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Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares.

  • Las lesiones más habituales en accidentes de tráfico

    Los accidentes de tráfico pueden poner en riesgo nuestra integridad física y emocional, generando múltiples lesiones y secuelas que afectan nuestra calidad de vida. Estas situaciones requieren atención médica y psicológica para garantizar una recuperación integral.

    Lesiones accidentes tráficoLesiones accidentes tráfico

    En los accidentes de tráfico, el cuerpo humano se enfrenta a impactos que pueden causar lesiones de diversa gravedad. Entre las más comunes encontramos:

    • Fracturas óseas: Los golpes y movimientos bruscos suelen ocasionar fracturas, especialmente en costillas, pelvis, piernas y extremidades superiores. Estas lesiones pueden complicarse con problemas respiratorios o movilidad reducida, y a menudo requieren cirugía y rehabilitación.
    • Traumatismos craneales: Los golpes en la cabeza son habituales y pueden variar desde leves conmociones hasta graves lesiones cerebrales. Es esencial acudir al médico tras un impacto en la cabeza para descartar daños internos.
    • Lesiones en tejidos blandos: Comprenden contusiones, esguinces y abrasiones como el "sarpullido en la carretera", producto del roce con el asfalto.
    • Daños en la columna vertebral: Los accidentes pueden provocar hernias discales, fracturas vertebrales o lesiones en la médula espinal, con posibles consecuencias permanentes.
    • Latigazo cervical: Este movimiento brusco afecta los músculos, ligamentos y tendones del cuello, generando dolor y limitación de movimientos.
    • Laceraciones y hematomas: Los cortes y golpes internos o externos causados por objetos dentro del vehículo requieren atención para prevenir infecciones o complicaciones.

    Aunque algunas lesiones puedan parecer menores, es fundamental recibir atención médica inmediata para descartar problemas internos y prevenir complicaciones futuras.

    Consecuencias a largo plazo de los accidentes de tráfico

    Los efectos de un accidente pueden prolongarse en el tiempo, afectando diferentes aspectos de la vida:

    • Dolor persistente: Algunas lesiones derivan en dolor crónico, limitando la realización de actividades cotidianas.
    • Restricciones en la movilidad: Los daños musculares, articulares o en la columna pueden causar dificultades para moverse y realizar tareas físicas.
    • Impacto emocional y psicológico: Trastornos como ansiedad, estrés postraumático o depresión son frecuentes tras un accidente, influidos por el trauma y la incertidumbre durante la recuperación.

    Impacto psicológico tras un accidente de tráfico

    Además de las lesiones físicas, los accidentes pueden dejar huellas emocionales significativas. Es común experimentar estrés postraumático, caracterizado por ansiedad, pesadillas y evitación de situaciones similares al evento traumático. También pueden surgir sentimientos de culpa, miedo a conducir o estados depresivos, lo que subraya la importancia de buscar apoyo psicológico profesional.

    Situación de los accidentes de tráfico en España

    A pesar de los avances en seguridad vial, los accidentes siguen siendo una problemática importante en España. En 2023, los siniestros viales cobraron 1.145 vidas, y en 2024, 1.154 personas fallecieron en las carreteras, cifra récord en 6 años.

    La prevención es clave para reducir estos números. Evitar distracciones como el uso del móvil, respetar las normas de tráfico y emplear correctamente los sistemas de seguridad, como cinturones y dispositivos infantiles, son medidas esenciales.

    Atención médica para una recuperación eficaz

    La atención inmediata y especializada es vital para tratar lesiones derivadas de accidentes de tráfico. En Quirónsalud ofrecemos unidades de emergencias equipadas con personal altamente capacitado para evaluar y tratar cada caso con precisión, promoviendo una recuperación efectiva.

    Tomar conciencia de los riesgos, adoptar prácticas responsables al volante y buscar atención médica adecuada tras un accidente son pasos fundamentales para proteger nuestra salud y la de los demás.

  • Lesiones y fracturas en los dedos del pie: síntomas, diagnóstico y tratamiento

    Lesiones dedos pieLesiones dedos pie

    En el día a día, tropezar o golpear los dedos del pie es un accidente común que puede ocasionar molestias leves o, en casos más serios, lesiones importantes como fracturas. Reconocer los signos que indican la necesidad de atención médica es crucial para un tratamiento eficaz.

