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Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares.

  • Traumatología y fisioterapia: una sinergia para la recuperación de lesiones

    La recuperación de lesiones es un proceso complejo que puede beneficiarse significativamente de un enfoque integral. La combinación de traumatología y fisioterapia ofrece una estrategia completa que mejora los resultados para los pacientes. Este enfoque interdisciplinario asegura una rehabilitación más efectiva y personalizada, abordando tanto las causas como las consecuencias de las lesiones.

    FisioterapiaFisioterapia

    Enfoques integrales para el tratamiento de lesiones

    La colaboración entre traumatólogos y fisioterapeutas crea un marco sólido para la recuperación, ofreciendo una atención integral y eficiente. Entre los principales beneficios de este enfoque están:

    1. Diagnóstico completo: La combinación de conocimientos permite identificar no solo la lesión, sino también sus implicaciones funcionales.
    2. Planes personalizados: Al integrar las recomendaciones del traumatólogo con las técnicas especializadas del fisioterapeuta, se diseñan estrategias adaptadas a cada caso.
    3. Gestión del dolor: El uso conjunto de terapias físicas y médicas alivia el dolor de manera más eficiente.
    4. Prevención de recaídas: Abordar la lesión desde diferentes perspectivas reduce el riesgo de recurrencias.
    5. Restauración funcional: Mientras que la traumatología repara estructuras, la fisioterapia trabaja en devolver la movilidad y funcionalidad óptimas.

    Diferencias y roles complementarios

    Aunque comparten objetivos comunes, traumatología y fisioterapia tienen enfoques específicos:

    • Traumatología: Especializada en el diagnóstico y tratamiento de lesiones del sistema musculoesquelético, incluyendo intervenciones quirúrgicas como la corrección de fracturas o luxaciones.
    • Fisioterapia: Se enfoca en recuperar la movilidad mediante métodos no invasivos, como ejercicios terapéuticos, masajes y movilización.

    Estas disciplinas no solo son complementarias, sino que juntas maximizan la recuperación.

    La fisioterapia como pieza clave en la rehabilitación

    Una vez realizada una intervención traumatológica, la fisioterapia juega un papel crucial en la rehabilitación. Su objetivo es restaurar la funcionalidad del cuerpo y prevenir complicaciones futuras.

    Desde el diseño de programas personalizados hasta la ejecución de técnicas específicas como la movilización articular, los fisioterapeutas trabajan en coordinación con traumatólogos para optimizar el proceso de recuperación.

    Una colaboración estratégica: traumatología y fisioterapia

    La sinergia entre estas dos disciplinas es evidente en cada etapa del tratamiento. Mientras que el traumatólogo aborda las estructuras físicas afectadas, el fisioterapeuta se centra en fortalecer el cuerpo y garantizar la recuperación funcional.

    Este trabajo en equipo no solo acelera la rehabilitación, sino que también mejora la calidad de vida del paciente, proporcionando una recuperación integral que abarca desde la causa hasta la consecuencia de la lesión.

    Ventajas de las clínicas especializadas

    Elegir una clínica especializada para el tratamiento de lesiones traumatológicas marca la diferencia en el proceso de recuperación. Estas instituciones destacan por:

    • Equipos multidisciplinarios: Profesionales altamente capacitados en traumatología y fisioterapia trabajan de manera conjunta para brindar un enfoque integral.
    • Tecnología avanzada: Equipos modernos permiten diagnósticos precisos y tratamientos más eficaces.
    • Infraestructura de calidad: Instalaciones diseñadas para cubrir todas las etapas del proceso, desde la cirugía hasta la rehabilitación.
    • Atención personalizada: Cada tratamiento se adapta a las necesidades individuales del paciente.
    • Continuidad en el cuidado: Desde el diagnóstico inicial hasta la recuperación total, estas clínicas aseguran un seguimiento constante.

    En Quirónsalud, priorizamos un enfoque personalizado y conservador. Nuestro equipo analiza cada caso de manera detallada antes de considerar intervenciones quirúrgicas. Agenda tu cita y comienza tu camino hacia una recuperación plena con nuestra atención especializada.

  • ¿Qué es el codo de golfista y cómo afecta a los deportistas?

    Codo golfistaCodo golfista

    Quienes practican deportes que requieren un uso intensivo de la muñeca y el codo, como el golf o el tenis, pueden enfrentarse a una lesión conocida como el "codo de golfista." Este problema, cuyo nombre médico es epitrocleítis o epicondilitis medial, implica una inflamación dolorosa en los tendones que conectan la parte interna del codo. Es una lesión que, sin el tratamiento adecuado, puede afectar la calidad de vida al limitar actividades cotidianas.

