Quirónsalud
Blog del Dr. Francois Peinado. Urología. Hospital Universitario Ruber Juan Bravo
Los hombres, por lo general, tienden a cuidarse menos que las mujeres y a hacerse menos pruebas preventivas para el cuidado de su salud. Vamos a enumerar algunas:
El cáncer de próstata es el cáncer más frecuentemente diagnosticado en los hombres y el número de casos está creciendo anualmente. Los motivos de este incremento son el aumento de la longevidad y a la aparición de nuevas pruebas diagnósticas que permiten detectar el cáncer de forma mucho más temprana, como la resonancia magnética multiparamétrica de próstata, la biopsia de fusión o nuevas pruebas genéticas. No obstante, la prueba "reina" sigue siendo el antígeno prostático específico (PSA), un marcador en sangre cuyos valores elevados "obligan" a hacer un estudio en profundidad de la próstata. No es un marcador específico del cáncer puesto que, a medida que la próstata va creciendo se produce un aumento de la producción de PSA, y hay próstatas benignas que tienen PSA por encima de los límites normales y sin cáncer. Sigue siendo objeto de polémica su solicitud en todos los pacientes mayores de 50 años puesto que detectamos muchos cánceres "indolentes", es decir, que no afectarán a la salud de estos pacientes y, al ser detectados, los enfermos se someten a tratamientos que muchas veces tienen efectos secundarios. Su urólogo le comentará los pros y contras de esta prueba tan habitual.
Cáncer testicular: este cáncer infrecuente se suele producir en los hombres entre 20 y 54 años. La sociedad americana del cáncer recomienda que todos los hombres se evalúen cuando acudan a una consulta médica rutinaria. Ante la más mínima sospecha o la presencia de una masa o bultoma en la zona hay que acudir al urólogo para la realización de una ecografía testicular y análisis de sangre específicos. La autoinspección es importante por parte de los pacientes.
El cáncer de colon es la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer. Los hombres tienen un pequeño riesgo más elevado en comparación a las mujeres. La mayoría de los cánceres de colon se desarrollan lentamente. La mejor forma de prevenirlo es la realización de una colonoscopia a partir de los 50 años. Esta prueba detecta también los pólipos que pueden ser extirpados durante el procedimiento.
El cáncer de piel y su forma más maligna, el melanoma, aumenta de forma significativa cuando los hombres envejecen. Los hombres mayores tienen el doble de probabilidad de desarrollar un melanoma y 2-3 veces más riesgo de cánceres de piel de células basales o escamosas. El riesgo se incrementa según la exposición solar que haya tenido el paciente a lo largo de su vida. Es importante un chequeo por un dermatólogo.
El pene enterrado (también denominado pene oculto o escondido) es una afección en la que el pene está parcial o totalmente cubierto por la piel del escroto, el abdomen o los muslos. Aunque un pene enterrado puede ser (y a menudo es) de tamaño normal, está oculto bajo la piel, por lo que no sobresale totalmente del cuerpo.
Esta afección infrecuente puede presentarse al nacer o desarrollarse en etapas posteriores de la vida. Puede causar varias complicaciones, como dificultad o dolor en las relaciones sexuales, síntomas urinarios, problemas de higiene y problemas de autoestima. Afortunadamente, el pene enterrado puede tratarse mediante cirugía y puede mejorar con la pérdida de peso.
Síntomas
El síntoma principal del pene enterrado es que sólo es visible la punta (si la hay) del pene. Sin embargo, suele ir acompañado de varios problemas físicos y psicológicos. A continuación, se enumeran algunas de las complicaciones que pueden surgir como consecuencia de un pene enterrado:
Imposibilidad de mantener relaciones sexuales con penetración si el pene queda atrapado bajo la piel.
Dolor durante el coito.
Erecciones y/o eyaculación dolorosa.
Dificultad para orinar (por ejemplo, no poder orinar de pie).
Goteo de orina.
Infecciones urinarias frecuentes.
Mala higiene.
