Radiografía de rodilla

Una radiografía de rodilla es una técnica diagnóstica radiológica que, mediante la aplicación de radiación de alta energía (rayos X), ofrece imágenes bidimensionales de las estructuras internas de la rodilla, tanto de las estructuras óseas como de los músculos, tendones y ligamentos.

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Descripción General

Una radiografía de rodilla es un procedimiento diagnóstico, mediante la cual obtenemos imágenes de la rodilla y los huesos que la componen (fémur, tibia, rótula) que consiste en la aplicación de haces de alta energía (rayos X) para obtener imágenes de la rodilla y los huesos que se unen en ella (fémur, tibia y rótula), así como de los tejidos blandos (músculos, ligamentos, tendones y cartílagos), a través de aplicación de haces de alta energía (rayos X).

La imagen se forma en función de la cantidad de radiación que absorben los diferentes tejidos cuando los rayos X inciden sobre ellos:

  • Los huesos son muy densos y absorben más radiación, por lo que aparecen en color prácticamente blanco.
  • Los tejidos blandos y la grasa absorben menos y se ven en distintos tonos de gris.
  • Los fluidos, que son radiotransparentes, aparecen en tono oscuro.

¿Cuándo está indicada?

Se suele recomendar la realización de una radiografía de rodilla cuando el paciente expresa alguno de estos síntomas en la rodilla:

  • Dolor.
  • Inflamación.
  • Deformidades.
  • Sensación de calor o temperatura alta al tacto.
  • Inestabilidad.
  • Dificultad o incapacidad para estirar completamente la pierna.
  • Dificultad o incapacidad para apoyar o cargar el peso sobre la pierna.
  • Chasquidos o crujidos al mover la articulación.

De esta forma, la radiografía de rodilla permite identificar las causas de dichos síntomas, como pueden ser:

  • Fracturas.
  • Dislocaciones.
  • Infecciones.
  • Exceso de líquido.
  • Osteoartritis y artritis reumatoide.
  • Quistes o tumores óseos.
  • Lesiones en ligamentos o tendones.
  • Problemas de alineación ósea, como displasia de cadera o torsión femoral.

Además, la radiografía de rodilla se utiliza para seguir la evolución de la zona tras una lesión o una cirugía previas.

¿Cómo se realiza?

Para la realización de la radiografía de rodilla, la pierna del paciente debe colocarse entre el aparato emisor de rayos X y la placa receptora (tradicionalmente, una película fotográfica sensible a la radiación; en la actualidad, sensores digitales). Como norma general, se toman dos vistas o proyecciones de la rodilla:

  • Vista anteroposterior (AP) o frontal: el paciente está tumbado boca arriba con la placa receptora bajo la rodilla y la pierna en una leve rotación interna.
  • Vista lateral: el paciente está tumbado de lado, con la rodilla flexionada unos 30 grados y la placa colocada debajo.

Además, en función de cada caso particular, se pueden tomar proyecciones adicionales:

  • Vista oblicua: tumbado boca arriba con la placa receptora bajo la rodilla, el paciente rota la pierna afectada unos 45 grados.
  • Vista anteroposterior en carga: el paciente está de pie, con los pies rectos y paralelos, situado de espaldas a la placa receptora.
  • Vista axial de la rótula: el paciente tiene la rodilla doblada. Para ello, puede estar tumbado boca arriba con la rodilla flexionada, tumbado boca abajo con la pierna doblada hacia arriba, sentado con las rodillas dobladas o de pie con la pierna flexionada y apoyada sobre la camilla, encima de la placa receptora.

Asimismo, es habitual tomar proyecciones de la pierna sana para utilizarla como punto de comparación y referencia.

Una vez emitidos los rayos, la placa receptora los registra en forma de imagen. Si se trata de un equipo más antiguo, la película fotográfica debe revelarse para obtener la imagen; en equipos modernos, la imagen aparece automáticamente en el ordenador en formato digital.

Riesgos

A pesar de que la radiografía de rodilla conlleva una exposición a radiación, el tiempo es tan breve y la dosis tan baja que no supone una amenaza real de desarrollar cáncer u otros problemas de salud asociados a la radiación. De hecho, una radiografía de rodilla emite una dosis de radiación inferior a 0,001 mSv, el equivalente a la radiación natural de fondo que una persona recibe en tres horas de su vida diaria.

Sin embargo, la radiación puede llegar a afectar al feto, por lo que es necesario tomar medidas adecuadas de protección, como delantales de plomo sobre el abdomen, o incluso reconsiderar la idoneidad de la prueba cuando la paciente está embarazada.

Qué esperar de una radiografía de rodilla

Antes de realizar la prueba, el paciente debe quitarse la ropa de la parte inferior del cuerpo, junto con los objetos metálicos, y ponerse la bata que se le proporciona en el centro médico. Asimismo, es probable que deba colocarse un delantal de plomo sobre la zona pélvica para no exponerla a radiación innecesaria. Una vez sobre la camilla, el especialista le indicará qué postura debe adoptar para tomar las diferentes proyecciones y se situará tras una pared o en otra sala para activar el aparato de rayos. Es importante que el paciente se mantenga completamente inmóvil mientras se aplican los rayos X porque, de lo contrario, la imagen puede ser defectuosa.

La radiografía de rodilla es una prueba totalmente indolora; los rayos X no producen ninguna molestia al atravesar los tejidos. La aplicación de estos rayos dura solo unos segundos, aunque la prueba puede tardar entre 15 y 30 minutos, dependiendo del número de proyecciones que se tomen.

Después de finalizar el estudio, el paciente puede retomar su rutina sin necesidad de aplicar cuidados especiales. Se trata de una prueba ambulatoria que no requiere ingreso hospitalario.

Especialidades en las que se solicita la radiografía de rodilla

La radiografía de rodilla es un procedimiento diagnóstico que llevan a cabo los radiólogos y es habitual en las consultas de medicina de atención primaria, urgencias, reumatología y traumatología y cirugía ortopédica

Cómo prepararse

El paciente no necesita ningún tipo de preparación específica antes de someterse a una radiografía de rodilla, aunque es recomendable que acuda a la prueba con ropa cómoda y sin piercings u otros objetos de metal en la pierna, ya que el metal también absorbe radiación y aparece en las imágenes, lo que puede interferir en su correcta interpretación.