Resonancia magnética de abdomen
Una resonancia magnética abdominal ofrece imágenes detalladas de los órganos y los vasos sanguíneos ubicados entre el tórax y la pelvis. Es una prueba no invasiva que no presenta riesgos para la salud.

Descripción General
La resonancia magnética de abdomen es una prueba de diagnóstico que utiliza ondas de radiofrecuencia y un campo electromagnético para obtener imágenes del interior del cuerpo. En este caso concreto, del vientre. Es un procedimiento no invasivo que, al no emitir radiación ionizante, no supone un riesgo para la salud.
Existen dos tipos de RM abdominal dependiendo del aparato que se utilice para hacerla:
- Resonancia magnética cerrada: consta de un tubo de aproximadamente 70 centímetros de diámetro. El campo electromagnético que se crea en su interior es muy potente, por lo que las imágenes son muy claras. Suele ser la opción más utilizada.
- Resonancia magnética abierta: consiste en dos planchas enfrentadas con alrededor de 180 centímetros de separación entre sí. Suele utilizarse en pacientes con claustrofobia o sobrepeso, pero las imágenes que se obtienen tienen peor calidad.
Aunque puede ceñirse únicamente al abdomen, es frecuente que sea una prueba combinada en la que también se estudia el interior de la pelvis.
¿Cuándo está indicada?
La resonancia magnética de abdomen permite observar con detalle los componentes principales de la región del cuerpo ubicada entre el tórax y la pelvis:
- Hígado.
- Bazo.
- Páncreas.
- Estómago.
- Intestinos.
- Vasos sanguíneos.
- Ganglios linfáticos.
Algunas de las enfermedades que se diagnostican mediante una RM abdominal son:
- Cáncer.
- Tumores benignos.
- Cirrosis.
- Colitis ulcerosa.
- Enfermedad de Crohn.
- Vasculitis (inflamación de los vasos sanguíneos).
- Cálculos biliares.
- Fallo hepático.
- Colangitis biliar (inflamación y destrucción de los conductos biliares).
- Hemorragias.
- Anomalías congénitas.
También se utiliza este procedimiento para comprobar el estado de los vasos sanguíneos y los órganos antes y después de un trasplante.
¿Cómo se realiza?
La resonancia magnética abdominal sigue este procedimiento:
- Se crea un campo electromagnético que provoca la alineación de los protones (átomos de hidrógeno) del organismo.
- Se emiten ondas de radiofrecuencia que, al atravesar los tejidos del abdomen, hacen que los protones giren para intentar evitar la fuerza magnética.
- Se dejan de generar las ondas. En este momento, los protones vuelven a alinearse con el imán.
- El aparato de resonancia magnética capta la energía que liberan y el tiempo que tardan en colocarse en su ubicación, que es diferente dependiendo de la naturaleza de cada molécula.
- Una computadora traduce esta energía en imágenes. Como es distinta, cada tejido se muestra con una intensidad distinta.
Cuando se quieren estudiar algunos tejidos con mayor detalle, se inyecta un material de contraste a través de una vía periférica. Esta sustancia, que suele ser gadolinio, hace que se distingan mejor los vasos sanguíneos, los tejidos blandos, las vísceras, los componentes del sistema nervioso central y las células cancerosas.
Riesgos
La RM abdominal no supone un riesgo para la salud. Aun así, está contraindicada en pacientes con implantes metálicos, como válvulas cardiacas, prótesis, marcapasos, stent o implantes cocleares.
El material de contraste puede causar una reacción alérgica que suele ser leve y se manifiesta con picazón, dolor de cabeza y náuseas. A los pacientes con alteraciones renales no se les debe administrar esta sustancia.
Qué esperar de una resonancia magnética de abdomen
El día de la prueba, el paciente se viste con la bata hospitalaria y se quita cualquier elemento metálico que lleve. Esto incluye audífonos, dentadura postiza y maquillaje, ya que algunos cosméticos contienen metales en su composición.
Una vez en la sala de radiología, se tumba bocarriba en la camilla y se coloca tapones en los oídos que, aunque reducen el ruido, no evitan que se oigan golpes fuertes durante el procedimiento. Es importante permanecer lo más quieto posible para que las imágenes no salgan movidas. Si surge algún contratiempo, se puede hablar con el especialista a través de un micrófono ubicado en el interior del tubo.
Si es necesario, se inyecta el contraste en una vena periférica (normalmente, del brazo). Es normal sentir un leve pinchazo, así como una sensación pasajera de frío o calor.
Una resonancia magnética abdominal suele durar entre 30 y 60 minutos. Una vez finalizada, se pueden retomar la rutina sin necesidad de hacer reposo.
Especialidades en las que se solicita la RM de abdomen
Los radiólogos son los encargados de hacer la resonancia magnética de abdomen para compartir los resultados con las especialidades de cirugía general y aparato digestivo, medicina interna, oncología o endocrinología.
Cómo prepararse
La resonancia magnética no requiere una preparación especial, solamente se debe hacer ayuno si el especialista lo considera necesario para observar determinados órganos del sistema digestivo. Se darán todas las indicaciones en los días previos a la prueba.
Algunos pacientes con claustrofobia, sobre todo si se desaconseja el uso de un aparato de resonancia magnética abierto, pueden tomar ansiolíticos para hacer más fácil la entrada en el tubo.