Síndrome de la vejiga hiperactiva
¿Qué soluciones hay para la vejiga hiperactiva? Información sobre sus causas y sus síntomas, además de consejos para prevenirla y tratarla.
Síntomas y causas
El síndrome de la vejiga hiperactiva causa una necesidad repentina y urgente de orinar que no se puede controlar. En ocasiones, esta afección produce pérdidas urinarias tanto de día como de noche.
A pesar de que no se trata de una enfermedad grave, el síndrome de la vejiga hiperactiva reduce notablemente la calidad de vida, ya que los afectados suelen limitar sus relaciones sociales.
En la mayoría de los casos, los tratamientos actuales, basados en ejercicios específicos y cambios en el estilo de vida, permiten recuperar la función normal de la vejiga sin necesidad de recurrir a abordajes más invasivos.
Síntomas
El principal síntoma de la vejiga hiperactiva es la sensación constante de tener que orinar de forma urgente. Además, se suele manifestar con otros signos como:
- Pérdidas de orina involuntarias.
- Orinar más de ocho veces al día.
- Necesidad de levantarse para orinar por la noche.
Causas
Cuando los músculos del suelo pélvico se contraen por sí solos, se produce el síndrome de la vejiga hiperactiva. Es decir, se sienten ganas de orinar sin que los impulsos nerviosos indiquen que la vejiga está llena. Esta alteración en la función muscular puede estar causada por:
- Trastornos neurológicos.
- Cambios hormonales.
- Infecciones urinarias.
- Tumores o cálculos renales.
- Incontinencia urinaria por rebosamiento (la vejiga no se vacía por completo al orinar).
- Deterioro de la función cognitiva.
- Diabetes.
Factores de riesgo
Algunos de los factores que aumentan el riesgo de padecer vejiga hiperactiva son:
- Envejecimiento (pérdida de masa muscular, menopausia, agrandamiento de la próstata, deterioro cognitivo, mayor dificultad para caminar).
- Infecciones del tracto urinario.
- Enfermedades neurológicas como la esclerosis múltiple.
- Determinados medicamentos.
Complicaciones
El síndrome de la vejiga hiperactiva puede producir aislamiento social en quien lo padece, así como causar depresión, ansiedad o alteraciones del sueño.
Prevención
Llevar un estilo de vida saludable ayuda a prevenir la vejiga hiperactiva: practicar deporte con regularidad, seguir una dieta equilibrada y evitar el consumo de alcohol.
Además, es de gran ayuda fortalecer los músculos pélvicos haciendo los ejercicios de Kegel. Para ello, se deben contraer durante cinco segundos aproximadamente, descansar durante la misma cantidad de tiempo y repetir, al menos, diez veces. Para lograr los resultados esperados, se recomienda repetir cada serie tres veces al día.
¿Qué médico trata la vejiga hiperactiva?
La vejiga hiperactiva es un trastorno que tratan los especialistas en Urología y, en el caso de las mujeres, también los especialistas en Ginecología y Obstetricia. Cuando está causada por la edad, también se puede acudir a Geriatría.
Diagnóstico
Para diagnosticar la vejiga hiperactiva, se estudian los síntomas y los antecedentes clínicos del paciente. Además, se suelen realizar las siguientes pruebas:
- Examen físico para comprobar el estado de la vejiga.
- Diario miccional para conocer la frecuencia con la que se orina o se sienten ganas de hacerlo.
- Análisis de sangre y orina para descartar otras enfermedades o infecciones.
- Estudio urodinámico para comprobar el funcionamiento de la vejiga, su capacidad y la capacidad de presión que tienen los músculos que la rodean.
- Ecografía de la vejiga para observar posibles malformaciones o determinadas patologías como quistes, cálculos o tumores.
- Uroflujometría para medir el volumen y la velocidad del flujo de orina durante la micción.
- Medición de la orina residual que queda en la vejiga después de miccionar.
Tratamiento
Hay muchos abordajes diferentes para tratar la vejiga hiperactiva. Los más utilizados son:
- Ejercicios de Kegel: estos ejercicios para fortalecer los músculos del suelo pélvico sirven tanto para prevenir la enfermedad como para revertirla una vez que se ha manifestado.
- Biorretroalimentación: técnica para aprender a controlar las funciones de la vejiga con el uso de estímulos eléctricos.
- Entrenamiento de la vejiga para acostumbrar a los músculos. Para ello, se debe retrasar durante unos minutos el momento de orinar y alargar el tiempo progresivamente hasta retrasar la micción de dos a tres horas.
- Medicamentos: en ocasiones es necesario recurrir a pastillas de estrógenos ayudan a fortalecer los músculos de la vejiga durante la menopausia.
- Inyecciones intravesicales con neuromoduladores : relaja los músculos y permiten corregir los síntomas de la vejiga hiperactiva durante un periodo de seis meses aproximadamente, ha demostrado mejorar la incontinencia urinaria en pacientes refractarios al tratamiento farmacológico.
- Neuromodulación del nervio tibial posterior o de las raíces sacaras.
- Cirugía de vejiga: como último recurso, se puede agrandar la vejiga utilizando tejido intestinal o, incluso, reconstruirla por completo.adores"