Resonancia magnética lumbar

En una resonancia magnética lumbar se obtienen imágenes de los tejidos que componen las vértebras L1 a L5 de la columna. Se trata de una prueba diagnóstica no invasiva y sin riesgos para el paciente.

Resonancia magnética lumbarResonancia magnética lumbar

Descripción General

La resonancia magnética lumbar es una prueba de diagnóstico por imagen que estudia la parte inferior de la columna, compuesta por las vértebras L1 a L5. Este procedimiento permite ver los huesos, los músculos, los nervios, los ligamentos, los vasos sanguíneos y los discos intervertebrales. Como no utiliza radiación ionizante, no produce efectos secundarios ni daños en el organismo.

Para obtener las imágenes, la RM lumbar combina el uso de ondas de radiofrecuencia y un campo electromagnético de alta potencia. Existen dos tipos diferentes dependiendo del aparato que se utilice:

  • Resonancia magnética cerrada: se usa un dispositivo con forma de tubo con aproximadamente 70 centímetros de diámetro. Al estar cerrado, el campo electromagnético que se genera es muy potente, por lo que se obtienen imágenes de calidad alta.
  • Resonancia magnética abierta: consta de un aparato con dos planchas enfrentadas que se separan unos 180 centímetros entre sí. Es más costoso conseguir el campo electromagnético, pero es una buena opción para pacientes con claustrofobia.

Se trata de una prueba no invasiva que capta imágenes transversales desde distintos ángulos, por lo que ofrece una visión general de la zona lumbar. Si se superponen los diferentes cortes obtenidos, se puede reproducir la columna en tres dimensiones. Este sistema es especialmente útil para conocer la extensión real de un tumor o para planificar una intervención quirúrgica.

¿Cuándo está indicada?

La resonancia magnética lumbar se utiliza para determinar las causas de:

  • Dolor lumbar o pélvico que no responde adecuadamente a los tratamientos.
  • Debilidad o entumecimiento de las piernas.
  • Dificultades para controlar la vejiga.

Esta prueba es útil para diagnosticar:

  • Lumbago.
  • Hernia discal.
  • Ciática.
  • Esclerosis múltiple.
  • Quistes benignos.
  • Tumores cancerosos.
  • Estenosis raquídea.
  • Defectos congénitos.
  • Infecciones.
  • Artritis.
  • Espondilosis (degeneración de los discos vertebrales).
  • Espondiolistesis (desplazamiento de una vértebra sobre otra).
  • Espondilodiscitis (inflamación de los discos intervertebrales).
  • Desgaste de las vértebras o los cartílagos.
  • Consecuencias de un traumatismo en la región lumbar.

¿Cómo se realiza?

Para obtener las imágenes de la región lumbar, se genera un campo electromagnético que provoca la alineación de los protones de las moléculas de hidrógeno del organismo. Cuando comienzan a emitirse las ondas de radiofrecuencia, las moléculas giran para intentar evitar el campo magnético. Una vez que cesan las ondas, los protones vuelven a su posición inicial y, en el proceso, liberan energía. Esta energía es diferente dependiendo de la naturaleza química y el entorno de las células, por lo que cada tipo de tejido se refleja de forma distinta en las imágenes.

En aquellos casos en los que se necesita ver claramente algunos tejidos, se administra al paciente una sustancia de contraste que suele contener gadolinio. Algunos tejidos, como los tumores, absorben este material en mayor medida, por lo que es más fácil identificarlos en las imágenes.

Riesgos

La resonancia magnética lumbar no supone un riesgo para la salud, pero sí está contraindicada en pacientes con implantes metálicos (marcapasos, stents, válvulas cardiacas artificiales, clips, prótesis o implantes cocleares).

Aunque no es frecuente, el contraste puede provocar una reacción alérgica que suele manifestarse con picazón, náuseas o dolor de cabeza.


Qué esperar de una resonancia magnética lumbar

Para acceder a la sala de radiología, el paciente se viste con la bata hospitalaria y se quita los objetos metálicos que haya llevado, incluyendo los audífonos y la dentadura postiza. Es preferible retirar el maquillaje porque algunos cosméticos tienen componentes metálicos.

El especialista explica el procedimiento y resuelve las dudas que surjan. El paciente se tumba en la camilla bocarriba y se coloca unos tapones en los oídos para minimizar los ruidos que produce el aparato. A pesar de llevarlos puestos, es normal oír una serie de golpeteos fuertes durante el procedimiento. Si se necesita contraste, se inyecta en una vena periférica antes de deslizar la camilla en el interior del tubo.

La toma de imágenes dura entre 20 y 40 minutos. En este tiempo el paciente permanece solo en la sala vigilado constantemente por el especialista a través de las cámaras y un cristal. Además, en el interior del tubo hay un micrófono que permite la comunicación. Para evitar que las imágenes sean borrosas o tener que repetir el procedimiento, se debe estar lo más quieto posible todo el tiempo.

Una vez finalizada la resonancia magnética, se puede retomar la rutina, ya que no hace falta un periodo de reposo.

Especialidades en las que se solicita la RM lumbar

El procedimiento de la resonancia lumbar se realiza en la especialidad de radiología a petición de oncología o neurología.

Cómo prepararse

Se recomienda vestir con ropa cómoda el día de la RM, ya que hay que quitársela para hacer la prueba, y acudir al centro médico sin maquillaje ni elementos metálicos.

Se puede comer antes de una resonancia magnética lumbar siempre y cuando no se vaya a utilizar sedación porque el paciente tenga dificultad para estarse quieto.