    Causas principales del codo de golfista

    El codo de golfista se desarrolla generalmente por movimientos repetitivos que afectan el codo, lo que genera tensión e inflamación en los tendones. Los movimientos comunes en ciertos deportes, como los swings de golf o los golpes de raqueta en tenis, son factores de riesgo. Sin embargo, cualquier actividad que implique un uso constante y repetitivo del codo puede causar este problema, desde levantar peso hasta realizar movimientos laborales manuales.

    Señales y síntomas que pueden alertar de esta lesión

    Esta lesión suele caracterizarse por:

    • Dolor y sensibilidad en la zona interna del codo, a menudo punzante, que puede intensificarse al realizar movimientos de agarre.
    • Rigidez y limitación de movimiento, especialmente al girar la muñeca o doblar el brazo.
    • Sensación de hormigueo o adormecimiento, que puede extenderse hacia el antebrazo y hasta la mano.

    Diagnóstico: cómo detectar el codo de golfista de forma precisa

    Si una persona experimenta estos síntomas, debe consultar a un especialista en ortopedia o traumatología para un diagnóstico adecuado. El examen incluirá una revisión física del codo y puede complementarse con pruebas de imagen como radiografías, ecografías o incluso resonancias magnéticas. Estas pruebas permiten observar el grado de inflamación y descartar otras posibles causas de dolor, como lesiones óseas o nerviosas.

    Tratamiento para el codo de golfista: métodos eficaces para la recuperación

    Un diagnóstico certero es esencial para planificar el tratamiento más adecuado. Las opciones más comunes incluyen:

    1. Reposo y modificación de actividades: Evitar movimientos repetitivos y reducir el esfuerzo del codo ayuda a aliviar la inflamación.
    2. Aplicación de hielo: Las compresas frías reducen la hinchazón y el dolor.
    3. Uso de soportes y vendas: Para estabilizar el codo y limitar movimientos, se recomienda el uso de una codera o vendaje compresivo.
    4. Fisioterapia y ejercicios de fortalecimiento: Un plan de rehabilitación con ejercicios específicos puede restaurar la movilidad del codo y fortalecer los músculos de la zona.
    5. Medicamentos antiinflamatorios: Ayudan a reducir el dolor y la hinchazón, bajo la supervisión de un médico.

    En casos más graves, el especialista puede recomendar una intervención quirúrgica, aunque esta es una última opción cuando el dolor persiste y los tratamientos conservadores no funcionan.

    Claves para prevenir el codo de golfista

    Si bien no siempre es posible evitar esta lesión, seguir estas pautas puede reducir el riesgo:

    • Calentamiento previo y estiramientos: Antes de practicar deportes, es esencial preparar la musculatura y el tendón del codo.
    • Uso de equipo adecuado: Asegurarse de que el equipo deportivo, como palos de golf o raquetas, esté en buen estado y se adapte a las necesidades del deportista.
    • Ejercicios de fortalecimiento: Incluir rutinas específicas para fortalecer el antebrazo y mejorar la flexibilidad del codo puede prevenir futuras lesiones.

    Con una adecuada prevención y tratamiento, es posible reducir notablemente los efectos del codo de golfista y mantener una vida activa sin dolor.

  • Los tratamientos más efectivos para la tendinitis rotuliana

    Tendinitis rotulianaTendinitis rotuliana

    La tendinitis rotuliana es una afección común, especialmente en personas que practican deportes de alto impacto. Esta lesión, que afecta el tendón rotuliano, se asocia frecuentemente con la presión constante ejercida sobre este.

    Para prevenir su aparición, es crucial seguir ciertas pautas que pueden ayudar a mejorar la calidad de vida y evitar complicaciones.

    ¿Qué es la tendinitis rotuliana y cuáles son sus causas?

    La tendinitis rotuliana es una lesión que afecta al tendón rotuliano, encargado de conectar la rótula con la tibia y de facilitar la extensión de la rodilla. Esta condición es particularmente común entre los deportistas, tanto que es conocida como "rodilla del saltador". La lesión suele originarse por el estrés repetitivo que se ejerce sobre el tendón, lo que puede derivar en pequeños desgarros y debilitar la estructura tendinosa.

    Además de la sobrecarga, un desequilibrio muscular en la articulación también puede ser un factor desencadenante. Asimismo, personas con enfermedades autoinmunes, trastornos metabólicos o insuficiencia renal tienen mayor probabilidad de desarrollar esta tendinitis, debido a que estas condiciones afectan la circulación sanguínea en la rodilla.

