Quirónsalud
Blog de las Unidades de Obesidad de Quirónsalud Alicante, Murcia, Torrevieja y Valencia.
Los probióticos son bacterias beneficiosas que viven en el intestino y mejoran la salud general del organismo, trayendo beneficios como facilitar la digestión y la absorción de nutrientes, y fortalecer el sistema inmunológico.
Cuando la flora intestinal no está en equilibrio, frecuente tras el uso de antibióticos o cuando no se tiene una alimentación saludable y equilibrada, el intestino acaba siendo poblado por bacterias malas, que no ayudan al sistema inmune y dejan al organismo susceptible a enfermedades.
Los principales beneficios de los probióticos son:
Combatir y prevenir enfermedades intestinales como colitis, síndrome del intestino irritable, enfermedad de Crohn e inflamación intestinal.
Combatir enfermedades como cáncer, candidiasis, hemorroides e infección urinaria.
Mejorar la digestión y combatir la acidez.
Combatir el estreñimiento y la diarrea, regulando el tránsito intestinal.
Aumentar la absorción de nutrientes, como vitamina B, calcio y hierro.
Fortalecer el sistema inmunológico, por aumentar la producción de macrófagos, unas células de defensa del organismo.
Impedir la proliferación de bacterias malas en el intestino.
Ayudar a digerir la lactosa, especialmente en personas con intolerancia a este componente.
Prevenir problemas como obesidad, colesterol alto e hipertensión.
Prevenir alergias e intolerancias alimentarias.
Ayudar a mejorar el humor, pues se ha encontrado una relación directa entre el equilibrio de la flora intestinal con una disminución de enfermedades como la depresión y la ansiedad.
Podrían ayudar a mejorar condiciones como el autismo, pues algunos estudios parecen indicar que hay mejoras no solo a nivel gastrointestinal sino también a nivel del comportamiento, mejorando la habilidad para concentrarse y escuchar.
Una flora intestinal sana y rica en probióticos comienza a formarse desde el nacimiento, especialmente cuando el bebé nace por parto normal y cuando es amamantado con exclusividad durante el inicio de la vida.
Hay dos formas de ingerir probióticos:
Por una parte, tenemos la posibilidad de aumentar el consumo de alimentos que son considerados como probióticos naturales, como el yogur o el kéfir.
Por otra parte, se puede hacer mediante el uso de suplementos con probióticos.
Entre los alimentos probióticos podemos encontrar:
- Yogur natural, estos son la principal y más fácil fuente de probióticos en el mercado en la actualidad.
- Kéfir, es un producto fermentado con levadura y bacterias, semejante al yogur, pero posee una cantidad más elevada de probióticos.
- Leche fermentada, son productos especiales que generalmente contienen Lactobacillus agregados por la industria, siendo el Yakult el más famoso.
- Kombucha, es una bebida fermentada hecha principalmente a partir del té negro
- Productos orientales a base de soja, legumbres y hortalizas como Miso, Natto, Kimchi y Tempeh que pueden ser comprados en tiendas especializadas;
- Chucrut, es una preparación culinaria que se elabora a través de la fermentación de las hojas frescas del repollo o de la col
- Los pepinillos, preparación de pepinos en agua y sal, se dejan fermentar durante un tiempo.
- Masa madre o levadura natural, es un cultivo vivo compuesto por levaduras y bacterias que se producen a través de la fermentación de cereales como el trigo y de los microorganismos que se encuentran naturalmente en el ambiente, siendo utilizada para elaborar diversos productos como pan, tortas y galletas.
- Algunos quesos como el Cabrales, Roquefort también pueden contener cultivos vivos de microorganismos con propiedades probióticas, siendo importante leer el etiquetado nutricional para confirmar si ese tipo de queso contiene o no estas bacterias.
Existen en diversas presentaciones cápsulas, líquidos o sobres, los cuales deben ser diluidos en agua o jugos naturales para ser consumidos. Se pueden encontrar en las farmacias y tiendas de productos nutricionales.
Hay varios tipos de suplementos, que incluyen entre 1 a 10 tipos diferentes de probióticos. Los más importantes son:
Bifidobacteria animalis: ayuda a fortalecer el sistema inmune, además de facilitar la digestión y a combatir las bacterias transmitidas por la ingesta de comida contaminada.