Infecciones cutáneas debidas a problemas de higiene.
Piel del pene poco sana debido a inflamaciones y cicatrices.
Depresión.
Ansiedad.
Baja autoestima o deterioro de la autoimagen sexual.
Carcinoma de células escamosas del pene (cáncer de pene) que puede producirse debido a la inflamación crónica por el atrapamiento de orina.
Una persona con pene enterrado puede experimentar alguna o todas estas complicaciones, dependiendo de la gravedad de su afección.
Causas
El pene enterrado puede estar causado por problemas en los ligamentos que unen el pene al cuerpo, exceso de grasa alrededor del abdomen, retención de líquidos en la zona genital o complicaciones tras la circuncisión. También puede deberse a enfermedades cutáneas poco frecuentes, como el liquen escleroso o la hidradenitis supurativa. A continuación, se ofrece una explicación más detallada de cada una de las posibles causas del pene enterrado:
Diagnóstico
Normalmente, un médico puede diagnosticar el pene enterrado mediante una inspección visual y un examen físico. Un profesional capacitado puede ayudar a descartar otras posibles afecciones del pene, como el micropene, que es un pene pequeño. Por lo tanto, si cree que puede tener el pene enterrado, es importante que se lo confirme un médico de atención primaria o un urólogo.
Tratamiento
En bebés y niños muy pequeños, el pene enterrado puede desaparecer por sí solo a medida que el niño crece. Además, las personas con casos leves pueden notar que la pérdida de peso y/o las cremas tópicas con esteroides que aflojan el prepucio ayudan (en casos relacionados con la fimosis). No obstante, para tratar el pene enterrado suele ser necesaria la cirugía. Las siguientes opciones quirúrgicas se centran en eliminar grasa o reforzar la estructura de soporte del pene para tratar el pene enterrado:
Fotografías antes y después de cirugía (fotos propiedad del Dr. Peinado)
Referencias:
La testosterona es la hormona sexual más importante del hombre. Los testículos son los responsables de la producción de esta hormona. Ayuda no solo a tener los elementos diferenciadores masculinos como son el vello facial, corporal o la masa muscular, sino que está implicada en el deseo sexual o la salud ósea entre otros. También colabora en la regulación de la glucemia o del colesterol en sangre. Su participación en el bienestar emocional de los hombres y en los problemas de erección cuando sus niveles son más bajos es característica. La repercusión no es solo sexual como se tiende a pensar, sino que tiene consecuencias múltiples en el organismo.
Las cifras de testosterona van disminuyendo con la edad en todos los hombres. Es un proceso fisiológico ligado al envejecimiento (andropausia). El problema se da si esos niveles caen por debajo de las cifras consideradas como normales. Con la edad, tener un deseo sexual más bajo y menos erecciones entra dentro del proceso de envejecimiento normal.
Hay estudios que señalan que casi un 40% de los hombres mayores de 45 años pueden tener niveles de testosterona más bajos. La caída de la testosterona se inicia alrededor de los 40 años y se produce a un ritmo del 1% anual, pero eso no significa que vaya a tener los niveles por debajo de los límites establecidos; por ello tener los niveles por debajo de los límites normales no es normal y esta situación afecta a la calidad de vida y salud.
Dado que los síntomas de hipogonadismo son difusos, la mayoría de los hombres no suelen mencionar los mismos en consulta por lo que el número de pacientes con bajos niveles es mucho mayor de lo que solemos diagnosticar. Muchos hombres acuden a consulta porque no tienen deseo sexual o se encuentran anímicamente más decaídos. En muchos casos, se asocian problemas de disfunción eréctil, pérdida de energía o disminución de la fuerza.
Las mamas dolorosas o el crecimiento de estas también pueden sugerir bajos niveles de testosterona. La pérdida de vello corporal y tener que afeitarse con menos frecuencia es otro signo. La presencia de sofocos puede ser otro signo indirecto de esta situación.
