Radiografía de columna

Una radiografía de columna es un procedimiento diagnóstico que ofrece imágenes bidimensionales de las estructuras de la columna vertebral mediante la aplicación de rayos X, un tipo de radiación ionizante. Esta técnica permite visualizar tanto las vértebras como los discos intervertebrales.

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Descripción General

La radiografía de columna es un procedimiento diagnóstico que utiliza radiación ionizante (rayos X) para obtener imágenes de las estructuras de la columna vertebral (vértebras y discos intervertebrales) y evaluar su estado y morfología.

La columna vertebral se divide en varias partes, por lo que existen varios tipos de radiografía de columna en función del área que deba analizarse:

  • Radiografía de columna cervical: se examinan las 7 vértebras del cuello.
  • Radiografía de columna torácica o dorsal: se estudian las 12 vértebras de la zona torácica.
  • Radiografía de columna lumbosacra: se toman imágenes de las 5 vértebras lumbares y los 5 huesos fusionados que forman el sacro.
  • Radiografía del sacro/coxis: se analiza en detalle el sacro y los 4 huesos del coxis.
  • Radiografía de columna completa (telerradiografía): se toman imágenes de toda la columna vertebral.

Al aplicarrayos X sobre la zona que se examina, la radiación atraviesa los tejidos corporales y es absorbida por estos. Cuanto más denso sea un tejido, más cantidad de radiación absorberá y más claro se mostrará en la imagen:

  • Las vértebras, al ser estructuras óseas, son muy densas y se ven prácticamente blancas.
  • Los discos intervertebrales son tejidos blandos cartilaginosos que absorben menos radiación y se muestran en tonos grises.

¿Cuándo está indicada?

Una radiografía de columna se utiliza para identificar y caracterizar cualquier anomalía o afección de la columna, entre las que se incluyen:

Es habitual, por tanto, que el especialista correspondiente indique una radiografía de columna si el paciente:

  • Ha sufrido un traumatismo, como una caída o un golpe.
  • Siente dolor continuo, adormecimiento o debilidad en la espalda o el cuello, que puede irradiarse a los hombros, los brazos o las piernas.
  • Nota rigidez o dificultad para mover el cuello o la espalda.
  • Presenta desviación de los hombros, la espalda o la cadera.

¿Cómo se realiza?

Generalmente, en una radiografía de columna se toman al menos dos imágenes: una vista frontal o anteroposterior y otra vista lateral o de perfil, aunque en ocasiones también puede necesitarse una vista oblicua. La posición del paciente depende de la zona de la columna que se esté examinando y de cada proyección específica:

  • Tumbado boca arriba para la proyección anteroposterior de todas las partes de la columna. Para examinar la zona lumbar, el sacro y el coxis, es necesario flexionar las caderas y las rodillas.
  • Tumbado de lado con las rodillas dobladas para la proyección lateral de la zona dorsal, lumbar, el sacro y el coxis.
  • Sentado de lado para la proyección lateral de la zona cervical.
  • Tumbado boca arriba con el tronco girado unos 45 grados en la vista lumbar oblicua.
  • Sentado con el cuello girado unos 45 grados en la vista cervical oblicua.
  • De pie para la radiografía de columna completa.

En todos los casos, el paciente se sitúa entre el aparato emisor de rayos X y la placa receptora, que registra la radiación absorbida y la transforma en imágenes. Tradicionalmente, se utilizaba una placa fotográfica sensible a la radiación pero, en la actualidad, la mayoría de equipos son informáticos y utilizan sensores digitales.

Riesgos

La radiografía de columna implica una exposición a radiación, lo que aumenta la posibilidad de desarrollar cambios celulares que deriven en cáncer. Sin embargo, se trata de un riesgo muy bajo, ya que la dosis de radiación recibida en una radiografía de columna es limitada. En una vista lumbar, por ejemplo, se aplica una dosis de 1,5 mSv, una dosis comparable a la radiación que se recibe en el medio natural a lo largo de seis meses. Por tanto, no es una prueba peligrosa. Además, los equipos actuales utilizan haces controlados y sistemas de filtro que minimizan la radiación difusa.

Para las mujeres embarazadas, sin embargo, supone un riesgo mayor, ya que el feto es más sensible a la radiación. En este caso, se aplican protectores de plomo o se estudia la posibilidad de realizar otra prueba diagnóstica.

Qué esperar de una radiografía de columna

Antes de comenzar el estudio, el paciente debe quitarse toda la ropa que cubra la zona, junto con los objetos metálicos que lleve. Es posible que se le facilite una bata para ponerse durante la prueba. Una vez en la sala de radiología, el técnico especialista le indica en qué posición debe situarse y le coloca un delantal de plomo sobre la zona pélvica para protegerla de la radiación.

El técnico se encuentra en otra sala, o detrás de una pared, para activar el aparato de rayos X. Durante la toma de imágenes, el paciente debe permanecer inmóvil para que la imagen salga lo más nítida posible. También debe contener la respiración para evitar el movimiento del diafragma y de la caja torácica. Asimismo, es probable que se le pidan cambios de postura o movimientos, como levantar los brazos, recolocarse o abrir la boca.

Cada proyección toma solo unos segundos. La duración total de la prueba depende del número de proyecciones necesarias, pero no suele superar los 15 minutos. Es una prueba indolora que no produce ninguna molestia, más allá de la posible incomodidad de la posición mantenida. Es un procedimiento ambulatorio que no necesita cuidados posteriores, por lo que, una vez finalizada, el paciente puede retomar sus actividades cotidianas.

Especialidades en las que se solicita la radiografía de columna

Las especialidades que generalmente solicitan una radiografía de columna al servicio de radiología son medicina de atención primaria, urgencias, reumatología y traumatología y cirugía ortopédica.

Cómo prepararse

Si bien una radiografía de columna no necesita una preparación especial por parte del paciente, es recomendable que acuda al centro médico con ropa cómoda y habiéndose desprendido de los objetos metálicos de la zona afectada, ya que el metal es visible en la radiografía y puede perjudicar el diagnóstico.