    Traumatismos en los dedos del pie

    Los traumatismos en los dedos del pie suelen ser el resultado de golpes o tropiezos accidentales. Si bien la mayoría de estos incidentes no generan consecuencias graves, en algunos casos pueden derivar en lesiones significativas como esguinces, fisuras o fracturas.

    Los traumatismos más leves generalmente provocan dolor pasajero y ligera inflamación, que desaparecen con cuidados básicos como reposo o la aplicación de hielo. Sin embargo, cuando el dolor es intenso, la hinchazón persiste o aparecen hematomas significativos, podría tratarse de una lesión más seria que requiere evaluación médica.

    Fracturas en los dedos del pie

    Las fracturas en los dedos del pie son relativamente comunes y pueden ser provocadas por caídas, impactos contundentes o movimientos bruscos. Estas fracturas pueden clasificarse según su severidad:

    • Fisuras leves: Pequeñas fracturas que afectan solo una parte del hueso.
    • Fracturas complejas: Lesiones que involucran desplazamientos óseos o múltiples líneas de fractura.

    Es importante no ignorar los signos de una posible fractura. El dolor agudo, persistente, acompañado de hinchazón y dificultad para mover el dedo son indicadores claros de una lesión significativa. En algunos casos, puede haber deformidades visibles, como cambios en la forma del dedo o hematomas extensos.

    Cómo saber si tienes una fractura en un dedo del pie

    Distinguir entre un golpe menor y una fractura es esencial para tomar medidas apropiadas. Algunas señales comunes de fractura incluyen:

    1. Dolor intenso y prolongado: A diferencia de un golpe, donde el dolor suele disminuir gradualmente, en una fractura el malestar persiste.
    2. Inflamación notable: Una hinchazón significativa alrededor del dedo afectado puede ser un indicio de fractura.
    3. Cambio en el color o forma del dedo: Aparición de hematomas o deformidades visibles.
    4. Dificultad para caminar: La incapacidad de apoyar el pie afectado es un síntoma común en fracturas más graves.

    Ante cualquiera de estos síntomas, es importante acudir a un traumatólogo. Un diagnóstico temprano ayuda a prevenir complicaciones y facilita una recuperación adecuada.

    Diagnóstico de fracturas en los dedos del pie

    Para confirmar una fractura, el médico suele realizar un examen físico inicial seguido de pruebas de imagen, como radiografías. Estas imágenes permiten determinar la ubicación y gravedad de la lesión.

    En casos más complejos, donde hay dudas sobre el alcance del daño, se pueden requerir estudios adicionales como tomografías. El diagnóstico preciso es fundamental para definir el tratamiento más adecuado y evitar complicaciones a largo plazo.

    Tratamiento para lesiones y fracturas en los dedos del pie

    El manejo de los traumatismos y fracturas en los dedos del pie depende de la gravedad de la lesión:

    1. Lesiones leves:
      • Reposo: Evitar actividades que ejerzan presión sobre el pie afectado.
      • Hielo: Aplicar compresas frías para reducir la inflamación.
      • Compresión: Usar vendajes elásticos para disminuir el hinchazón.
      • Elevación: Mantener el pie elevado para mejorar la circulación y reducir la inflamación.
    2. Fracturas simples:
      • Inmovilización: Uso de férulas o un vendaje especial para proteger el dedo fracturado mientras sana.
      • Medicación: Analgésicos para aliviar el dolor.
    3. Fracturas complejas:
      • Yeso: En lesiones más graves, puede ser necesario inmovilizar todo el pie con un yeso.
      • Cirugía: En casos extremos, se requiere intervención quirúrgica para alinear correctamente los huesos y garantizar su recuperación.

    Tiempo de recuperación

    El periodo de recuperación varía según la gravedad de la fractura y el cumplimiento de las indicaciones médicas. En fracturas leves, la recuperación suele durar entre 4 y 6 semanas, mientras que las más complejas pueden requerir varios meses para sanar por completo.

    Es fundamental seguir las instrucciones del médico y asistir a los controles regulares para garantizar que el proceso de sanación progrese adecuadamente.

