Lipedema
¿Qué es el lipedema? Todo sobre los síntomas, las causas y el tratamiento de la acumulación de tejido adiposo bajo la piel.
Síntomas y causas
El lipedema es una patología crónica por la que la grasa se distribuye de forma irregular debajo de la piel. Como consecuencia, se forman acúmulos de tejido adiposo en algunas zonas del cuerpo, principalmente en las piernas, la cadera, los glúteos y los brazos. El resultado es una desproporción entre el volumen de las piernas o los brazos y el resto del cuerpo.
El lipedema se clasifica en tres grados dependiendo de su gravedad:
- Lipedema de grado 1: es el estado más leve. La superficie de la piel permanece lisa, pero comienzan a palparse nódulos blandos debido al engrosamiento del tejido.
- Lipedema de grado 2: la superficie se vuelve irregular, ya que aparecen nódulos de consistencia dura que sobresalen de la piel. Estos quistes no están encapsulados y tienen un tamaño variable (entre una nuez y una manzana).
- Lipedema de grado 3: los nódulos son todavía más grandes, por lo que el tejido se vuelve más duro y se produce una deformación de los miembros afectados.
Se trata de una enfermedad poco conocida, la OMS (Organización Mundial de la Salud) no la reconoció hasta 2018, que afecta casi exclusivamente a las mujeres. Debido a que sus síntomas pueden confundirse con la obesidad o la celulitis (cambios en la apariencia de la piel), es una enfermedad infradiagnosticada.
Síntomas
Los síntomas más característicos del lipedema son:
- Acumulación de grasa que provoca una desproporción corporal y que no responde adecuadamente a la dieta o el ejercicio. A diferencia del linfedema, los acúmulos se distribuyen simétricamente, es decir, en ambos lados del cuerpo. Según avanza, se extiende por diversas zonas:
- Lipedema tipo I: glúteos y caderas. El tejido adiposo está aumentado en nalgas y muslos
- Lipedema tipo II: glúteos, caderas, muslos y cara interna de las rodillas.
- Lipedema tipo III: glúteos, caderas y toda la pierna, hasta los tobillos.
- Lipedema tipo IV: Piernas, brazos y en ocasiones, antebrazos.
- Lipedema tipo V o lipolinfedema: Afecta a todo el cuerpo, incluida la parte de debajo del tobillo.
- Dolor: es la principal característica diferenciadora frente a la obesidad o la celulitis.
- Sensibilidad al tacto.
- Hinchazón que empeora tras estar mucho tiempo de pie, durante la menstruación o con el calor.
- Piel irregular.
- Hematomas frecuentes.
Causas
Todavía no se conocen los motivos concretos por los que se desarrolla el lipedema. Aun así, se ha comprobado que existe una relación estrecha con:
- Cambios hormonales.
- Predisposición genética.
- Mayor permeabilidad de los vasos sanguíneos.
- Alteraciones del sistema linfático que propician la acumulación de líquido.
Factores de riesgo
Los factores de riesgo más destacados para padecer lipedema son:
- Ser mujer: se estima que una de cada diez mujeres tiene la enfermedad.
- Pubertad, embarazo o menopausia.
- Uso de anticonceptivos hormonales.
- Estrés, ya que puede alterar el equilibrio de las hormonas.
- Antecedentes familiares.
- Sedentarismo: aunque no lo provoca, puede empeorar los síntomas.
Complicaciones
El lipedema tiene un impacto negativo en la calidad de vida de los pacientes, que pueden sufrir:
- Autoestima baja.
- Aislamiento social.
- Depresión.
- Ansiedad.
- Trastornos de la alimentación.
Cuando el lipedema es grave y está muy avanzado, puede derivar en linfedema (acumulación de líquido linfático).
Prevención
El lipedema no se puede prevenir, ya que depende de factores genéticos y hormonales.
Para reducir los síntomas y frenar su avance, se recomienda:
- Llevar una dieta rica en verdura, fruta y grasas saludables.
- Evitar los alimentos procesados.
- Beber entre 1,5 y 2 litros de agua al día.
- Hacer ejercicio de bajo impacto (yoga, ciclismo, caminar, nadar) de forma regular.
- Mantener un peso saludable.
- Controlar el estrés.
¿Qué médico trata el lipedema?
El lipedema es una enfermedad que se trata en las especialidades de, cirugía vascular, medicina física y rehabilitación y cirugía plástica, estética y reparadora.
Diagnóstico
El diagnóstico del lipedema es eminentemente clínico y está basado en:
- Anamnesis: entrevista con el paciente para conocer su estilo de vida, su historial médico, sus antecedentes familiares y los síntomas por los que ha acudido a la consulta.
- Examen físico:
- Se observa la distribución de la grasa.
- Se palpan las zonas afectadas para determinar la presencia de nódulos y evaluar el nivel de dolor.
- Signo de Stemmer: se pellizca piel de la parte superior del segundo dedo del pie. Si es posible tomar un pliegue entre los dedos, se descarta el linfedema y se pueden atribuir los síntomas al lipedema
- Pruebas complementarias: la ecografía, la resonancia magnética o la linfografía (estudio radiológico del sistema linfático) se utilizan principalmente para descartar otras patologías.
Tratamiento
El tratamiento del lipedema es multidisciplinar y varía dependiendo de su gravedad. Entre los métodos más utilizados, destacan:
- Medias compresivas: controlan el dolor y evitan que el líquido se desplace a otras zonas del cuerpo. No se trata de un abordaje que cure la enfermedad.
- Terapia descongestiva compleja (TDC): es un tratamiento conservador que combina varios procedimientos:
- Vendajes compresivos.
- Drenaje linfático manual.
- Presoterapia neumática intermitente.
- Control de la alimentación: es un tratamiento natural que alivia los síntomas en pacientes con sobrepeso u obesidad. Suele consistir en una dieta restrictiva combinada con una terapia de reeducación nutricional.
- Mesoterapia: se suministran microinyecciones con medicación para eliminar la grasa localizada y estimular la circulación sanguínea y linfática.
- Carboxiterapia: es un procedimiento similar al anterior, pero se administra dióxido de carbono (CO2).
- Crioterapia: se utiliza frío extremo para reducir la inflamación y calmar el dolor.
- Tratamiento quirúrgico: se recurre a la cirugía cuando el lipedema avanza a pesar de seguir las recomendaciones conservadoras. En estos casos, se lleva a cabo una liposucción, una operación que consiste en la reducción del tejido adiposo que se acumula debajo de la piel. Los resultados son duraderos, ya que las células de grasa eliminadas no vuelven a aparecer.