La producción de células rojas sanguíneas también está relacionada con este déficit por lo que los bajos niveles de esta hormona pueden causar anemia, depresión y dificultades de concentración.
La obesidad abdominal tiene factores relacionados con la deficiencia de esta hormona. Además, la obesidad es uno de los principales causantes de tener bajos niveles de esta hormona e incrementa los riesgos de tener hipogonadismo (andropausia). Dado que el envejecimiento se acompaña en muchos casos de obesidad, esos dos factores se suman para producir esta situación.
Como comentamos en la primera parte de este artículo, el principal motivo de consulta cuando se tiene un déficit de testosterona es la falta de deseo sexual (libido): los hombres describen que no desean tener relaciones sexuales o no sienten atracción por las mujeres en comparación a cómo se sentían antes.
Otra consulta característica es referir menos cantidad de semen junto a erecciones menos potentes u orgasmos menos placenteros. El insomnio o la pérdida de memoria también pueden estar relacionados con este déficit.
Otro mito por desterrar en relación con esta hormona es su relación con la calvicie masculina: la testosterona baja no es la causante de la calvicie, sino que los factores genéticos son los principales responsables de ello.
La osteoporosis en los hombres es un problema añadido al envejecimiento. En muchos hombres con osteoporosis se olvida solicitar la prueba de testosterona porque muchas veces se desconoce su implicación en el metabolismo óseo o se cree que solo la padecen las mujeres. Está relacionada con la falta de actividad física, la obesidad, la disminución de esta hormona y los bajos niveles de vitamina D. El resultado final es la aparición de fracturas de cadera que tienen una gran repercusión sobre la vida del paciente. En todos los pacientes con osteoporosis debería medirse la testosterona y los pacientes con bajos niveles de esta hormona, deberían ser sometidos a un estudio óseo.
Otra característica por parte de los hombres que tienen síntomas es la pérdida progresiva de masa muscular, testículos más pequeños o a veces mamas aumentadas de tamaño (ginecomastia).
El diagnóstico del déficit de esta hormona se realiza a través de un análisis de sangre en ayunas, preferiblemente antes de las 11 horas de la mañana porque esta hormona experimenta variaciones en sus niveles en sangre a lo largo del día. Realmente la parte activa de la testosterona es su fracción libre, que es la que ejerce la acción en el organismo. Por lo general, niveles de testosterona total por debajo de 300 ng/dl ya son bajos.
Muchos hombres no son tratados de este déficit porque no son diagnosticados. Si el médico o urólogo no piensa en este síndrome será difícil que solicite un análisis de testosterona. Hasta 9 de cada 10 hombres con síntomas de bajos niveles de testosterona no son tratados. Los hombres suelen atribuir sus síntomas a otras condiciones clínicas y piensan que es proceso normal de la edad (baja energía, depresión, ausencia de deseo sexual, etc…).
El tratamiento de los hombres con bajos niveles de esta hormona (hipogonadismo) se basa en suplementar la hormona con sustancias específicas como como geles transdérmicos o inyecciones intramusculares. El objetivo es aumentar los niveles de testosterona a rangos medios-normales de 400-700 ng/dL.
El tratamiento con testosterona no solo producirá un cambio en el deseo sexual. También mejorará la capacidad de pensamiento o la energía por lo que mejorará el humor. También se evidenciarán mejoras en la masa muscular y la osteoporosis. Incluso les hará estar más alerta.
La testosterona por sí sola no cura la disfunción eréctil puesto que es una patología mucho más compleja en los que los factores cardiovasculares y neurológicos están implicados estrechamente, pero si los niveles son bajos y se tratan correctamente, se puede mejorar la capacidad de erección.
El tratamiento con testosterona exige siempre un control médico con repetición de análisis de sangre para ver cómo evoluciona el PSA (Antígeno Prostático Específico), las cifras de hemoglobina, etc…
Los geles o sprays de testosterona se deben aplicar diariamente en la zona de los hombros-brazos o pecho y se debe mantener el tratamiento durante muchas semanas hasta valorar si los niveles se han normalizado.
