Quirónsalud
Blog de la Dra. Fernández-Nieto. Hospital Universitario Fundación Jiménez Díaz
En Medicina, el término diagnóstico diferencial hace referencia a la necesidad de distinguir enfermedades diferentes que presentan un síntoma común a ambas. Esto sucede en todas las especialidades médicas. En la especialidad de Alergología es aún más frecuente porque nuestra especialidad no tiene un órgano concreto de estudio, sino que abarca todo el ser humano: su piel, su sistema digestivo, su aparato respiratorio etc. Por esta razón, muy a menudo, nos llegan a nuestra consulta, pacientes con síntomas que, finalmente resultan estar relacionados con otras enfermedades cuyo origen no es la alergia. Algunos de esto síntomas son:
Pero estimado lector, tenga en cuenta que, ante cualquier síntoma agudo o crónico que nos llame la atención, debemos consultar siempre al médico.
Estimad@s lectores. Os deseamos un Feliz 2023 con un nuevo post. Esta vez vamos a hablar de lo que NO es alergia. Aunque parezca extraño, no pocas veces, nos vemos en la consulta con estos motivos de asistencia por parte de los pacientes.
Los test que miden la IgG a alimentos no tienen nvalidez científica ninguna. Su resultado no está relacionado con alergia alimentaria. Son un fraude
Por último, la alergia no está relacionada con la alopecia, el aumento de peso o la migraña.
Todas estas afirmaciones que hemos expuesto, las pueden realizar especialistas alergólogos entrenados y capacitados cuya experiencia y bagaje científico les habilita para poder determinar en qué pacientes son necesarias pruebas y de qué tipo. Es labor de los propios especialistas en Alergia el divulgar entre el resto de especialidades médicas y sanitarios en general, así como en la población civil, los "entresijos" de las patologías que atendemos y cómo se diagnostican. Confíe en su especialista en Alergología.
"Antes pensábamos que nuestro futuro estaba en las estrellas. Ahora sabemos que está en nuestros genes". Son palabras del biólogo James Watson, unos de los descubridores de la estructura del ADN. En el año 2003 se completó la secuencia del genoma humano, aunque no se conocen de forma pormenorizada todas sus funciones
En el caso de las enfermedades alérgicas -rinitis, asma, alergia alimentaria…-, se acepta la existencia de múltiples genes, con efectos sumatorios que interaccionarían con el medio ambiente del individuo y otras exposiciones para causar como resultado la enfermedad alérgica.
Durante muchos años se extendió la llamada "hipótesis de la higiene", que pretendía explicar el aumento en la prevalencia de las enfermedades alérgicas relacionándolo con una menor exposición a los gérmenes durante los primeros años de la vida. Esta teoría hoy día ya no se contempla pues la explicación a ese hecho parece más compleja.
"La interacción con el medio ambiente" se debe entender como un concepto amplio que abarque el clima, las exposiciones a aeroalérgenos del sitio donde nacemos y vivimos (animales, pólenes, ácaros, hongos, etc.), la comida que consumimos, los fármacos que tomamos, los tóxicos a los que estemos expuestos (tabaco, contaminación...), etc.
En ese sentido, la exposición al tabaco de forma prenatal y durante los primeros años de vida se ha correlacionado con una menor función pulmonar y un aumento del riesgo de desarrollar enfermedades respiratorias infecciosas o el asma.
Existen algunas estrategias intervencionistas cuya eficacia sí tiene evidencia científica. Entre ellas, la fundamental y más importante en las últimas décadas es la de la introducción precoz de los alimentos más alergénicos: leche, huevo, pescados, frutos secos, etc, antes de los seis meses de vida del lactante. Varias asociaciones científicas de Alergología y Pediatría así lo aconsejan. Consulte a su alergólogo para cada caso particular.
Respecto al uso de los llamados probióticos todavía no hay una clara evidencia científica como para recomendar su uso, según las guías de las sociedades científicas de Alergología.
