforman en glóbulos blancos inmaduros (mieloblastos) reduciendo el número de linfocitos sanos.
- Leucemia crónica: suele mostrar pocos síntomas, por lo que se tarda en diagnosticar. Pueden estar provocadas por un exceso o un defecto de producción de células sanguíneas.
- Leucemia linfocítica crónica (LLC): se incrementa la cantidad de linfocitos B en la sangre y se acumulan poco a poco. Con el paso del tiempo pueden propagarse a otras partes del cuerpo. Es el tipo de leucemia más común entre los adultos.
- Leucemia mieloide crónica (LMC): una alteración genética afecta a las células mieloides, que desarrollan el gen canceroso BCR-ABL, el cromosoma resultante de esta alteración genética es el cromosoma Philadelphia. Después de un tiempo, se acumulan en la médula ósea, llegan a la sangre y, a través de esta, a otros órganos.
Gracias a la mejora en las técnicas diagnósticas y al desarrollo de nuevos tratamientos, la esperanza de vida de los pacientes con leucemia ha aumentado considerablemente, especialmente entre los niños. No obstante, el pronóstico de la enfermedad depende de la edad y la condición del paciente, así como del tipo al que pertenezca.
Síntomas
Los síntomas varían según el tipo de leucemia que se padezca, pero algunos son comunes a todas ellas:
- Dolor de huesos.
- Anemia.
- Ganglios inflamados.
- Debilidad.
- Cansancio.
- Petequia: manchas rojas en la piel de tamaño pequeño y forma redondeada.
- Pérdida de peso involuntaria.
- Fiebre (sin causa aparente).
- Sangrados nasales frecuentes.
- Propensión a los hematomas (moratones).
- Infecciones frecuentes.
Causas
A día de hoy, todavía se desconocen las causas de la leucemia. Los científicos creen que se debe a una combinación de predisposición genética y factores ambientales.
Factores de riesgo
Algunos de los aspectos que se relacionan con un mayor riesgo de padecer leucemia son:
- Edad: la leucemia crónica es más frecuente en personas mayores de 65 años, mientras que la aguda se suele presentar en la infancia.
- Exposición a radiaciones ionizantes.
- Manipulación de sustancias químicas.
- Tratamientos de quimio o radioterapia.
- Algunas enfermedades genéticas como la anemia de Fanconi o el síndrome de Down.
- Antecedentes familiares (la Asociación Española contra el Cáncer
estima que un 10 % de las leucemias son heredadas).
Complicaciones
Los pacientes con leucemia tienen una mayor predisposición a sufrir:
- Infecciones.
- Hemorragias.
- Espesamiento de la sangre.
- Síndrome de vena cava superior: dilatación de las venas del tórax y el cuello, edema facial, dolor de cabeza, alteración de la visión o disminución de la consciencia debido a una obstrucción del flujo sanguíneo.
- Ralentización del crecimiento.
- Problemas cardiopulmonares.
- Desarrollo de otros cánceres.
Prevención
La leucemia no es un tipo de cáncer que se pueda prevenir cambiando los hábitos de vida.
¿Qué médico trata la leucemia?
Los especialistas en Hematología y Hemoterapia, Oncología Médica, Oncología Radioterápica y Genética son quienes intervienen en el diagnóstico y tratamiento de la leucemia.
Diagnóstico
La sospecha de leucemia surge después de analizar los síntomas de los pacientes y valorar su estado de salud general. Para confirmar el diagnóstico, se llevan a cabo las siguientes pruebas:
- Analítica de sangre: se observan, principalmente, los valores de los leucocitos y se hace un recuento de células sanguíneas.
- Análisis de médula ósea: se determina la cantidad existente de células productoras de sangre.
- Citometría de flujo: identifica marcadores tumorales y facilita información sobre las células sanguíneas (cantidad, tamaño y forma).
- Estudio citogenético: analiza la estructura de los cromosomas celulares para ver cómo se comportan durante la mitosis (división celular).
- Pruebas de diagnóstico por imagen: las ecografías, las radiografías o las tomografías computarizadas permiten observar el estado de los ganglios y de los órganos que puedan estar afectados.
Tratamiento
Al igual que en el resto de cánceres, el tratamiento de la leucemia debe adecuarse a las características tanto del paciente como de la enfermedad. Los más eficaces hoy en día son:
- Quimioterapia: muy utilizada para los casos agudos, consiste en la administración intravenosa de una combinación de fármacos químicos que destruyen las células cancerosas.
- Trasplante de médula ósea: puede proceder del propio paciente o de un donante. Permite reemplazar las células malignas por otras sanas que funcionen correctamente.
- Radioterapia: se utiliza radiación de alta potencia para detener el crecimiento de las células cancerosas.
- Inmunoterapia: se fortalecen las defensas naturales del cuerpo para ayudarlas a combatir la enfermedad.
- Terapia dirigida: se utilizan medicamentos enfocados a destruir una anomalía concreta de las células malignas.