El tratamiento con inyecciones de testosterona tiene la ventaja en la periodicidad de su administración; hay formulaciones que permiten inyectarse cada 3 semanas y algunas cada 10 semanas. Estas inyecciones producen un pico de la hormona en el organismo y con el transcurso de los días, sus niveles bajan progresivamente.
En relación con el tratamiento sustitutivo de testosterona, siempre existe la polémica del miedo en relación con el cáncer de próstata. Se da el hecho paradójico que el pico de incidencia de cáncer de próstata se produce cuando los niveles de esta hormona son los más bajos en el hombre. No hay evidencias que justifiquen su no utilización en los pacientes que lo necesiten. Lo que hay que hacer es controlar al paciente mediante tacto rectal, análisis sanguíneos de PSA y de sangre para ver evolución de las cifras de hemoglobina, hematocrito y ver la evolución de las cifras de testosterona.
Los hombres que están buscando tener hijos no pueden ser sometidos a tratamientos con testosterona puesto que puede afectar a su fertilidad.
Los esteroides anabólicos frecuentemente utilizados por los atletas y los levantadores de peso mimetizan los efectos de la testosterona natural con el resultado de aumento de masa muscular, pero a la larga producen una bajada de los niveles de testosterona. Un exceso de esteroides anabólicos puede aumentar los niveles de agresividad, causar acné severo, temblores, encoger los testículos, reducir el número de espermatozoides y producir calvicie.
Hay medicaciones que pueden aumentar los niveles de la testosterona como son el finasteride que es un fármaco utilizado para reducir el agrandamiento de próstata en la hiperplasia. Hay otros fármacos que pueden reducir los niveles de testosterona como son los corticoides como la prednisona o los narcóticos como la morfina. Los tratamientos para el cáncer de próstata avanzado producen una castración química anulando la producción de testosterona.
El tratamiento sustitutivo con testosterona puede empeorar algunas enfermedades como la apnea obstructiva del sueño por lo que en estos hombres hay que tener especial precaución. En los hombres con hiperplasia benigna de próstata, cáncer de próstata o insuficiencia cardiaca congestiva se debe tener especial precaución.
La ingesta de alcohol afecta a los testículos, el lugar de producción de la testosterona y parece que también afecta a la producción de las hormonas relacionadas con la función sexual y la fertilidad. La atrofia testicular es característica de bajos niveles de testosterona en hombres alcohólicos con afectación hepática. El aumento de mamas o ginecomastia es típico de grandes bebedores porque el alcohol puede intervenir en la conversión de la testosterona en estrógenos que son las hormonas femeninas.
El ejercicio puede ayudar a subir los niveles de testosterona. Después del ejercicio, los niveles de testosterona suben durante un breve período de tiempo (unos minutos hasta una hora). Los niveles de testosterona son más altos por la mañana y van disminuyendo a lo largo del día para ser más bajos a última hora de la tarde. Algunos investigadores aconsejan que la realización de ejercicio de fuerza por la tarde tiene un mayor efecto en la testosterona aunque con el entrenamiento, el cuerpo se adapta y la respuesta al ejercicio disminuye.
Los expertos aconsejan para aumentar los niveles de testosterona utilizar la mayor cantidad de músculos posibles frente a hacer solo un ejercicio específico. También es mejor levantar pesos pesados frente a múltiples repeticiones de pesos ligeros y tener períodos cortos de descanso durante el entrenamiento físico.
La paradoja es que los atletas de élite o los amateurs sobreentrenados pueden experimentar una bajada significativa de los niveles de testosterona. En estos casos, además tienen altos niveles de cortisol, la hormona del "estrés". Los signos del sobreentrenamiento son: dolores musculares generalizados, el tiempo de recuperación tras el ejercicio es prolongado, dificultades en dormir-insomnio, pérdida en la consecución de objetivos y fuerza.
Blog especializado en el tratamiento de los problemas de próstata y salud sexual del varón.
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