Paracentesis
La paracentesis es un procedimiento que se realiza para extraer líquido de la cavidad abdominal y así poder detectar las causas de la presencia de ese líquido en el espacio peritoneal. Puede tratarse de una técnica diagnóstica o terapéutica, ya que también se utiliza para eliminar los fluidos acumulados
Descripción General
La cavidad peritoneal contiene un líquido que sirve para evitar la fricción entre los órganos. En ocasiones, se acumula de forma anormal (ascitis) como consecuencia de otras patologías, como la enfermedad hepática, el cáncer de páncreasCáncer de páncreasCáncer o hígado, la tuberculosis, la insuficiencia cardiaca o la cirrosis. La paracentesis es una técnica que se puede utilizar con dos objetivos diferentes:
- Paracentesis diagnóstica: determina las causas de la acumulación de líquido peritoneal o la presencia de infección en pacientes con ascitis.
- Paracentesis terapéutica: drena (extrae) el exceso de líquido para aliviar los síntomas de la ascitis de gran volumen, como la compresión abdominal o los trastornos de la circulación de la sangre.
En la mayoría de los casos, antes de proceder a una paracentesis, se hacen pruebas de imagen (tomografía computarizada o ecografía) para valorar la cantidad de líquido acumulado y el lugar en el que se encuentra.
¿Cuándo está indicado?
La paracentesis está indicada en aquellos casos de ascitis indeterminada, para encontrar la causa que la provoca. Además, es un procedimiento que sirve para comprobar si el líquido acumulado tiene algún tipo de infección.
Cuando la patología o enfermedad causante está ya diagnosticada, se utiliza para extraer la mayor cantidad de líquido peritoneal y, de esta forma, reducir el dolor, facilitar la respiración o aliviar la presión sobre los riñones o el intestino.
La paracentesis está contraindicada en pacientes con obstrucción intestinal, trastornos de la coagulación sanguínea o infección en la pared abdominal.
¿Cómo se realiza?
Aunque puede realizarse en la consulta médica, en la habitación de un hospital o en la sala de urgencias, es habitual que la paracentesis se practique en una sala esterilizada para minimizar los riesgos.
El procedimiento se lleva a cabo con el paciente tumbado boca arriba y con un registro constante de la actividad cardiaca, por lo que se colocan electrodos para obtener esta información mediante un electrocardiograma. La paracentesis se divide en varias fases:
- Ecografía para determinar el lugar exacto en el que se debe hacer la punción: se aplica un gel de base acuosa que facilita la recepción de las imágenes y se desliza la sonda por la superficie del abdomen. Una vez localizada la zona más indicada, se señala con un marcador y se retira el gel.
- Anestesia local para evitar las molestias, especialmente cuando la técnica es terapéutica. Lo más habitual es que se administre mediante una inyección.
- Se desinfecta la piel y se introduce una aguja larga y fina en el lugar señalado hasta llegar al líquido peritoneal muy lentamente.
- En la paracentesis diagnóstica, se toman entre 30 y 60 mililitros con ayuda de una jeringa y se retira la aguja inmediatamente para que la piel se cierre sin crear una costra.
- En la paracentesis terapéutica, se retira la parte interior de la aguja y se coloca una bomba de aspiración en la cánula. Se mantiene la extracción hasta que el líquido sale de forma intermitente.
El análisis del líquido peritoneal se lleva a cabo en el laboratorio y consiste en:
- Observación: el hecho de que no sea transparente o ligeramente amarillento, suele ser un indicativo de ascitis.
- Recuento celular y cultivo: determina si hay infección y de qué tipo.
- Gradiente de albúmina: la diferencia entre la concentración de esta proteína que produce el hígado en la sangre y en el líquido extraído sirve para determinar las causas que han provocado la ascitis.
Riesgos
La paracentesis no es un procedimiento que suponga un riesgo para la salud.
En casos excepcionales, se han descrito complicaciones como consecuencia de la prueba o derivadas de la patología que provoca la ascitis: dolor abdominal después del pinchazo, bajada de la tensión arterial, punción intestinal, hemorragia intraperitoneal, perforación intestinal con peritonitis, hematoma en la pared abdominal o persistencia de la presencia del líquido.
Qué esperar de la paracentesis
La paracentesis es un procedimiento ambulatorio tras el que el paciente puede retomar su rutina sin necesidad de hacer reposo. Después de firmar un consentimiento informado, se proporciona una bata que se debe vestir durante el procedimiento.
Una vez tumbado en la camilla, se descubre el abdomen y se aplica el gel para la ecografía, que suele estar frío. Es normal sentir una ligera presión cuando el especialista pasa la sonda.
El pinchazo para aplicar la anestesia puede ser doloroso, pero temporal y de intensidad leve. Cuando hace efecto, el procedimiento no es doloroso y solamente se siente una presión en el momento de la introducción de la aguja. Una vez extraído el líquido, se coloca un apósito sobre el lugar de la punción. Cuando se trata de una paracentesis terapéutica, el paciente permanece durante un tiempo en reposo antes de poder levantarse lentamente para evitar mareos. La duración del procedimiento depende de la cantidad de líquido que se extraiga. Normalmente, entre 20 y 30 minutos.
Es posible sentir dolor abdominal después del procedimiento. Si aumenta la intensidad, se puede tomar un analgésico. Tampoco es alarmante notar que el apósito se moja con líquido peritoneal que se filtra a través de la incisión. Se aconseja acudir a un centro médico si se prolonga durante más de 24 horas, también en el caso de presentar fiebre elevada (38ºC) tras el procedimiento.
Especialidades en las que se solicita la paracentesis
La paracentesis es un procedimiento habitual de la cirugía general y aparato digestivo o medicina interna.
Cómo prepararse
Los pacientes que toman medicación anticoagulante, deben informar al especialista, ya que es posible que deban suspender el tratamiento durante un tiempo.