Tomografía axial computarizada de tórax

Con un TAC de tórax se consiguen imágenes detalladas de los órganos y las estructuras que se encuentran en el interior del pecho. Es una prueba no invasiva en la que se utiliza una radiación mínima de rayos X.

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Descripción General

La tomografía axial computarizada (TAC) , tomografía computarizada (TC) o escáner de tórax, es una prueba de imagen en la que se utilizan rayos X para obtener una representación de las estructuras y los tejidos localizados entre el cuello y el abdomen. Con una dosis mínima de radiación, se consiguen imágenes de cortes transversales que se superponen para formar una muestra tridimensional del interior del organismo.

Con un TAC torácico, se pueden estudiar las siguientes estructuras:

  • Órganos: corazón y pulmones.
  • Vasos sanguíneos: aorta, arterias y venas pulmonares, vena cava superior e inferior y vasos intercostales.
  • Vías respiratorias: tráquea, bronquios y alveolos.
  • Ganglios linfáticos.
  • Esófago.
  • Caja torácica: costillas y esternón.

Una tomografía computarizada de tórax ayuda a diagnosticar diversas enfermedades y, además, es de utilidad para planificar cirugías y comprobar la eficacia de algunos tratamientos.

¿Cuándo está indicada?

Por norma general, se hace un TAC de tórax en los siguientes casos:

  • Ampliar el estudio de rayos X convencional si se han detectado anomalías.
  • Estudiar las causas de síntomas como la tos, el dolor torácico, la insuficiencia respiratoria o la fiebre.
  • Evaluar la evolución de tumores cancerosos.
  • Valorar lesiones.
  • Programar radioterapia.

Las enfermedades que suelen diagnosticarse con una TC torácica son:

Debido a que la radiación afecta en mayor medida a los niños, incluso a los no nacidos, el escáner de tórax está contraindicado en embarazadas, mujeres en periodo de lactancia y menores de 18 años. En estos casos, se busca una alternativa más segura.

El uso de contraste está contraindicado en personas con enfermedades renales, cardiacas o de la tiroides.

¿Cómo se realiza?

Para hacer un TAC torácico, el paciente se tumba bocarriba en una camilla que se desliza hacia el interior de un aparato con forma circular. Este dispositivo emite haces de radiación ionizante que atraviesan el organismo. Cada tipo de tejido, dependiendo de sus características, absorbe estos rayos en mayor o menor medida, por lo que se muestran en las imágenes con distintas tonalidades de grises.

Para conseguir una representación desde distintos ángulos, la máquina gira alrededor del paciente mientras la camilla se mueve ligeramente hacia delante y hacia atrás. La radiación que sale al exterior después de atravesar el cuerpo queda reflejada en placas de entre uno y diez milímetros de grosor. Finalmente, la computadora las combina para crear una visión tridimensional.

En aquellos casos en los que se necesitan imágenes más detalladas, se utiliza material de contraste compuesto por bario, yodo o gadolinio que algunos tejidos absorben en mayor cantidad. Este tipo de células, especialmente las cancerosas y los vasos sanguíneos, aparecen más brillantes en las imágenes.

Riesgos

El riesgo de someterse a una tomografía axial computarizada de tórax de forma esporádica es muy bajo. La dosis de radiación recibida en una TC torácica es de unos 8,8 milisievert que corresponde a la radiación natural de fondo (la presente en la naturaleza sin agentes contaminantes) para tres años. En el caso de los cribados para la detección temprana de cáncer de pulmónCáncer de pulmónCáncer (1,5 mSv), solamente equivale a 6 meses de radiación natural de fondo.

Aquellos pacientes a los que se les hace un TAC a menudo tienen un riesgo mayor de desarrollar cualquier tipo de cáncer con el paso del tiempo.

Es muy raro que se produzca una reacción alérgica al material de contraste, cuando se utiliza. En aquellos casos en que sucede, suele tratarse de síntomas leves, como picor o enrojecimiento.


Qué esperar de un TAC de tórax

Antes de acceder a la sala, el paciente debe vestirse con la bata hospitalaria y quitarse los elementos metálicos que lleve (joyas, dentadura postiza, audífonos, gafas o algunos tipos de maquillaje).

El escáner torácico no es invasivo ni doloroso, excepto el momento en el que se inyecta el material de contraste en una vena periférica. El dolor por el pinchazo desaparece en poco tiempo. También es normal sentir taquicardia y una sensación de calor en el brazo, el pecho y los genitales cuando se distribuye la sustancia, pero se pasa en pocos minutos. Cuando se quiere examinar el esófago, es habitual que el contraste se administre de forma oral.

Durante el tiempo que dura la prueba, entre 10 y 30 minutos, se debe permanecer lo más quieto posible para que las imágenes sean nítidas. Es normal sentir cómo la camilla se mueve y oír ruidos leves.

Los especialistas observan al paciente desde una sala contigua, pero unos micrófonos permiten mantener la comunicación si es necesario.

Después de un TAC de tórax se pueden retomar las actividades cotidianas de inmediato.

Especialidades en las que se solicita el TAC de tórax

La TC torácica es una prueba que se hace en la especialidad de radiología para informar sobre el estado del paciente a los especialistas en medicina interna, cardiología, neumología, cirugía ortopédica y traumatología, oncología o cirugía cardiotorácica.

Cómo prepararse

El día de la prueba, se recomienda vestir con ropa cómoda y fácil de quitar. Además, es conveniente acudir a la cita sin objetos metálicos porque no se puede acceder con ellos a la sala de radiología.

Aquellos pacientes que vayan a someterse a un TAC de tórax con contraste, deben permanecer en ayunas durante seis u ocho horas.