¿Y qué sucede con la alergia a los animales? Se han sucedido diferentes corrientes de opinión a lo largo de estos años: las que decían que tener un animal en el hogar protegía de padecer rinitis o asma, y las contrarias. Por el momento, parece que tener o no un animal en casa no modifica esa tendencia, ni en un sentido ni en el otro. Sí parece proteger frente a la rinitis o el asma el criarse en un entorno rural rodeado de animales y vegetación desde el período prenatal.
Por último, un aspecto interesante para el futuro: la alergia alimentaria y respiratoria está aumentando en las personas mayores (por encima de 60 años). Hasta ahora el diagnóstico de estas patologías era más frecuente en niños y adolescentes, pero en los últimos años está aumentando en las personas mayores. La explicación puede residir tanto en factores externos (contaminación, industrialización, cambios en los hábitos dietéticos…), como en los propios de las personas mayores y sus cambios fisiopatológicos.
Queridos lectores, con este post, nos despedimos hasta después del verano. Les deseamos un feliz descanso y los animamos a vacunarse contra el coronavirus.
Los días de lluvia, a veces, son terribles. En la ciudad provocan atascos interminables, estrés para llegar al trabajo, etc. ¿Y para las personas? A algunas les produce una gran melancolía. Más allá de las emociones que pueda causar, la lluvia, la humedad ambiental, puede empeorar muchas enfermedades como la rinitis y el asma.
Existen como alérgenos numerosos hongos que pueden estar en el ambiente. Algunos requieren de unas especiales condiciones ambientales de humedad y temperatura.
Lo primero que nos gustaría es terminar de una vez con la "leyenda urbana" de que todos los hogares, y especialmente si se tienen niños, necesitan un humidificador ambiental (sobre todo en la seca zona central de nuestro país). Los especialistas médicos que trabajamos en el área del aparato respiratorio nunca los hemos prescrito como si fueran un medicamento. La temperatura ambiental es fácilmente regulabe en nuestras casas con los termostatos de las calefacciones. No hay necesidad de añadir humedad ambiental, ni con los humidificadores ni con recipientes con agua dentro de casa. Basta abrir las ventanas y ventilar adecuadamente varias veces al día para tener un aire saludable. Los humidificadores, por muy limpios que los tengamos, y aunque sean de frío, siempre almacenarán microorganismos, bacterias, virus, hongos, que se pueden vaporizar al medio ambiente de nuestro hogar y por ello inhalar por todos los habitantes de la casa. Esto puede causar sensibilizaciones a dichos hongos y en algunas ocasiones enfermedades infecciosas respiratorias como las neumonitis.
En otras ocasiones los hongos ambientales se localizan en nuestros hogares muy a nuestro pesar. Esas manchas de humedad de coloración gris-verdosa oscura, que dan al ambiente un característico olor, y que pueden estar en los baños, dentro de armarios empotrados, etc, pueden causarnos patologías respiratorias. Por eso deben ser eliminadas y limpiadas cuanto antes para mantener un entorno respiratorio saludable. En nuestras actividades de ocio también podemos estar expuestos a los hongos, en las piscinas cubiertas o en los, muy de moda actualmente, centros de spa. Una adecuada desinfección del agua y del entorno ambiental, así como medidas de ventilación, evitarán la proliferación de los hongos. Medidas, todas estas, que las administraciones se ocupan de que sean cumplidas por estos establecimientos.
Más allá de estas exposiciones puntuales están las que no se pueden evitar. Esto es, las derivadas de la exposición a determinados climas o estaciones del año, donde se dan las condiciones ideales de humedad y temperatura ambiental para que los hongos sean alergénicos. Los climas más húmedos, cerca de zonas de litoral u otras fuentes de agua, tienen mayor concentración ambiental de hongos. Durante los otoños, sobre todo si son húmedos, igual sucede.
Existen más de 500.000 especies de hongos, siendo los más relevantes en cuanto a enfermedades respiratorias alérgicas, la alternaria, el aspergillus y el cladosporium. El hongo alternaria causa asma sobre todo en los niños. Los especialistas en Alergología pueden realizar las pruebas oportunas, desde las más clásicas en la piel hasta las más modernas en sangre, utilizando el llamado diagnóstico molecular, y a cualquier edad del paciente. Y la mejor noticia es que, además del tratamiento sintomático -esprays nasales, inhaladores para el asma…-, disponemos de una moderna inmunoterapia (vacunas) para las enfermedades alérgicas causadas por alternaria (el hongo más frecuente).
