Resonancia magnética de la pelvis

Una resonancia magnética de la pelvis permite observar las estructuras internas ubicadas entre los huesos de la cadera. Es una prueba diagnóstica no invasiva y sin radiación ionizante.

Resonancia magnética de la pelvisResonancia magnética de la pelvis

Descripción General

La resonancia magnética de la pelvis es una prueba de diagnóstico en la que se obtienen imágenes de los órganos y los tejidos que se encuentran entre los huesos de la cadera (zona pélvica). Esta técnica utiliza ondas de radiofrecuencia y un campo electromagnético de alta potencia, pero no emite radiación ionizante, por lo que es inocua para el paciente.

Al estudiar una zona inferior del cuerpo, no es necesario que el paciente se introduzca por completo en el interior del aparato. Por lo tanto, se puede hacer siempre una resonancia magnética cerrada, que consigue imágenes más detalladas porque crea un campo magnético mayor. Además, se evita el riesgo de crisis en pacientes con claustrofobia.

En algunos casos, se utiliza gadolinio, una sustancia de contraste que permite ver con mayor exactitud algunos tejidos.

¿Cuándo está indicada?

La RM de la pelvis se lleva a cabo para observar el estado de los órganos y estructuras ubicados en la región pélvica. Está indicada para evaluar el estado de pacientes cuando se presenta:

  • Dolor pélvico.
  • Traumatismos.
  • Incontinencia urinaria o fecal.
  • Hallazgos anormales en una radiografía previa.
  • Tumores cancerosos.
  • Defectos congénitos en la cadera.
  • En hombres:
    • Inflamación de los testículos.
    • Inflamación del escroto.
    • Criptorquidia (un testículo no ha descendido al escroto).
  • En mujeres:

La resonancia magnética pélvica permite estadificar cánceres de vejiga, recto, útero, cérvix, próstata o testículos. Además de ayudar a determinar la fase en la que se encuentra la enfermedad, permite determinar si las células cancerosas se han diseminado a otros órganos.

¿Cómo se realiza?

El procedimiento que se sigue en una resonancia magnética de la pelvis es el siguiente:

  • Con el aparato colocado alrededor de la zona pélvica del paciente, se genera un campo electromagnético en el interior del tubo.
  • Los protones de los tejidos del cuerpo se alinean ante esta fuerza magnética.
  • Se emiten ondas de radiofrecuencia que provocan un desequilibrio en los protones, que giran para luchar contra la imantación.
  • Cuando los pulsos de radiofrecuencia se paran, los protones se realinean con el campo magnético y, al hacerlo, liberan energía.
  • Cada tipo de tejido, dependiendo de su composición química, emite una cantidad diferente de energía.
  • Una computadora recibe esta información y la transforma en imágenes, que se muestran en tonos oscuros o claros dependiendo de su intensidad. De este modo, cada tejido se ve en una tonalidad de gris distinta.
  • Cuando se utiliza contraste, algunas células lo absorben más que otras, por lo que los tejidos y los órganos a los que pertenecen se muestran más blancos o brillantes en las imágenes. Este es el caso, por ejemplo, de los tumores cancerosos.

Riesgos

La resonancia magnética de la pelvis no supone un riesgo para la salud.

Es posible que algunos pacientes tengan una reacción alérgica al material de contraste y que presenten picazón, náuseas o dolor de cabeza.

Qué esperar de una resonancia magnética de la pelvis

El día de la prueba, el paciente firma un consentimiento informado y se viste con la bata hospitalaria. Además, debe quitarse los elementos metálicos que lleve puestos (joyas, gafas, dentadura postiza, audífonos) y el maquillaje que contenga metal en su composición.

Si es necesario, se inyecta el contraste en una vena del brazo. En este momento, es normal sentir un pinchazo leve y una sensación momentánea de calor o frío. Aunque no se introduzca la camilla completamente en el tubo, se suelen utilizar tapones para minimizar el ruido que produce el dispositivo al generar el campo electromagnético. El paciente debe estar preparado para oír un golpeteo fuerte durante el procedimiento.

Es preciso que el paciente permanezca completamente quieto durante los 30 o 60 minutos que dura la resonancia para que las imágenes sean nítidas. Después, se puede volver a la rutina de inmediato.

Especialidades en las que se solicita la RM de la pelvis

Los especialistas en radiología son los encargados de hacer la resonancia magnética de la pelvis. Este estudio se requiere en oncología, urología o ginecología.

Cómo prepararse

No se necesita hacer una preparación especial antes de una resonancia magnética pélvica.

Los especialistas recomiendan vestir con ropa fácil de quitar y acudir al centro médico sin maquillaje ni objetos metálicos.