Pruebas prenatales
Las pruebas prenatales son un conjunto de procedimientos que se llevan a cabo a lo largo de una gestación para determinar si el feto crece adecuadamente o detectar la presencia de alteraciones cromosómicas. Los exámenes son muy variados e incluyen ecografías, cribados genéticos o análisis bacterianos.

Descripción General
Los exámenes prenatales son un conjunto de pruebas que se realizan a lo largo del embarazo para garantizar el buen estado de salud tanto de la madre como del feto, así como evitar un parto prematuro. También sirven para detectar de forma temprana posibles deformidades o enfermedades genéticas.
Aunque algunas se repiten, en cada fase del embarazo se hacen unas pruebas diferentes:
- Primer trimestre de gestación:
- Exploración física general: peso, presión sanguínea, palpación de las mamas, examen pélvico y prueba de Papanicolau.
- Análisis de sangre: ofrece información sobre el estado de salud de la madre y de factores que pueden influir en la salud del feto. Para ello se comprueba si hay anemia, enfermedades de transmisión sexual o inmunidad a la varicela, la rubeola y la toxoplasmosis. También se determina el factor Rh, ya que, si la sangre de la madre tiene factor negativo y la del padre positivo, se pueden desarrollar anticuerpos peligrosos para el feto, por lo que se requerirá una inyección con RhoGAM, que es un tipo de proteína que previene esta incompatibilidad.
- Análisis de orina: confirma el embarazo si se detectan hormonas hCG.
- Ecografía: mediante ultrasonidos, se obtienen imágenes del interior del útero, la placenta, el cordón umbilical y el feto. Confirma la edad gestacional y el crecimiento adecuado del embrión.
- Muestreo de vellosidades coriónicas: puede hacerse entre la semana 10 y 13 para diagnosticar enfermedades genéticas, pero no detecta las alteraciones congénitas.
- Cribado del primer trimestre: este screening es una prueba diagnóstica prenatal que se recomienda entre las semanas 11 y 14 para detectar anomalías como el síndrome de Down, el síndrome de Edwards y otras alteraciones cromosómicas.
- Análisis de sangre para la detección de alfafetoproteína (MSAFP): mide los niveles de esta hormona que produce el hígado del feto y llega a la sangre materna. Si el resultado es anormal puede indicar defectos del tubo neural, síndrome de Down o embarazo gemelar.
- Segundo trimestre de gestación:
- Ecografía: se comprueba el crecimiento, la posición del feto y se revisa su anatomía. Además, determina la presencia de uno o varios sacos gestacionales.
- Amniocentesis: se analiza una muestra de líquido amniótico para detectar si hay signos de alteraciones genéticas o defectos del tubo neural. Se recomienda entre las semanas 15 y 20 de gestación.
- Test prenatal no invasivo: este cribado múltiple se hace mediante un análisis de sangre para detectar las mismas anomalías que la amniocentesis. No supone riesgos para el feto y es altamente fiable, pero si, los resultados están alterados, se deben confirmar con una amniocentesis.
- Test de la glucosa: comprueba si la madre ha desarrollado diabetes gestacionalDiabetes gestacionalDiabetes . Entre las que se encuentra la medición de glucemia en sangre basal y mediante el método o test de O’Sullivan.
- Análisis de sangre del cordón umbilical (cordocentesis): cuando la amniocentesis o la muestra de vellosidades coriónicas no son concluyentes, se estudia directamente la sangre fetal. Suele llevarse a cabo a partir de la semana 18.
- Tercer trimestre de gestación:
- Ecografía: se verifica el crecimiento y el desarrollo del feto, así como su posición en el útero y el estado de la placenta y el cordón umbilical.
- Análisis de estreptococos del grupo B: entre la semana 35 y 37 se comprueba la presencia de estas bacterias en la vagina porque, aunque no son dañinas para la mujer, pueden provocar daños en el bebé en el momento del parto.
- Cardiotocografía: se trata de la monitorización del feto para comprobar su bienestar y registrar sus latidos. También se detecta la presencia de contracciones.
¿Cuándo está indicada?
Las pruebas prenatales son recomendables en todas las gestaciones, no solo en aquellas de riesgo.
¿Cómo se realiza?