Como siempre, si sospechas que tú o alguien de tu entorno puede estar sufriendo alguna patología alérgica por hongos, consulta con tu alergólogo de confianza.
Imagen en alta resolución. Este enlace se abrirá mediante lightbox, puede haber un cambio de contextoNos ha parecido interesante completar nuestros posts sobre asma con este de hoy centrado en el asma de nuestros hijos.
Comenzamos con unos datos numéricos que, aunque realmente son un "pelín" alarmantes, también son necesarios para resaltar el objetivo final de este post: insistir en el diagnóstico correcto y precoz, así como en el mejor tratamiento del asma en los niños.
El asma afecta a unos 300 millones de personas en todo el mundo. En España, afecta al 10 por ciento de los niños, y entre un 60-70 por ciento de estos casos tiene un origen alérgico: pólenes, ácaros, hongos, animales. De ahí la importancia de visitar a un especialista en Alergia cuando se sospeche asma infantil.
Como ya os hablamos en nuestro anterior post sobre el asma, ésta es la enfermedad crónica peor controlada en la actualidad. Las causas son múltiples, a pesar del gran abanico de tratamientos del que disponemos hoy en día. Una de ellas, muy importante, es la falta de un único criterio a la hora de definir la enfermedad. En el caso del asma infantil, ese problema es aún más complejo.
Durante años se han utilizado términos como sibilancias, broncoespasmo o hiperreactividad bronquial para definir características clínicas que realmente corresponden al asma. Hoy día, la recomendación científica es evitar por completo el uso de esa terminología y denominarla simplemente asma.
El asma es una enfermedad con alto componente hereditario: tener padres u otros familiares con otras enfermedades atópicas, ya sea el propio asma o rinitis alérgica o alergia alimentaria, predispone a su padecimiento. Entre los factores predisponentes a la enfermedad del propio niño existen varios muy documentados en los estudios científicos:
¿Cómo se diagnostica el asma infantil? Ante la sospecha de asma debes acudir a tu especialista. Como hemos dicho, la mayoría de los asmas pediátricos tienen un origen alérgico, por lo que siempre es aconsejable la valoración por dicho especialista, quien, además, realizará las pruebas respiratorias oportunas tales como espirometría, medición de óxido nítrico exhalado o test de hiperrespuesta bronquial, si son necesarias... Además, se harán distintos análisis sanguíneos para descartar otras enfermedades, situaciones de inmunodepresión, etc.
Si hablamos del tratamiento del asma, los corticoesteroides inhalados son la base. Muy importante es la forma de inhalarlos. Los niños siempre deben inhalarlos a través de una cámara de inhalación (como la de nuestra foto). Con esto nos aseguramos de que, de verdad, el medicamento entre en los bronquios del niño. El especialista indicará la necesidad, en función de la edad y gravedad de los síntomas, de añadir otros medicamentos inhalados o de forma oral. Los corticoesteroides inhalados realizan su trabajo en el bronquio, y apenas pasan a la sangre por lo que no se producirán los temidos efectos secundarios de los mismos.
Los jarabes antitusígenos o mucolíticos no son tratamientos para el asma.
Como siempre, ante cualquier síntoma que te haga sospechar que tu hijo tiene asma, consulta a tu especialista. El alergólogo atiende a pacientes de 0 a 100 años; es importante diagnosticar y tratar de manera correcta el asma infantil para que la función respiratoria de los niños sea normal al llegar a adultos.
Seguro que conoces a alguien que tenga alergia al polen, o a los ácaros, o al pescado, la leche, la aspirina... La alergia se ha convertido en un problema global, que aparece en muchos aspectos de la vida cotidiana, en general haciéndola algo más engorrosa. Aunque no es una enfermedad nueva, si existe en general gran desinformación sobre como manejarla, sobre los tratamientos posibles, y sobre los estudios que se deben llevar a cabo para un buen diagnóstico. Creemos que es fundamental que el paciente esté formado e informado en este tema, y con ese objetivo en mente hemos puesto en marcha este blog.
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