    Consecuencias de no tratar una fractura en los dedos del pie

    Ignorar una fractura puede derivar en complicaciones graves, como:

    • Deformidades: Una mala alineación de los huesos puede provocar cambios permanentes en la forma del dedo.
    • Dolor crónico: La falta de tratamiento puede causar molestias persistentes a largo plazo.
    • Movilidad limitada: Una fractura mal curada puede dificultar la realización de actividades cotidianas.

    Por ello, es crucial buscar atención médica ante cualquier sospecha de fractura. Un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado son claves para prevenir problemas futuros.

  • Traumatología y fisioterapia: una sinergia para la recuperación de lesiones

    La recuperación de lesiones es un proceso complejo que puede beneficiarse significativamente de un enfoque integral. La combinación de traumatología y fisioterapia ofrece una estrategia completa que mejora los resultados para los pacientes. Este enfoque interdisciplinario asegura una rehabilitación más efectiva y personalizada, abordando tanto las causas como las consecuencias de las lesiones.

    FisioterapiaFisioterapia

    Enfoques integrales para el tratamiento de lesiones

    La colaboración entre traumatólogos y fisioterapeutas crea un marco sólido para la recuperación, ofreciendo una atención integral y eficiente. Entre los principales beneficios de este enfoque están:

    1. Diagnóstico completo: La combinación de conocimientos permite identificar no solo la lesión, sino también sus implicaciones funcionales.
    2. Planes personalizados: Al integrar las recomendaciones del traumatólogo con las técnicas especializadas del fisioterapeuta, se diseñan estrategias adaptadas a cada caso.
    3. Gestión del dolor: El uso conjunto de terapias físicas y médicas alivia el dolor de manera más eficiente.
    4. Prevención de recaídas: Abordar la lesión desde diferentes perspectivas reduce el riesgo de recurrencias.
    5. Restauración funcional: Mientras que la traumatología repara estructuras, la fisioterapia trabaja en devolver la movilidad y funcionalidad óptimas.

    Diferencias y roles complementarios

    Aunque comparten objetivos comunes, traumatología y fisioterapia tienen enfoques específicos:

    • Traumatología: Especializada en el diagnóstico y tratamiento de lesiones del sistema musculoesquelético, incluyendo intervenciones quirúrgicas como la corrección de fracturas o luxaciones.
    • Fisioterapia: Se enfoca en recuperar la movilidad mediante métodos no invasivos, como ejercicios terapéuticos, masajes y movilización.

    Estas disciplinas no solo son complementarias, sino que juntas maximizan la recuperación.

    La fisioterapia como pieza clave en la rehabilitación

    Una vez realizada una intervención traumatológica, la fisioterapia juega un papel crucial en la rehabilitación. Su objetivo es restaurar la funcionalidad del cuerpo y prevenir complicaciones futuras.

    Desde el diseño de programas personalizados hasta la ejecución de técnicas específicas como la movilización articular, los fisioterapeutas trabajan en coordinación con traumatólogos para optimizar el proceso de recuperación.

    Una colaboración estratégica: traumatología y fisioterapia

    La sinergia entre estas dos disciplinas es evidente en cada etapa del tratamiento. Mientras que el traumatólogo aborda las estructuras físicas afectadas, el fisioterapeuta se centra en fortalecer el cuerpo y garantizar la recuperación funcional.

    Este trabajo en equipo no solo acelera la rehabilitación, sino que también mejora la calidad de vida del paciente, proporcionando una recuperación integral que abarca desde la causa hasta la consecuencia de la lesión.

    Ventajas de las clínicas especializadas

    Elegir una clínica especializada para el tratamiento de lesiones traumatológicas marca la diferencia en el proceso de recuperación. Estas instituciones destacan por:

    • Equipos multidisciplinarios: Profesionales altamente capacitados en traumatología y fisioterapia trabajan de manera conjunta para brindar un enfoque integral.
    • Tecnología avanzada: Equipos modernos permiten diagnósticos precisos y tratamientos más eficaces.
    • Infraestructura de calidad: Instalaciones diseñadas para cubrir todas las etapas del proceso, desde la cirugía hasta la rehabilitación.
    • Atención personalizada: Cada tratamiento se adapta a las necesidades individuales del paciente.
    • Continuidad en el cuidado: Desde el diagnóstico inicial hasta la recuperación total, estas clínicas aseguran un seguimiento constante.