Bifidobacteria bifidum: están presentes en el intestino delgado y grueso, ayudando en la digestión de los productos lácteos.
Bifidobacteria breve: están presentes en el intestino y en el tracto vaginal ayudando a combatir infecciones por bacterias y hongos.
Bifidobacteria longum: es uno de los tipos de probióticos más comunes en el intestino y ayuda a eliminar las toxinas del organismo.
Lactobacillus acidophilus: es quizás el tipo más importante de probióticos, ya que ayuda en la absorción de varios nutrientes, además de combatir infecciones y facilitar la digestión.
Lactobacillus reuteri: están presentes especialmente en la boca, en el estómago y en el intestino delgado, siendo importantes contra la infección por Helicobacter pylori.
Lactobacillus rhamnosus: están presentes en el intestino y pueden ayudar a combatir rápidamente casos de diarrea, especialmente cuando se viaja a otros países. También puede ayudar a tratar el acné, eccema y la cándida.
Lactobacillus fermentum: ayudan a neutralizar productos y toxinas liberadas durante la digestión, mejorando el ambiente para el crecimiento de la flora intestinal.
Saccharomyces boulardii: ayuda a tratar la diarrea por antibióticos o del viajero.
Bebidas gaseosas, refrescos.
Alimentos procesados y algunos congelados, tienen grandes cantidades de azúcar, sal, carbohidratos y grasas saturadas, patatas fritas, comidas preparadas, pizzas.
Bebidas alcohólicas.
Carbohidratos refinados, pan blanco provoca inflamación y desgasta el sistema inmune, aún más si lo acompañamos con bebidas azucaradas como refrescos, jugos de frutas o cafés endulzados.
Sal. Aunque su uso es vital para el sabor de los alimentos, su consumo en exceso puede bajar nuestras defensas. La sal en exceso provoca infecciones y deficiencias inmunológicas ante algunas bacterias.
Cafeína. Aunque solemos tomar una taza de café por las mañanas, el consumo en grandes cantidades de esta bebida podría afectar nuestra salud.
Alimentos y bebidas altas en azúcar, kétchup, salsa barbacoa, helados, cereales de caja azucarados. El azúcar debilita el sistema inmune y que la OMS recomienda comer en un promedio de 25 g de azúcar por día para mantener el cuerpo saludable.
El ejercicio y el sistema inmune
El ejercicio físico moderado realizado de forma habitual produce un efecto antiinflamatorio sobre el sistema inmunológico, reduce el riesgo de sufrir infecciones, por tanto lo refuerza si comparamos los datos con el sedentarismo.
La actividad física puede ayudar a eliminar bacterias de los pulmones y las vías respiratorias y por tanto reduce las probabilidades de contraer cualquier enfermedad de respiratoria.
El ejercicio provoca cambios en los anticuerpos y los leucocitos. Los leucocitos son las células del sistema inmunitario que combaten las enfermedades mediante los anticuerpos, unas proteínas que neutralizan las bacterias y agentes externos. Estos anticuerpos y leucocitos circulan más rápidamente con la práctica habitual de ejercicio, así que pueden detectar y combatir enfermedades más rápida y efectivamente.
La elevación breve de la temperatura corporal durante e inmediatamente después del ejercicio puede impedir el crecimiento bacteriano. Esta elevación en la temperatura puede ayudar al cuerpo a combatir mejor una infección, similar a lo que sucede cuando uno tiene fiebre.
El ejercicio disminuye la secreción de las hormonas del estrés como el cortisol. Algo de estrés incrementa las probabilidades de que se presente una infección. Disminuir las hormonas del estrés puede proteger contra enfermedades.
La práctica deportiva de entre 20 y 30 minutos al día de ejercicio todos los días estaría bien.
Desde Quirónsalud animamos a nuestros pacientes a llevar una vida saludable que combine una buena alimentación y la práctica de deporte.
Texto elaborado por Carolina Pérez, nutricionista de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Murcia
Texto elaborado por el doctor Carlos Sala, jefe de la Unidad de Nutrición de Quirónsalud Valencia.
