Gasometría arterial o venosa
La gasometría, arterial o venosa, sirve para conocer la concentración de gases en la sangre, la acidez y el pH. Esta información es útil para valorar la existencia de enfermedades respiratorias o la evolución de pacientes con alteraciones en los riñones o el corazón.

Descripción General
La gasometría es una prueba diagnóstica que se realiza en el laboratorio para determinar la concentración de gases en la sangre (normalmente, oxígeno y dióxido de carbono), la acidez (equilibrio ácido-base) o nivel de pH.
Existen dos tipos de gasometría dependiendo de dónde se tome la sangre:
- Gasometría arterial: es la más frecuente, se extrae sangre que va desde los pulmones a otras partes del cuerpo, con una cantidad alta de oxígeno. Permite conocer la capacidad de los pulmones para intercambiar gases en su interior, por lo que es habitual para diagnosticar enfermedades respiratorias.
- Gasometría venosa: se toma la sangre que retorna a los pulmones, con niveles más altos de CO2. Este análisis se utiliza tanto para evaluar si los niveles de gases sanguíneos son los adecuados como para determinar si hay equilibro ácido-base en la sangre. Este tipo de examen sirve para detectar enfermedades del sistema respiratorio o endocrino, como la diabetes. Es muy útil para valorar la oxigenación celular.
¿Cuándo está indicada?
La gasometría se practica cuando hay sospecha de una enfermedad respiratoria que dificulta el intercambio de gases en los pulmones, como la insuficiencia respiratoria, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOCEnfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC))Enfermedad pulmonar ), asma o fibrosis quística.
También es una prueba habitual en la preparación para cirugías abdominales o torácicas, en el seguimiento de la evolución de enfermedades de los pulmones, en la evaluación de la eficacia de los tratamientos de oxigenoterapia o comprobar el equilibrio ácido-básico en pacientes con insuficiencia renal o cardiaca, infecciones severas o diabetes no controlada.
Normalmente, los pacientes que se someten a una gasometría tienen algunos de estos síntomas:
- Respiración rápida o descontrolada.
- Náuseas y vómitos.
- Fatiga.
- Mareos.
- Arritmia (alteración del ritmo cardiaco).
- Inhalación de agentes contaminantes como humo, polvo o gases químicos).
¿Cómo se realiza?
El procedimiento para hacer una gasometría es muy sencillo, ya que basta con extraer sangre de un vaso sanguíneo:
- Gasometría arterial: se toma la muestra en una arteria, normalmente, en la muñeca, la ingle o el brazo. Para evitar el dolor, ya que este procedimiento es más molesto que cuando se hace en una vena, se aplica anestesia tópica antes de introducir la aguja.
- Gasometría arterial: se practica de forma similar a la toma de muestras para un análisis de rutina. Se inserta la aguja en una vena del brazo y se obtiene una cantidad de sangre.
Las muestras se analizan en el laboratorio, donde se evalúa si los niveles de oxígeno, dióxido de carbono y pH son los adecuados.
Riesgos
La gasometría es una prueba segura que no supone un riesgo para la salud.
En ocasiones, se pueden formar hematomas en la zona donde se ha tomado la muestra debido a que sale un exceso de sangre del vaso y se acumula debajo de la piel.
Qué esperar de una gasometría
La gasometría es una prueba ambulatoria tras la que se puede retomar la actividad habitual de inmediato.
A pesar de no ser un procedimiento doloroso, en la gasometría venosa se siente un pinchazo cuando se introduce la aguja para tomar la muestra. Si se practica en una arteria, no se siente esta molestia gracias a la anestesia. Después de la extracción, se coloca un apósito y se recomienda aplicar presión durante cinco minutos para reducir el riesgo de que se formen hematomas.
Una gasometría no suele tardar más de 10 o 15 minutos.
Los resultados se facilitan al paciente una vez transcurridos varios días. Los valores anormales pueden estar causados por la alteración de diferentes sistemas del cuerpo y patologías muy diversas, por lo que, para una buena interpretación, deben estar explicados por un especialista médico.
Especialidades en las que se solicita una gasometría
La gasometría arterial o venosa se lleva a cabo en la especialidad de Urgencias, neumología, endocrinología o nefrología.
Cómo prepararse
Antes de una gasometría, se debe evitar el tabaco y la exposición a aire contaminado. Además, el facultativo indicará si es preciso dejar de tomar la medicación habitual, especialmente si son anticoagulantes.
No es necesario acudir en ayunas.