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Blog del Dr. Francois Peinado. Urología. Hospital Universitario Ruber Juan Bravo
El pene enterrado (también denominado pene oculto o escondido) es una afección en la que el pene está parcial o totalmente cubierto por la piel del escroto, el abdomen o los muslos. Aunque un pene enterrado puede ser (y a menudo es) de tamaño normal, está oculto bajo la piel, por lo que no sobresale totalmente del cuerpo.
Esta afección infrecuente puede presentarse al nacer o desarrollarse en etapas posteriores de la vida. Puede causar varias complicaciones, como dificultad o dolor en las relaciones sexuales, síntomas urinarios, problemas de higiene y problemas de autoestima. Afortunadamente, el pene enterrado puede tratarse mediante cirugía y puede mejorar con la pérdida de peso.
Síntomas
El síntoma principal del pene enterrado es que sólo es visible la punta (si la hay) del pene. Sin embargo, suele ir acompañado de varios problemas físicos y psicológicos. A continuación, se enumeran algunas de las complicaciones que pueden surgir como consecuencia de un pene enterrado:
Imposibilidad de mantener relaciones sexuales con penetración si el pene queda atrapado bajo la piel.
Dolor durante el coito.
Erecciones y/o eyaculación dolorosa.
Dificultad para orinar (por ejemplo, no poder orinar de pie).
Goteo de orina.
Infecciones urinarias frecuentes.
Mala higiene.
Infecciones cutáneas debidas a problemas de higiene.
Piel del pene poco sana debido a inflamaciones y cicatrices.
Depresión.
Ansiedad.
Baja autoestima o deterioro de la autoimagen sexual.
Carcinoma de células escamosas del pene (cáncer de pene) que puede producirse debido a la inflamación crónica por el atrapamiento de orina.
Una persona con pene enterrado puede experimentar alguna o todas estas complicaciones, dependiendo de la gravedad de su afección.
Causas
El pene enterrado puede estar causado por problemas en los ligamentos que unen el pene al cuerpo, exceso de grasa alrededor del abdomen, retención de líquidos en la zona genital o complicaciones tras la circuncisión. También puede deberse a enfermedades cutáneas poco frecuentes, como el liquen escleroso o la hidradenitis supurativa. A continuación, se ofrece una explicación más detallada de cada una de las posibles causas del pene enterrado:
Diagnóstico
Normalmente, un médico puede diagnosticar el pene enterrado mediante una inspección visual y un examen físico. Un profesional capacitado puede ayudar a descartar otras posibles afecciones del pene, como el micropene, que es un pene pequeño. Por lo tanto, si cree que puede tener el pene enterrado, es importante que se lo confirme un médico de atención primaria o un urólogo.
Tratamiento
En bebés y niños muy pequeños, el pene enterrado puede desaparecer por sí solo a medida que el niño crece. Además, las personas con casos leves pueden notar que la pérdida de peso y/o las cremas tópicas con esteroides que aflojan el prepucio ayudan (en casos relacionados con la fimosis). No obstante, para tratar el pene enterrado suele ser necesaria la cirugía. Las siguientes opciones quirúrgicas se centran en eliminar grasa o reforzar la estructura de soporte del pene para tratar el pene enterrado:
Fotografías antes y después de cirugía (fotos propiedad del Dr. Peinado)
Referencias:
Hay multitud de anuncios de alargamiento de pene en internet en particular en las páginas de pornografía. En algunos casos, prometen aumentar el pene hasta 5 y 7 cm mediante pastillas, bombas de vacío, alargadores, etc…
Empecemos por hablar del tamaño del pene "normal". La mayoría de los penes que examinamos en consulta son totalmente normales a pesar de que muchos hombres consultan por ello. La sociedad moderna y en particular las películas, han relacionado el tamaño del pene con la virilidad del varón; en la mayoría de los casos, el tamaño del pene en flacidez oscila entre los 8 y 13 cm y en erección entre los 13 y 18 cm. Una regla para conocer aproximadamente el tamaño del pene en erección es estirándolo y se aproxima a su tamaño en erección. Penes por debajo de 7,5 cm no son comunes y por tanto se etiquetan de micropenes.
Las píldoras para alargar el pene no funcionan y no hay ninguna evidencia científica que haya demostrado su eficacia.
Los alargadores de pene que solemos utilizar los cirujanos que nos dedicamos a la cirugía de pene pueden conseguir un aumento del tamaño del pene de 1-2 cm tras un uso prolongado; los utilizamos fundamentalmente para evitar la retracción del pene después de la cirugía de Peyronie.
Las bombas de vacío permiten rellenar el pene con sangre venosa mediante un proceso de succión causando una erección artificial; también las prescribimos después de la cirugía de cáncer de próstata o Peyronie para originar un estímulo sanguíneo. El paciente debe colocarse un anillo en la base del pene para evitar la pérdida de sangre de los cuerpos cavernosos. Este anillo debe retirarse a los 20-30 minutos máximo para evitar lesiones significativas en el pene. Los ejercicios con la bomba de vacío tienen el objetivo de realizar estiramientos del pene pero no consiguen un alargamiento real del mismo.
Los estiramientos continuos del pene a través de ejercicios (jelquing) pueden conseguir un mínimo efecto después de un largo tiempo de su ejercicio.
En resumen, ninguna técnica no quirúrgica ha demostrado hasta el momento actual conseguir alargamientos eficaces.
En relación con la cirugía, la técnica más utilizada es la sección del ligamento suspensorio del pene que es el que "sujeta" el pene desde el hueso púbico hasta su parte interna que es la que se introduce en la región pélvica. En muchos casos, los pacientes presentan también grasa infrapúbica que aconseja hacer una liposucción. En realidad, no se alarga el pene sino que se "saca" del abdomen. Otra técnica que puede complementar esta cirugía es una escrotoplastia dado que hay pacientes que presentan escrotos con mucha piel que tiende a esconder parte del cuerpo del pene.
Otras medidas generales son recortarse el vello púbico y hacer ejercicio puesto que puede conseguirse adelgazar mejorando el aspecto estético abdominal. En resumen, la mayoría de los tamaños de los penes que tratamos es normal resultando muy difícil conseguir un alargamiento real excepto con la cirugía.
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