Quiste de riñón

¿Cuáles son las características de un quiste renal? Información sobre las causas, los síntomas y los tratamientos más eficaces para los diferentes tipos de tumores de riñón.

Síntomas y causas

Los quistes renales son bolsas llenas de líquido que se forman en los riñones. Su tamaño es variable, ya que pueden ser pequeños sacos de unos milímetros o formaciones más grandes con varios centímetros de diámetro.

Teniendo en cuenta sus características, los quistes de riñón pueden ser de dos tipos:

Quistes renales simples: son los más comunes. Tienen forma ovalada o redonda y están formados por una pared delgada que contiene líquido en su interior, similar a un globo de agua. Son de naturaleza benigna, es decir, no tienen riesgo de desarrollar otra enfermedad.
Quistes renales complejos: son menos frecuentes que los anteriores. Se caracterizan porque presentan irregularidades y partes sólidas en su interior, como calcificaciones, paredes compactas (septos) o tejido con suministro extra de sangre. Este tipo de formaciones requieren un seguimiento exhaustivo, ya que pueden derivar en tumores cancerosos.

Aunque lo más habitual es que se formen en la corteza renal (quistes corticales), que es la parte exterior, también pueden darse en el seno (quistes sinusales), donde se también se encuentran vasos sanguíneos, nervios y la vía urinaria.

Por norma general, los quistes renales solamente necesitan tratamiento en el caso de los simples que causan síntomas y en algunos casos los que son complejos.

Síntomas

Los quistes de riñón, independientemente de si son simples o complejos, no suelen presentar síntomas. Cuando crecen en exceso provocan:

Fiebre.
Hematuria (sangre en la orina).
Cambios en los hábitos urinarios.
Dolor en un costado, en la espalda, en la pelvis o en el estómago.

Causas

La comunidad científica todavía no tiene claros los motivos por los que se forman los quistes renales. Algunas de las hipótesis que se plantean son:

Debilidad de la pared del riñón.
Dilatación de los túbulos renales, que son pequeños tubos que reabsorben las sustancias que se han filtrado de la sangre y son útiles para el organismo.
Consecuencias del envejecimiento natural.
Factores genéticos, hormonales o ambientales.

Factores de riesgo

Algunos de los factores de riesgo de padecer un quiste de riñón, especialmente de tipo canceroso, son:

Edad avanzada.
Obesidad.
Dieta rica en grasas.
Tabaquismo.

Complicaciones

Algunas de las complicaciones que pueden derivar de los quistes renales, aunque no son frecuentes, incluyen:

Rotura del quiste que causa dolor y, en pocas ocasiones, hematuria.
Obstrucción del flujo de orina.
Infección del riñón.

Prevención

Los quistes de riñón no se pueden prevenir.

¿Qué médico trata los quistes de riñón?

Los especialistas en urología y en nefrología están especializados en el diagnóstico y tratamiento de los quistes renales. Cuando los quistes son de naturaleza cancerosa, intervienen los especialistas en oncología clínica, urología o radiología intervencionista.

Diagnóstico

Como no suelen ser sintomáticos, es frecuente que los quistes renales se diagnostiquen durante procedimientos que se llevan a cabo por otros motivos. Por ejemplo:

Pruebas de imagen: la ecografía, la resonancia magnética o la tomografía computarizada muestran la presencia de estas formaciones en el riñón y su estado.
Pruebas de función renal: una vez detectado el quiste, sirve para determinar si el funcionamiento del riñón está afectado.

Tratamiento

En la mayoría de los casos, los quistes de riñón no requieren tratamiento, ya que no suelen intervenir ni en la actividad renal ni en la calidad de vida del paciente. No obstante, se recomienda hacer un seguimiento periódico para controlar su evolución.

Cuando provocan síntomas o interfieren en la función normal de los riñones, se suele optar por alguno de los siguientes tratamientos:

Drenaje del quiste: se extrae el líquido del interior y se rellena el saco con una solución que favorezca la cicatrización.
Cirugía laparoscópica para extraer el quiste por completo: en la que se elimina la bolsa por completo. Este abordaje se utiliza en quistes simples muy grandes y, en mayor medida, en quistes complejos.

En aquellos casos en los que se detectan marcadores tumorales cancerosos, se valorará cuál es el tipo de terapia más adecuada en cada caso, que puede incluir quimioterapia, termoablación u otros abordajes.

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