Citología ginecológica
En una citología ginecológica se toman muestras del tejido del cuello del útero para descartar o diagnosticar enfermedades como el cáncer de cuello de útero, el virus del papiloma humano u otras infecciones, tanto víricas como bacterianas. Para ello, se toma una muestra por raspado y se analizan las células en el laboratorio.

Descripción General
La citología ginecológica, también conocida como test de Papanicolau o citología cervicovaginal, es un procedimiento que se lleva a cabo en las revisiones rutinarias para detectar el cáncer de cuello de útero y otras enfermedades como infecciones víricas o bacterianas.
Para obtener la muestra de tejido, se hace un raspado suave (citología exfoliativa) con una espátula en la vagina y el cuello del útero. Una vez preservada adecuadamente, se envía al laboratorio donde los especialistas en anatomía patológica la preparan y observan con el microscopio en busca de células con alteraciones.
¿Cuándo está indicada?
Cuando la citología de Papanicolau se lleva a cabo como método de cribado para la detección temprana del cáncer cervical, está indicada cada 3 años en mujeres sanas de entre 25 y 30 años y cada 5 años en aquellas que tienen entre 30 y 65.
Esta prueba también se realiza cuando:
- Hay indicios de cáncer de cuello de útero: dolor pélvico, inflamación, escozor al orinar, flujo anormal, sangrado entre periodos menstruales, hematuria, molestias en las relaciones sexuales.
- Se tienen antecedentes familiares de cáncer cervical.
- Existen sospechasde infección por el virus del papiloma humano (VPH): cambios en el color de los labios vaginales, bultos en la vulva, dolor crónico, picor.
- Signos de una enfermedad de transmisión sexual: granos, llagas, verrugas, irritación, flujo con textura u olor fuera de lo normal, relaciones sexuales dolorosas.
- Síntomas compatibles con la vaginosis: secreciones espesas de color grisáceo, picor o ardor vaginal, mal olor después de las relaciones sexuales.
¿Cómo se realiza?
Para tomar las muestras, la paciente se tumba en la camilla ginecológica con las piernas abiertas y apoyadas en los soportes. Normalmente, se coloca una sábana de tela o papel sobre los muslos para preservar la intimidad. Con un espéculo, se mantiene abierta la vagina, por la que se introduce la espátula con la que se recoge tejido de la vagina y del cuello del útero mediante una ligera fricción.
En el laboratorio, se coloca la muestra en un portaobjetos, se fija y, finalmente, se aplica una tinción que ayuda a observar las estructuras celulares y los posibles indicios cancerosos. Una vez preparada, se observa con el microscopio para determinar si la apariencia de las células es normal o tiene alteraciones.
En los últimos años, se ha desarrollado la citología líquida, una nueva técnica que introduce la muestra en un líquido conservante y se somete a una serie de procesos antes de poner una capa muy fina de células (monocapa) en el portaobjetos. De este modo, el análisis visual es más sencillo que con la técnica tradicional y permite hacer un diagnóstico más acertado.
Riesgos
La citología cervicovaginal no supone un riesgo para la salud.
En algunos casos, se produce un leve sangrado después de la toma de la muestra que suele desaparecer por sí solo en menos de un día.
Qué esperar de una citología ginecológica
La toma de la muestra de tejido para un test de Papanicolau es un procedimiento ambulatorio que puede hacerse en la consulta del ginecólogo y apenas dura unos minutos. Después, se puede volver a la rutina sin necesidad de permanecer en observación ni hacer reposo.
El día de la prueba, conviene vestir con ropa cómoda y fácil de quitar. El momento de colocar el espéculo y de proceder al frotis para obtener las células resulta doloroso para algunas mujeres. Mantenerse lo más tranquila posible y relajar los músculos pélvicos facilita el procedimiento y reduce las molestias.
Los resultados se explican en una consulta posterior, pasados entre ocho y diez días.
Especialidades en las que se solicita una citología ginecológica
Los ginecólogos se encargan de tomar las muestras y enviarlas al laboratorio donde los patólogos las preparan y las estudian. En ocasiones, los oncólogos solicitan esta prueba.
Cómo prepararse
A pesar de que la citología ginecológica no precisa ningún tipo de preparación especial, existen algunas recomendaciones para evitar que los resultados se vean alterados:
- Lavar solo con agua y de forma externa, evitando las duchas vaginales.
- Evitar las relaciones sexuales durante las 48 horas previas.
- No conviene someterse a una citología con la regla, es adecuado esperar a que la menstruación haya finalizado y la vagina esté completamente limpia. No es preciso cancelar la cita si se trata de un sangrado espontáneo, ya que el especialista decidirá si se puede realizar la prueba.
- Cancelar los tratamientos tópicos (óvulos, espermicida) durante la semana anterior.