Consulta también con nuestros especialistas de nutrición de Quirónsalud Alicante, Quirónsalud Murcia
y Quirónsalud Torrevieja
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La obesidad es una enfermedad caracterizada por el acúmulo anormal de grasa en el organismo. Esto lo que provoca es el mal funcionamiento de diferentes órganos y es causa de enfermedades como: Diabetes tipo 2, Hipertensión arterial, cardiopatía isquémica, infartos cerebrales, dislipemia (colesterol y triglicéridos), apnea del sueño, osteoartritis, hiperuricemia, ovario poliquístico, infertilidad, colelitasis, hígado graso (esteatosis - esteatohepatitis - cirrosis)...
Todo esto aumenta el riesgo hasta 6 veces de padecer algunos tipos de cáncer como mama, esófago y estómago, colon, hígado y vesícula, etc. además de trastornos psicológicos en el ámbito de la depresión y autoestima.
Los pacientes obesos, además de vivir 10 años menos de media, viven peor, y si padecen diabetes se reduce la esperanza media de vida en 20 años.
La obesidad favorece la aparición de resistencia insulinica, por lo que el páncreas debe trabajar en exceso, desarrollando una Diabetes tipo 2.
Cuando se agota el páncreas es necesario el tratamiento con insulina. Este efecto es mucho más acelerado en los adolescente obesos, en los que el páncreas se agota con mayor rapidez que en el adulto.
La cirugía bariátrica y metabólica puede detener y revertir estos efectos perniciosos de la obesidad sobre el metabolismo glucídico remitiendo la diabetes y normalizando también el metabolismo de las grasas desapareciendo la dislipemia.
La obesidad también produce hipercolesterolemia e hipertriglicidemia, además del desarrollo de placas de ateroma en las arterias, lo que ocasiona infartos cardiacos y cerebrales.
La obesidad también es causa de hipertensión arterial e insuficiencia cardiaca, lo que complica todavía más el normal funcionamiento del Sistema Cardiovascular, acelerando su disfunción y colapso.
La obesidad facilita la aparición de reflujo gastroesofágico, que a su vez causa esofagitis, esófago de Barret y cáncer de esófago.
Alguna técnicas bariátricas como el bypass gástrico corrige el reflujo además de la obesidad.
Los pacientes obesos tienen alterada la microbiota intestinal (flora intestinal), lo que altera la disponibilidad de los alimentos absorbidos y complica el normal metabolismo haciéndolo disfuncional y patológico. Tras la cirugía bariátrica y metabólica incluso retorna la microbiota intestinal a proporciones fisiológicas normales.
La enfermedad por reflujo gastroesofágico característica de los pacientes obesos es causa de broncoaspiraciones nocturnas y neumonitis, incluso reducción de la dentina y gingivitis con retracción de las encías y pérdida de piezas dentales.
El normal funcionamiento mecánico de los pulmones se ve alterado por la obesidad, facilitando la restricción al flujo aéreo- EPOC, y empeorando los cuadros de Asma. Este hecho tuvo consecuencias catastróficas durante la pandemia COVID disparando la mortalidad de los pacientes obesos infectados en las UCI.
La obesidad también favorece la aparición de roncopatía y apnea del sueño - SAOS, que aumenta todavía más el riesgo cardiovascular. Los pacientes intervenidos de Cirugía Bariátrica consiguen abandonar el uso de los dispositivos CPAP y dejar de roncar, mejorando la función respiratoria.
El sobrepeso y la obesidad causan el desgaste de las articulaciones, sobre todo las rodillas, caderas y la columna vertebral, reduciendo el cartílago articular, lo que ocasiona osteoartritis y artrosis, que muchas veces requieren de tratamiento quirúrgico con prótesis de cadera y rodilla. Con frecuencia, los pacientes traumatológicos obesos requieren un procedimiento bariátrico previo, ya que, en los pacientes con exceso de peso, las prótesis suelen fracasar.
La obesidad y el exceso de peso condicionan un riesgo aumentado de hasta 6 veces de padecer algunos tipos de cáncer como el de boca, faringe y laringe, hígado, riñón, esófago y estómago, próstata, vesícula y páncreas, mama, colon, ovario, endometrio, etc.
