Tomografía por emisión de positrones (PET) cerebral

El PET cerebral permite ver los tejidos que conforman el cerebro y evaluar su funcionamiento. Esta prueba diagnóstica no invasiva utiliza bajas cantidades de radiación para obtener imágenes precisas desde diversos ángulos.


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Descripción General

El PET cerebral o tomografía por emisión de positrones en el cerebro, ofrece imágenes de los tejidos que conforman el cerebro y, a diferencia de la tomografía computarizada o la resonancia magnética, también de su funcionamiento. La tomografía por emisión de positrones en el cerebro se utiliza tanto para diagnosticar patologías como para monitorizar la eficacia de los tratamientos para determinadas enfermedades.

Para hacer esta prueba, se administra un radiomarcador (sustancia farmacológica con una cantidad mínima de radiación) que se utiliza como compuesto de contraste que permite al escáner detectar aquellas zonas en las que hay una mayor actividad celular. En el campo de la neurología, se suele utilizar metionina (C5H11NO2S) porque responde mejor a los tumores cerebrales, 18F-DOPA (C9H10FNO) que contribuye a encontrar indicios de la enfermedad de Parkinson o 11C-PIB (C14H12N2OS) que permite hacer un seguimiento de la eficacia de los tratamientos para el Alzheimer.

¿Cuándo está indicada?

Se aconseja hacer un PET cerebral a personas con síntomas asociados con un tumor cerebral o enfermedades neurodegenerativas como el Parkinson o el Alzheimer (detecta la presencia de la proteína beta amiloide, que es uno de los primeros signos de la enfermedad). También está indicado para el control de pacientes que se están sometiendo a tratamientos para curar o ralentizar el avance de estas patologías. Además, permite la localización de focos de epilepsia y estudios de diferentes enfermedades Psiquiatricas.

En los últimos años, se ha comenzado a utilizar la tomografía por emisión de positrones para detectar el descenso de actividad cerebral provocado por la depresión.

¿Cómo se realiza?

Para comenzar, se administra el radiomarcador. Normalmente, se inyecta en una de las venas del brazo. Para asegurarse de que el fármaco llega a todos los tejidos del cerebro, hay que esperar una hora antes de comenzar el escáner.

Una vez transcurrido este tiempo, el paciente se tumba en una camilla que se introduce lentamente en el dispositivo en forma de tubo que escanea el cerebro. Es necesario permanecer lo más quieto posible para que las imágenes sean nítidas, aunque en los casos en los que se evalúa la memoria es posible que se deban responder algunas preguntas.

Riesgos

El PET cerebral no supone un riesgo para la salud, ya que la radiación que se aplica es mínima. No obstante, se recomienda desechar la leche materna producida en las 24 horas posteriores a la administración del radiofármaco, así como buscar una prueba alternativa para las embarazadas, ya que los efectos en el feto pueden ser mayores.

Qué esperar de un PET

El PET cerebral se lleva a cabo de forma ambulatoria, por lo que no es preciso permanecer en el hospital ni antes ni después del procedimiento. Se recomienda acudir con ropa cómoda y sin objetos metálicos, ya que se deben quitar antes de acceder a la sala de la prueba. Normalmente, el centro médico facilita una bata. Para proceder a la realización de la prueba, se debe firmar un consentimiento informado.

Al llegar, se inyecta el radiofármaco y se debe esperar durante una hora para que haga efecto. Después, la prueba dura entre 20 y 30 minutos. Los resultados se obtienen durante una consulta en neurología transcurridos unos días.

El escáner que toma las imágenes es un tubo estrecho, por lo que hay que estar preparado para permanecer dentro sin moverse durante el tiempo necesario. Al contrario de lo que sucede en un TAC, el dispositivo no emite sonidos extraños que puedan resultar molestos. A parte del pinchazo inicial, el PET cerebral no es una prueba dolorosa.

Después del examen, es conveniente beber agua en abundancia para que el radiomarcador se elimine más rápidamente. En las horas posteriores al PET se recomienda evitar el contacto con embarazadas y niños.

Especialidades en las que se solicita un PET cerebral

Los médicos nucleares, los oncólogos y los neurólogos son los especialistas que suelen solicitar una tomografía por emisión de positrones para estudiar el cerebro.

Cómo prepararse

El día de la prueba está desaconsejado practicar ejercicio y, en la mayoría de los casos, se debe acudir en ayunas de unas seis horas.

Aunque se puede tomar la medicación crónica con un poco de agua, los pacientes diabéticos a los que se les vaya a administrar un radiomarcador con glucosa deben suspender el tratamiento con Diambén o Metformina, pero se puede inyectar insulina a primera hora de la mañana en función de la medida de glucosa en sangre.