    En Quirónsalud, priorizamos un enfoque personalizado y conservador. Nuestro equipo analiza cada caso de manera detallada antes de considerar intervenciones quirúrgicas. Agenda tu cita y comienza tu camino hacia una recuperación plena con nuestra atención especializada.

  • Cómo prevenir lesiones en los meniscos

    Lesiones meniscosLesiones meniscos

    Los meniscos son estructuras esenciales para el buen funcionamiento de las rodillas. Mantener las articulaciones en óptimas condiciones es clave para evitar lesiones en los meniscos, las cuales pueden ser altamente incapacitantes.

    ¿Qué son los meniscos?

    Los meniscos son fibrocartílagos ubicados en la rodilla, entre el fémur y la tibia, que rellenan los espacios entre las articulaciones. Compuestos por agua, colágeno y elastina, su textura flexible y gelatinosa les permite funcionar como amortiguadores que absorben impactos y proporcionan estabilidad a la articulación.

    Tipos de menisco

    Existen dos meniscos en cada rodilla. El menisco interno o medial se encuentra en la parte central de la rodilla y se divide en dos secciones llamadas cuernos: uno anterior, que se conecta a la tibia por delante del ligamento cruzado anterior, y uno posterior, que se une frente al ligamento cruzado posterior.

    El menisco externo o lateral, en contraste, es más pequeño y tiene mayor movilidad debido a que no está unido directamente a los ligamentos de la rodilla, lo que le confiere una mayor capacidad de movimiento.

    Funciones de los meniscos

    Los meniscos desempeñan un papel crucial en la movilidad de la rodilla, facilitando movimientos básicos como la flexión y la extensión, así como otros más complejos. Su principal función es mejorar la congruencia articular, es decir, asegurar que la tibia y el fémur encajen correctamente para evitar roces entre los huesos, lo cual puede causar dolor y derivar en artrosis si no se maneja adecuadamente.

    Movimientos principales de los meniscos

    Los meniscos acompañan a la tibia en todos los movimientos de la rodilla. Durante la extensión, se desplazan hacia adelante, mientras que, en la flexión se mueven hacia atrás. Además, en las rotaciones, los meniscos siguen el movimiento de los cóndilos femorales: en la rotación interna, el menisco externo se desplaza hacia atrás y el interno hacia adelante; en la rotación externa, ocurre lo contrario.

    Lesiones comunes en los meniscos

    Las lesiones en los meniscos, o meniscopatías, pueden clasificarse en tres tipos según su causa:

    1. Lesiones degenerativas: Son resultado del desgaste y deshidratación de los meniscos con el tiempo, comunes en personas mayores. En estos casos, el menisco puede romperse incluso sin realizar movimientos bruscos.
    2. Lesiones traumáticas: Ocurren por movimientos bruscos o traumatismos directos en la rodilla.
    3. Lesiones mecánicas: Relacionadas con deformidades o anomalías en la rodilla, como una rotación excesiva o hiperextensión.

    Estas lesiones suelen manifestarse con dolor, que inicialmente aparece tras la actividad física, y puede ir acompañado de rigidez o inmovilidad en la rodilla.

    Rotura de menisco

    La rotura del menisco es la lesión más frecuente y afecta tanto a deportistas como a personas mayores. En jóvenes, generalmente ocurre por un traumatismo que desgarra el cartílago. En personas más adultas suele estar asociada a la artritis, que desgasta el cartílago sin necesidad de movimientos bruscos.

    El tratamiento inicial suele incluir reposo para reducir la inflamación. Si el dolor persiste, se puede optar por cirugía o tratamientos regenerativos con células madre para evitar la intervención quirúrgica. Las cirugías meniscales, normalmente realizadas por artroscopia, pueden ser parciales o totales, y en algunos casos, se prefiere suturar el menisco en lugar de extirparlo para reducir el riesgo de desarrollar artrosis. Posteriormente, la rehabilitación es fundamental para una recuperación completa.

    Recomendaciones para prevenir lesiones en los meniscos

    Aunque no siempre se pueden evitar las lesiones meniscales, seguir ciertas recomendaciones puede reducir su riesgo. Es fundamental fortalecer la musculatura de las piernas para disminuir la presión sobre los meniscos y evitar deportes de alto impacto o posiciones forzadas de la rodilla. Mantener un peso corporal saludable también es clave, ya que el sobrepeso aumenta la presión sobre las rodillas.