    Síntomas de la tendinitis rotuliana

    El síntoma principal de la tendinitis rotuliana es un dolor agudo en la rodilla, especialmente después de realizar actividad física. A medida que la afección avanza, el dolor puede volverse persistente, incluso durante actividades cotidianas como subir o bajar escaleras, lo cual puede llegar a ser incapacitante.

    El dolor suele ir acompañado de rigidez en la articulación y debilidad en la pierna afectada.

    Tipos de tendinitis rotuliana

    Dependiendo de cómo se manifiesta la lesión, la tendinitis rotuliana se clasifica en diferentes tipos:

    1. Tendinopatía del tendón rotuliano proximal: En este caso, las fibras del tendón se desgastan debido a un exceso de fricción o sobrecarga.
    2. Tendinopatía del tendón rotuliano distal: Caracterizada por la presencia de calcificaciones cercanas a la tibia.
    3. Neovascularización tendinosa: En esta variante, se desarrollan pequeños vasos sanguíneos y fibras nerviosas cerca del tendón, lo que intensifica el dolor.

    Diagnóstico de la tendinitis rotuliana

    Para diagnosticar adecuadamente esta afección, es fundamental realizar una revisión completa del historial médico del paciente, prestando especial atención a episodios anteriores de dolor en el tendón rotuliano.

    Una vez realizado esto, el siguiente paso es una exploración física que permita identificar la ubicación precisa del dolor y detectar posibles calcificaciones. En muchos casos, se recurre a pruebas de imagen como ecografías o resonancias magnéticas para obtener un diagnóstico más detallado.

    Tratamientos disponibles para la tendinitis rotuliana

    Es vital que el tratamiento de la tendinitis rotuliana se adapte a las necesidades de cada paciente, con el objetivo de evitar que la lesión se convierta en un problema crónico que interfiera con las actividades diarias.

    Inicialmente, se suelen recetar antiinflamatorios y se recomienda aplicar hielo en la zona afectada. Además, la fisioterapia desempeña un papel crucial en el tratamiento, mediante ejercicios de estiramiento que alivian los espasmos musculares y de fortalecimiento que reducen la presión sobre el tendón.

    En los últimos años, se han introducido tratamientos innovadores como las infiltraciones de corticoides, que disminuyen la inflamación alrededor del tendón, y las infiltraciones de células madre, que ayudan a prevenir la formación de neovasos.

    La rehabilitación ha avanzado significativamente, y los tratamientos con ultrasonidos son un ejemplo de ello, ya que generalmente no presentan efectos secundarios graves.

    En algunos casos, la cirugía se hace necesaria. Estas intervenciones, que suelen realizarse por artroscopia con incisiones mínimas, permiten liberar las adherencias del tendón y aliviar el dolor de manera efectiva.

    Recomendaciones para prevenir la tendinitis rotuliana

    La prevención de la tendinitis rotuliana pasa por mantener un peso corporal adecuado, pues un mayor peso incrementa la presión sobre el tendón rotuliano, aumentando el riesgo de lesiones. También es aconsejable realizar ejercicios de fortalecimiento muscular para proteger la articulación.

    La práctica regular de deportes de bajo impacto puede ser beneficiosa. Si experimentas dolor al mover la rodilla, es importante consultar a un especialista de inmediato para evitar complicaciones y que la lesión se cronifique, lo que podría requerir tratamientos más invasivos y prolongados. Un diagnóstico temprano permite intervenir con mayor efectividad y reducir el tiempo de recuperación.

  • Tipos, complicaciones y cuidados de la prótesis de rodilla

    Una prótesis de rodilla es un implante que se coloca en sustitución de la articulación dañada con el objetivo de que realice su función y permita al paciente recuperar la movilidad de la zona afectada.

    La rodilla artificial está diseñada para que cumpla con todas las características de la original, sólo se diferencia en que carece de sensibilidad por lo que el dolor provocado por el desgaste articular desaparece.

    Prótesis de rodillaPrótesis de rodilla

    Tipos de prótesis de rodilla

    En función de la gravedad de las lesiones que presente el paciente, el médico traumatólogo especialista en rodilla valora qué tipo de sustituto anatómico es el más adecuado.

    Se diferencian dostipos principales: por un lado, la unicompartimental, en este caso solo se reemplazan las zonas de la articulación dañadas, sin embargo, en casos de artrosis, no impide que la enfermedad se extienda por la articulación.

    En segundo lugar, están las prótesis de rodilla totales. Estas son más habituales, y se caracterizan por la sustitución completa de esta.