El exceso de grasa en el organismo se comporta como un depósito de hormonas y, en el caso de los ovarios, se pierde el ritmo cíclico menstrual, siendo causa de amonorrea e infertilidad.
Los embarazos de pacientes con obesidad mórbida suelen considerarse con riesgo añadido, además de los problemas extra durante el parto.
Las pacientes intervenidas de cirugía bariátrica deben evitar el embarazo durante el primer año postoperatorio hasta asegurar un adecuado estado nutricional y requieren una más estrecha vigilancia.
La obesidad va más allá de la apariencia física; es una amenaza real para la salud. La buena noticia es que la mayoría de estas consecuencias son prevenibles y tratables a través de cambios en el estilo de vida, incluyendo una alimentación equilibrada y la incorporación de actividad física regular. Consulta con nuestros especialistas en nutrición para ayudarte a mantener unos hábitos saludables.
"Cuando pasen las fiestas me pongo a dieta", "En enero me apunto al gimnasio", "Este año voy a comer más sano". Si te resultan familiares estas afirmaciones es porque son de las frases más repetidas durante la recta final de diciembre y es que uno de los propósitos más comunes de cada año es adelgazar y perder peso.
Sin embargo, partimos del planteamiento erróneo: no necesitamos perder algún kilo o empezar la dieta en enero, si estas frases las repites año tras año, tienes que cambiar de hábitos y mejorar tu alimentación para decir adiós a las dietas y sus efectos rebotes.
El cambio de hábitos requiere de un aprendizaje, adquirir nuevas rutinas está en nuestra mano y en caso de necesitar apoyo, consultar a un profesional de la alimentación reforzará este etapa de cambio. Además, todo eso debe ir acompañado de actividad física.
No es el mejor principio porque no debería de haber un final, tenemos que cuidar nuestro estilo de vida siempre.
Es cierto que las vacaciones nos permiten parar y pensar, quizás por eso en esta época hagamos algún propósito de enmienda. Si después de estas fechas nos sentimos motivados para empezar algo, sería importante que los objetivos fueran realistas, medibles y abordarlos de uno en uno.
Por ejemplo, "Voy a incluir una ración de fruta todas las mañanas en el almuerzo". Si necesitamos ayuda para establecer prioridades y planificar dichos objetivos podemos acudir a una Unidad de Obesidad multidisciplinar.
Eso es porque ya lo intentamos otra vez y acabamos abandonando nuestros propósitos.
Las obligaciones diarias y los horarios complicados no ayudan. Por eso es fundamental insistir en que los objetivos deben encajar perfectamente con los quehaceres.
Pide ayuda si necesitas identificar las causas que te han hecho fracasar anteriormente.
Comentábamos antes que cualquier cambio para mantenerlo en el tiempo tiene que ser realista, medible y progresivo.
Primero tendremos que identificar qué aspectos de nuestra dieta deben mejorar, después saber priorizar, y comenzar con no más de uno o dos objetivos al día registrando nuestros progresos.
Guarda tus registros, compara tus avances, establece las siguientes metas de acuerdo a los resultados.
Únete a personas que compartan y apoyen tu reto. Busca mejorar tus conocimientos dietéticos, la educación alimentaria es la base del cambio.
Busca una actividad que te guste, prueba algo nuevo, si tienes obesidad u otra enfermedad que limita tu actividad física, recurre a una persona formada para evitar lesiones y entrenar atendiendo a tus objetivos.
Es importante saber que caminar, aunque es una práctica que puede mejorar la salud, no destaca por consumir calorías.
Identificar hábitos o costumbres que necesitan cambiarse o instaurarse, ordenarlos para priorizar la intervención, abordarlos de uno en uno para poder integrarlos, medir resultados y corregir errores si fuera necesario. Los profesionales de la salud podemos ayudarte en este proceso.
Texto elaborado por Rocío Práxedes, Dietista-Nutricionista de la Unidad de Obesidad de Quirónsalud Valencia.
