Prueba de cromogranina A

La prueba de cromogranina A (CgA) mide la concentración en sangre de esta proteína, que actúa como marcador para los tumores neuroendocrinos. Es decir, un nivel elevado de CgA puede indicar la presencia de un tumor neuroendocrino.

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Descripción General

La prueba de cromogranina A (CgA) es un tipo de análisis bioquímico que tiene como objetivo medir la concentración de cromogranina A en sangre.

La cromogranina A es una proteína que forma parte de las graninas, unas proteínas acídicas localizadas en los gránulos secretores de las células neuroendocrinas. La CgA regula el almacenamiento y la secreción de hormonas y neuropéptidos, y es la precursora de varios péptidos funcionales que modulan la función neuroendocrina. También denominada proteína secretora paratiroidea 1, está codificada por el gen CHGA. Los valores normales de la CgA en sangre oscilan entre 19,1 ng/ml y 98,1 ng/ml.

¿Cuándo está indicada?

La cromogranina A es un tipo de marcador tumoral: una cantidad elevada de CgA en sangre apunta a la existencia de tumores neuroendocrinos, gastrointestinales y pancreáticos, incluyendo carcinoides, feocromocitomas, neuroblastomas, carcinomas medulares de tiroides o algunos tumores pituitarios.

Asimismo, los niveles de CgA también pueden estar elevados en una serie de tumores no derivados de tejidos neuroendocrinos, como el carcinoma de pulmón de células pequeñas o el cáncer de próstataCáncer de próstataCáncer .

Por lo tanto, la prueba de la cromogranina A en sangre se indica cuando existe sintomatología compatible con un tumor neuroendocrino que no está causada por otra patología:

  • Cansancio.
  • Pérdida de peso.
  • Pérdida de apetito.
  • Náuseas.
  • Diarrea.
  • Dolor abdominal.
  • Enrojecimiento de la piel.
  • Palpitaciones, temblores.
  • Sudoración.
  • Digestiones complejas.
  • Micción frecuente.
  • Aumento de la sed.
  • Alteraciones en la conducta, como depresión o irritabilidad.

Además, la prueba de CgA se utiliza para comprobar la efectividad del tratamiento contra el tumor y para detectar posibles recidivas.

¿Cómo se realiza?

Para realizar un análisis de cromogramina A es necesario tomar una muestra de sangre del paciente. La muestra se extrae mediante una venopunción, generalmente en el brazo. Suele recolectarse un volumen de 2 ml.

Una vez extraída, la muestra se analiza en el laboratorio utilizando diferentes métodos inmunológicos para cuantificar la concentración de CgA en sangre, entre ellos:

  • Pruebas de radioinmunoensayo (RIA): se basan en la interacción específica entre un anticuerpo y un antígeno. Consisten en añadir una cantidad de CgA marcada con un radioisótopo a la muestra de sangre para luego agregar anticuerpos específicos de CgA, que se unen tanto a la proteína marcada como a la proteína no marcada presente en la muestra. Después de un proceso de separación, la cantidad de radiactividad liberada es proporcional a la concentración de CgA en la muestra.
  • Ensayos de inmunoabsorción ligados a enzimas (ELISA): también basados en la formación de complejos antígeno-anticuerpo, consisten en agregar a la muestra de sangre un anticuerpo específico (anticuerpo de captura) que se enlaza a ciertos determinantes antigénicos de la CgA y, posteriormente, añadir otro anticuerpo marcado con una enzima (anticuerpo de detección) que también se une a la CgA. El inmunocomplejo que se forma es detectado y cuantificado al agregar un sustrato específico que provoca una reacción enzimática que genera un cambio de color.

Riesgos

La extracción de sangre para la muestra no implica ningún riesgo para el paciente, aunque es posible desarrollar un pequeño hematoma en el lugar de la punción.

Sin embargo, es necesario remarcar que la prueba de cromogranina A, como cualquier prueba de marcadores tumorales, no es una prueba diagnóstica definitiva, sino una herramienta que facilita el diagnóstico pero que debe complementarse con otros métodos de evaluación. Esto es debido a su limitada especificidad: los niveles de CgA en sangre pueden verse alterados por patologías no cancerígenas, como gastritis atrófica, insuficiencia cardiaca o inflamaciones crónicas, así como por determinados medicamentos, como los inhibidores de la bomba de protones o los bloqueadores H₂.

Qué esperar de una prueba de cromogranina A

La muestra de sangre se toma en una sala de extracción. Es un procedimiento muy sencillo, con una duración de unos minutos. Antes de insertar la aguja, se desinfecta la zona y se coloca una banda elástica para facilitar el llenado de la vena y facilitar la punción. Durante la inserción, es posible notar un leve dolor. Una vez extraída la muestra, se retira la banda elástica y se coloca un apósito estéril ejerciendo presión durante unos minutos para detener el sangrado. El paciente puede retomar su rutina con total normalidad.

Si el resultado de la prueba arroja niveles demasiado elevados de CgA, probablemente se indiquen pruebas adicionales que confirmen o descarten la presencia de tumores neuroendocrinos. Estas pueden consistir en análisis hormonales, biopsias o pruebas de diagnóstico por imagen.

Especialidades en las que se solicita la prueba de cromogranina A

La prueba de cromogranina A en sangre suele solicitarse en las consultas de endocrinología y oncología.

Cómo prepararse

Antes de someterse a una prueba de CgA, es recomendable guardar un ayuno de 8 a 12 horas. Asimismo, se debe suspender la toma de inhibidores de la bomba de protones o de bloqueadores H₂ durante los días previos.