Síndrome nefrótico

¿Qué es el síndrome nefrótico? ¿A qué se refiere la proteinuria en rango nefrótico? Todo sobre las causas, los síntomas, los métodos diagnósticos y los tratamientos para el exceso de proteínas en la orina.

Síntomas y causas

El síndrome nefrótico es un conjunto de síntomas que provoca un trastorno de los glomérulos (vasos sanguíneos de los riñones que presentan poros similares a un colador), que dejan filtrar los desechos y el exceso de agua de la sangre, sin permitir el paso de proteínas ni sangre. Como consecuencia, la orina presenta unos niveles elevados de proteínas, la sangre muestra una deficiencia de las mismas, junto con un exceso de colesterol, y se produce hinchazón (edema) en algunas zonas del cuerpo.

A pesar de que el síndrome nefrótico puede afectar a todo tipo de personas, es más habitual entre los niños, especialmente entre los 18 meses y los 4 años. Esta afección puede desarrollarse poco a poco o mostrarse de forma repentina.

El pronóstico del síndrome nefrótico varía dependiendo de aquello que lo provoca. En aquellos casos en los que las causas se pueden tratar, más habitualmente durante la infancia, los síntomas desaparecen por completo.

Síntomas

Los síntomas más habituales de un síndrome nefrótico son:

  • Retención de líquidos.
  • Dolor abdominal.
  • Fatiga.
  • Orina espumosa (como cerveza).
  • Inapetencia.
  • Hinchazón o edema que comienza en las piernas y va ascendiendo.
  • Malestar general.

Causas

La causa más habitual del síndrome nefrótico son los daños en los glomérulos, aumentando el tamaño de los poros haciendo que se filtren las proteínas. Esta anomalía puede tener orígenes diversos, que propician una clasificación de la enfermedad en dos tipos:

  • Síndrome nefrótico primario: puede deberse a una anomalía genética o ser de naturaleza idiopática, es decir, que se desconoce la causa.
  • Síndrome nefrótico secundario: está provocado por otras enfermedades:
    • Nefropatía diabética: la diabetes mellitus daña los riñones.
    • Nefropatía de cambios mínimos: es la más habitual entre los niños, se debe a un funcionamiento deficitario de los riñones, aunque no presenten alteraciones físicas claras.
    • Nefropatía segmentaria: se debe a la glomeruloesclerosis focal, que propicia la cicatrización de algunos vasos de los riñones.
    • Nefropatía membranosa: primaria o secundaria a lupus eritematoso sistémico, la hepatitis B, la malaria o algunos tipos de cáncer que propician la acumulación de depósitos del sistema inmunitario (anticuerpos) en las membranas de los glomérulos, por lo que se engrosan y deforman permitiendo el paso de proteínas.
    • Nefropatía amiloide: causada por la amiloidosis, que es una acumulación de proteínas en los vasos sanguíneos.

Factores de riesgo

Los principales factores que aumentan la probabilidad de padecer el síndrome nefrótico son:

  • Enfermedades como la enfermedad renal diabética, el lupus, el cáncer o la amiloidosis.
  • Infecciones como la hepatitis C y B, la malaria o el VIH.
  • Medicamentos como los antiinflamatorios no esteroideos o los antibióticos.

Complicaciones

El síndrome nefrótico puede derivar en:

  • Edema o hinchazón en algunas partes del cuerpo.
  • Anemia.
  • Mala nutrición.
  • Coágulos sanguíneos.
  • Hipercolesterolemia.
  • Hipertensión.
  • Enfermedad renal crónica.
  • Infecciones.

Prevención

A pesar de que en la mayoría de las ocasiones el síndrome nefrótico no se puede prevenir, para cuidar la salud de los glomérulos conviene seguir algunos consejos como mantener baja la presión arterial, controlar el nivel de azúcar en la sangre cuando se tiene diabetes o vacunarse frente a las infecciones comunes.

¿Qué médico trata el síndrome nefrótico?

Los especialistas en Nefrología y en Pediatría y sus Áreas Específicas especializados en riñón son los médicos que diagnostican y tratan el síndrome nefrótico.

Diagnóstico

Para diagnosticar el síndrome nefrótico, se llevan a cabo las siguientes pruebas:

  • Anamnesis y estudio de los síntomas.
  • Análisis de orina: detecta la cantidad de proteínas o la presencia de sangre en la orina.
  • Análisis de sangre: examina los niveles de albúmina o de creatinina. En estos casos, incluye los niveles de nitrógeno ureico en sangre (BUN).
  • Biopsia de riñón: sirve para determinar la causa del síndrome. Para ello, se analiza una muestra de tejido.

Tratamiento

En la mayoría de las ocasiones, el tratamiento del síndrome nefrótico se centra en aliviar los síntomas y en curar la enfermedad que lo causa. Los abordajes más eficaces son:

  • Medicación: corticosteroides, inmunosupresores, antihipertensivos, diuréticos o anticoagulantes.
  • Cambios en el estilo de vida: se recomienda reducir la cantidad de grasas y colesterol en la dieta, ingerir proteínas magras o vegetales, evitar el consumo de sal y reducir los líquidos.
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