La obesidad no es solo un problema estético. Es un problema médico que aumenta el riesgo de enfermedades y problemas de salud, como enfermedades cardíacas, diabetes, presión arterial alta y determinados tipos de cáncer.
La obesidad es una enfermedad caracterizada por el acúmulo patológico de grasa en el organismo que es perjudicial para la salud.
Según la OMS, se diagnostica obesidad en un paciente cuando el Índice de Masa Corporal es igual o superior a 30 (IMC=kg/m2), o bien cuando el perímetro abdominal es igual o superior a 102cm en el varón y 88cm en la mujer.
Por su parte, y algo con lo que se suele confundir es el sobrepeso. Este se diagnostica con un IMC igual o superior a 25.
Ambas son enfermedades altamente perjudiciales para la salud de los pacientes.
El síntoma más obvio es el aumento de peso, por lo que los síntomas dependerán de este incremento de peso que, entre otros, pueden ser:
El incremento del IMC comporta un mayor riesgo de padecer ciertas enfermedades como:
Todas estas enfermedades derivadas por la obesidad también se conocen como comorbilidades.
La principal causa del sobrepeso y la obesidad es el desequilibrio energético entre las calorías consumidas y las gastadas, debido a la sobreingesta, al mayor consumo de alimentos muy energéticos y con alto contenido en grasa, azucarados procesados, y al menor nivel de ejercicio con hábitos más sedentarios.
Cuando el sobrepeso o la obesidad afecta o limita nuestra vida diaria es una gran señal de que algo no va bien en nuestro cuerpo.
Cuando altera nuestro bienestar emocional y autoestima, cuando condiciona la aparición de alguna de las comorbilidades mencionadas anteriormente, o simplemente cuando hemos ganado peso y queremos anticiparnos a todos estos problemas, debemos consultar con un médico especialista y dietista-nutricionista para valorar, estudiar y aplicar la mejor solución personalizada a nuestro caso.
En Quirónsalud contamos con un equipo de nutricionistas y endocrinos que podrán ayudarte a detectar cualquier anomalía en tu salud y peso.
A día de hoy, son muchos los condicionantes ambientales y sociales que promueven cambios poco saludables de nuestros hábitos y dieta.
Tanto la sobreingesta, como el consumo de alimentos grasos, hipercalóricos y azucarados, los alimentos ultraprocesados, etc., junto con un menor nivel de actividad física debido al mayor sedentarismo y a las exigencias laborales, promueven y facilitan la aparición y desarrollo del sobrepeso y la obesidad.
De hecho, es tal la magnitud del problema que afecta ya al 70% de la población española, y se denomina Pandemia del SXXI o diaglobesidad (Diabetes+obesidad). En la Comunidad Valenciana, el 62% de la población padece exceso de peso, y el 20% son obesos.
Los pacientes con obesidad presentan una peor calidad de vida debido a la dificultad en la movilidad, a las enfermedades que asocian con dependencia a fármacos, que necesitan mayores y más estrictos controles de salud (pincharse controles de glucemia, o insulina varias veces al día), sufren una mayor alteración del área afectiva y emocional, con menor autoestima y mayor dificultad para las relaciones personales y laborales, etc. Los pacientes enfermos de obesidad viven menos y además viven peor.
No se trata solamente de hacer una dieta durante unos meses para perder peso, por desgracia suele tener un gran efecto rebote y acaba fracasando.
En nuestra unidad de obesidad del Hospital Quironsalud de Valencia y Alicante ponemos el objetivo en un cambio de hábitos dietéticos y físicos, ayudados de la cirugía bariátrica y metabólica cuando está indicada, para promocionar un peso saludable y una mejoría o curación de las comorbilidades para el resto de la vida de nuestros pacientes. Esta es la base de nuestro éxito.
Si estás preocupado por tu peso o por los problemas de salud relacionados con el peso, consúltale a nuestros especialistas.
Texto elaborado por el doctor Jorge Cid, endocrinólogo de los hospitales Quirónsalud Alicante, Torrevieja y Murcia
La laparoscopia es una técnica que cada vez se emplea más, y por especialistas de diferentes ámbitos ya que tiene numerosas ventajas para los pacientes.