    Cuidar la salud de las rodillas es esencial para mantener una vida activa y evitar lesiones que puedan afectar significativamente la calidad de vida.

  • Plantillas ortopédicas

    Plantillas ortopédicasPlantillas ortopédicas

    Prevenir y tratar lesiones con plantillas ortopédicas

    Las plantillas ortopédicas son dispositivos médicos recetados que se colocan en el interior del zapato, con el objetivo de corregir problemas en la pisada.

    Para que sean efectivas y cumplan su función de forma correcta es necesario realizar un estudio biomecánico previo de la pisada en el que se analiza el pie en posición estática y dinámica, y su relación con la posición de otras articulaciones, como la rodilla, la cadera o la columna vertebral. Se realiza una prueba de estabilidad y un estudio de la huella plantar mediante una plataforma de presiones.

    Función de las plantillas ortopédicas

    El principal objetivo de las plantillas ortopédicas es reducir las fuerzas patológicas en el pie, para prevenir y mejorar el rendimiento de algunos músculos.

    En caso de padecer lesiones, estas pueden ayudar a aliviar el dolor, ya que disminuye la tensión y la presión sobre la zona lesionada. Además, ayudan a mejorar la estabilidad corporal, ya que reparten el peso del cuerpo de forma equilibrada.

    Una de sus funciones más importantes es proporcionar un apoyo óptimo al arco del pie, lo que puede evitar la aparición de ciertas patologías.

    Tipos de plantillas ortopédicas

    En función de sus características y de lo que se pretenda corregir, existen diferentes clases de plantillas. Por un lado, están las de contención, que evitan las posiciones forzadas del pie, en las que pueda existir riesgo de lesiones.

    Por otro lado, las de corrección rectifican la postura incorrecta del pie, para evitar el desarrollo de lesiones y la sobrecarga de otras articulaciones.

    También, existen las específicas para cada zona, por ejemplo, las taloneras. Se colocan en la zona del talón, y corrigen desviaciones. Suelen ser de silicona, para absorber impactos. En esta línea, también se pueden encontrar unas para tratar patologías concretas, es el caso de las plantillas para espolón calcáneo, con su uso se puede reducir la inflamación de forma notable en poco tiempo.

    ¿Cuándo utilizar plantillas ortopédicas?

    Su uso ha de estar pautado y supervisado por un especialista, para evitar efectos colaterales negativos. De esta forma, es fundamental, que se diseñen en función de las características del paciente.

    Normalmente, su uso se recomienda en casos de enfermedades metabólicas que afecten al peso corporal. En caso de aumentos drásticos de peso, pueden reducir el impacto sobre los pies.

    En casos de dolor crónico, que impide realizar actividades habituales, logran aliviar los dolores de forma notable.

    Consejos para el cuidado de los pies

    Los pies son una de las zonas del cuerpo humano que más sufre las consecuencias de otras lesiones y que más incapacitante puede resultar para la realización de actividades cotidianas. Por eso, es importante tener en cuenta ciertas pautas para mantenerlos en buen estado.

    En primer lugar, hay que tener en cuenta el calzado que se usa. Debe ser de buena calidad, que permita que el pie transpire y que proporcione una sujeción adecuada que evite torceduras o malas posturas. Por eso, los expertos recomiendan no abusar de los zapatos de tacón, ya que suponen una posición forzada para los huesos del pie y los músculos posteriores de la pierna.

    Añadido a esto, es importante la calidad y el material de los calcetines. Lo más adecuado, es utilizar calcetines de algodón, que permitan que el pie transpire. De esta forma, además, se evitará la aparición de hongos y otras patologías. Tampoco es recomendable andar descalzo en superficies muy duras o irregulares.

    Es recomendable acudir al podólogo de forma periódica, y utilizar plantillas cuando sea necesario, siempre pautadas por un profesional, y personalizadas para cada paciente, realizando un estudio previo de la pisada.

    Su uso supone, en la mayoría de los casos, grandes beneficios para la persona afectada por alguna patología, ya que eliminan dolores que resulten incapacitantes en la realización de actividades diarias.

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Sobre este blog

Blog de los expertos de la Unidad de Traumatología del Dr. Elgeadi, Jefe de Servicio de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares, con los mejores consejos para tratar y prevenir patologías y lesiones traumatológicas.

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