Cada tipo de prueba prenatal requiere un procedimiento diferente:
- Ecografía: después de aplicar un gel de base acuosa en el abdomen que permite obtener imágenes más nítidas, se aplica la sonda del ecógrafo y se desliza para observar el útero de la madre y la anatomía fetal. En el primer trimestre, es posible que se haga vía vaginal. En estos casos, se utiliza una sonda más pequeña y con forma anatómica que se introduce a través de la vagina con profilaxis y gel lubricante para evitar molestias.
- Amniocentesis y muestreo de vellosidades coriónicas: aunque son pruebas diferentes, el procedimiento es similar. Después de desinfectar la piel del abdomen, se introduce una aguja hasta la placenta para tomar una muestra de líquido amniótico o de tejido placentario.
- Pruebas de screening, MSAFP y test prenatal no invasivo: solamente es necesario extraer una muestra de sangre de la madre. Normalmente, de una vena de la cara interior del brazo.
- Test de la glucosa: primero, se hace una extracción de sangre basal. Posteriormente, se toma otra muestra pasado un tiempo después de que la paciente haya tomado una solución rica en glucosa.
- Cordocentesis: se introduce una aguja a través del abdomen hasta llegar al cordón umbilical, donde se toma una muestra de sangre con ayuda de una jeringa.
- Prueba de estreptococos del grupo B: con la paciente en posición ginecológica, se utiliza un hisopo para tomar una muestra de la vagina y otra del recto.
- Cardiotocografía: se colocan unos sensores en el abdomen de la madre que detectan los latidos cardiacos del feto.
Riesgos
La mayoría de las pruebas prenatales que se realizan actualmente no suponen un riesgo ni para la salud de la madre ni para la integridad del feto.
Los métodos invasivos como la amniocentesis, el muestreo de vellosidades coriónicas o el análisis de sangre del cordón umbilical suponen un pequeño riesgo de aborto involuntario después del procedimiento. Por este motivo, actualmente se suele recurrir a ellas cuando los análisis no invasivos muestran indicios de alteraciones que se deben corroborar con estas pruebas que ofrecen resultados definitivos.
Qué esperar de las pruebas prenatales
El embarazo es un momento de ilusión, pero también de preocupación, por lo que es normal sentir nerviosismo cada vez que se acude a una prueba. Es conveniente exponer todas las dudas al especialista para que no quede ninguna duda, ni sobre el procedimiento, ni sobre los resultados o los riesgos.
- Ecografía: se hacen con la paciente ligeramente recostada en la camilla. Para observar todos los órganos del feto, se hace con detenimiento, por lo que pueden durar hasta 15 minutos. Es posible que se pueda escuchar el latido del bebé. La ecografía anatómica de las 20 semanas puede durar hasta 30 minutos.
- Análisis de sangre con distintos fines: la paciente permanece sentada con el brazo estirado para la toma de la muestra. Para evitar los hematomas en el lugar del pinchazo, se recomienda presionar la zona con una gasa estéril durante unos minutos. En las pruebas de glucosa, debe pasar una hora entre cada una de las tomas, por lo que duran más tiempo. La toma del preparado de glucosa puede resultar desagradable o provocar náuseas.
- Amniocentesis, muestreo de vellosidades coriónicas o cordocentesis: la mujer permanece tumbada en la camilla. No se suele utilizar anestesia, de hacerlo, se aplica de forma local en la piel del abdomen. En el momento de introducir la aguja, se siente una ligera presión, pero no se trata de pruebas dolorosas. En estos casos, se debe guardar reposo absoluto durante las 24 horas posteriores.
- Prueba de estreptococos del grupo B: la paciente debe colocarse en la camilla ginecológica con las piernas apoyadas en los estribos. La toma de muestras no es dolorosa.
- Monitorización fetal: se descubre el vientre de la madre, que está reclinada en la camilla, y se colocan los transductores que registran tanto el latido del feto como las contracciones del útero. Estos registros se representan en una gráfica.
Especialidades en las que se solicitan las pruebas prenatales
Los ginecólogos y las matronas son los especialistas que realizan las diferentes pruebas prenatales.
Cómo prepararse
La mayoría de las pruebas prenatales no precisan una preparación especial para realizarlas.
Únicamente es necesario acudir en ayunas a la prueba de la glucosa o atender a las recomendaciones previas dadas por la matrona o ginecología para el test de O´ Sullivan. En la ecografía del primer trimestre, la vejiga llena permite obtener mejores imágenes del útero.