La laparoscopia es el acceso a la cavidad abdominal a través de una óptica conectada a una cámara que se introduce a través de la piel del abdomen, habitualmente el ombligo.
Este procedimiento nació a principios del SXX de forma experimental en Suecia, pero hasta los años 80 no se extendió su uso, inicialmente en ginecología, ampliando las indicaciones hasta el uso habitual que hacemos en cirugía moderna.
La cirugía laparoscópica es una alternativa mínimamente invasiva a la cirugía abierta.
Consiste en acceder al abdomen del paciente a través de pequeñas incisiones por las que se introduce una óptica conectada a una cámara y el material necesario (pinzas, suturas, grapadoras, etc.) para realizar un procedimiento quirúrgico.
Actualmente se emplea en casi todos los campos de la cirugía abdominal, ya que ha demostrado que la recuperación del paciente es mucho mejor, con menos complicaciones, e iguales o incluso mejores resultados que la cirugía abierta tradicional.
La cirugía laparoscópica requiere un aprendizaje específico, ya que las habilidades y destreza necesarias son diferentes de las de la cirugía tradicional con laparotomía.
Las intervenciones que se realizan por laparoscopia tienen muchas ventajas, tanto para el médico que las realiza como para el propio paciente. Algunas de ellas son:
La laparoscopia es una técnica segura, aunque conlleva unos riesgos que hay que tener en cuenta, como la posibilidad de que se infecte la herida quirúrgica o la zona de sutura interna, que se produzca una la hemorragia o que haya una mala cicatrización de la herida.
Esta técnica quirúrgica puede ser usada en todas las operaciones de la cavidad abdominal, como pueden ser las cirugías del aparato digestivo, en urología o en ginecología, además de en otros casos como urgencias por apéndice, o úlceras o en las cirugías de la obesidad mórbida.
Laparoscopia en cirugías del aparato digestivo, se suele utilizar la para extirpación de la vesícula y corrección del reflujo gastroesofágico. Actualmente también se realizan otras como la cirugía del colon, bazo, suprarrenales, hernias inguinales y abdominales y estómago. Se tratan dolencias como la enfermedad de Crohn, la colitis ulcerosa, el prolapso rectal o el estreñimiento grave.
Uso de laparoscopia en urología, se utiliza en casos de prolapso vaginal, testículo no descendido, prostatectomía radical por cáncer de próstata, resección de quistes del riñón o cirugía para la incontinencia femenina.
En la unidad de ginecología también se puede hacer uso de esta técnica para extirpar quistes de ovario, endometriosis, miomas, ligadura de trompas, , embarazos ectópicos, extirpar el útero o en cánceres ginecológicos.
Por otra parte, se puede hacer uso en las cirugías para tratar la obesidad mórbida, ya que se reducen las infecciones y hernias de la pared abdominal.
La recuperación postoperatoria es muy rápida, al minimizar la agresión quirúrgica con unas pequeñas incisiones en la piel, y tanto el dolor como las complicaciones son mucho menores.
En el caso de la cirugía bariátrica, nuestros pacientes suelen irse de alta tras 24h en el hospital, y recuperan la vida normal en una semana tras la intervención.
Tras un procedimiento laparoscópico hay mucho menos dolor y mejora la función respiratoria rápidamente, lo que acelera la recuperación física del paciente y reduce el riesgo de complicaciones, además del beneficio estético, ya que las pequeñas incisiones apenas son visibles.
En Quirónsalud Valencia y Alicante utilizamos este tipo de técnica para las intervenciones que ayudan a nuestros pacientes a combatir la Obesidad. Por ello nuestra Unidad de Obesidad cuenta con los profesionales capacitados para realizar este tipo de técnica en las intervenciones.
Texto elaborado por el doctor Carlos Sala, jefe de las Unidades de Obesidad Quirónsalud Valencia y Alicante
Blog realizado por especialistas de los Hospitales Quirónsalud Murcia, Torrevieja y Valencia donde encontrarás consejos de expertos profesionales de la nutrición, la psicología, la medicina deportiva y la cirugía para que tu camino hacia el objetivo de un peso saludable y una vida más plena sea más sencillo y alcanzable.
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