    Operación de prótesis de rodilla: duración y procedimiento

    En laintervención de prótesis de rodilla, se retira la rótula y se cortan los extremos distales del fémur y la tibia, para ajustar el implante al espacio articular. Después, se fijan al hueso los dos componentes del dispositivo, a través de una técnica de cimentación. Por último, se reparan los músculos y tendones dañados y se cierra la incisión.

    La operación suele durar entre una hora y media y dos horas. Se realiza una obertura de unos 20 centímetros, que reduce el sangrado del paciente y mejorar la cicatrización. La anestesia empleada suele ser raquídea, es decir, de cintura para abajo, aunque en casos de artrosis o problemas de coagulación, se aplica la general.

    Casos en los que poner una prótesis de rodilla

    Habitualmente, es un aparato que se implanta cuando el paciente ha probado otros tratamientos y no han dado buen resultado.

    La causa más común para necesitar una prótesis es la artrosis, ya que el desgaste de la articulación provoca dolores que, en muchas ocasiones, se pueden aliviar con dicho sustituto.

    Además, se puede necesitar cuando, tras una rotura ósea, la articulación no se ha reestablecido correctamente. En casos de tumores óseos, también se puede recurrir a una para sustituir el hueso dañado.

    Vida de una prótesis de rodilla

    Las prótesis de rodilla no tienen una duración exacta en el tiempo. Van sufriendo un ligero desgaste con el paso de los años, esto se debe a una razón: al implantarse, hay que incluir un material de deslizamiento, sobre el que se realiza la fricción durante el movimiento. El material que se emplea es el polietileno que, gracias a sus propiedades, imita al cartílago.

    Este sufre desgaste, ya que desprende unas partículas, que son absorbidas por las células defensivas del cuerpo humano. Dichas células crecen y, en algunos casos, atacan al hueso, provocando una "enfermedad de partículas", es decir, el aflojamiento de la prótesis.

    En los últimos años, la calidad de los materiales y las nuevas técnicas utilizadas ha mejorado de forma notable, con lo que, podríamos decir que la duración de la prótesis de rodilla es de alrededor de unos 30 años, después de este plazo, la mayoría deberán ser reemplazadas.

    Sin embargo, conviene recordar que no tendrá la misma duración para todos los pacientes, por lo que deberá que hablar con un especialista al respecto, ya que cada caso es totalmente diferente.

    Beneficios de una prótesis de rodilla

    Lo más habitual, es que antes de someterse a una intervención de esta clase, la persona se haya sometido a otros tratamientos sin obtener resultados.

    Tras la aplicación de la prótesis, el dolor suele desaparecer en su totalidad, o transformarse en una leve molestia. El paciente, en función del estado que presentase antes de la operación, suele recuperar la movilidad de forma notable, y por tanto mejora su calidad de vida, ya que puede volver a realizar actividades de su día a día.

    Tiempo de recuperación tras una prótesis de rodilla

    Volver a disfrutar de una funcionalidad plena tras una operación así suele requerir de ingreso hospitalario de entre tres y cinco días. El paciente empieza a caminar dos días después de la operación, ayudado por unas muletas y las distancias se van aumentando.

    En función de la rigidez que presente la articulación y el estado previo, la duración puede ser más o menos larga. En el caso de las prótesis de rodilla, adquiere una gran importancia la rehabilitación y fisioterapia, que empieza pocos días después de la operación, con el uso de máquinas que permiten aumentar los grados de flexión y extensión de la rodilla, progresivamente.

    El tiempo de recuperación estimado es aproximadamente de 3 a 5 semanas, pudiendo realizar de nuevo las actividades cotidianas.

    Complicaciones tras la implantación de una prótesis de rodilla

    Tras la cirugía, solo un 2% de los pacientes presenta dificultades, las más habituales están relacionadas con la aparición de infecciones que, en algunos casos, precisan de tratamiento quirúrgico.

    Además, existen otros factores como el aflojamiento o la rotura de la prótesis, que puede provocar dolor y, en algunos casos, será necesario un recambio.

    Por otro lado, algunos pacientes pueden experimentar una lesión de los nervios cercanos a la articulación, en casos en los que la deformidad que se corrige es importante, pero no es habitual.

    Infección de la prótesis de rodilla

    Como se ha mencionado, las complicaciones más habituales suelen ser la aparición de infecciones. Estas suelen presentarlas personas con obesidad o diabetes.

    La infección protésica se produce cuando una bacteria llega a la superficie de la prótesis de rodilla. Si el sistema inmune del paciente no es capaz de eliminarla, las bacterias pueden crear un "biofilm", es decir, un ambiente protector o cápsula que las protege del sistema inmune y los antibióticos. En función de la agresividad de los microorganismos, la infección presentará mayor o menor gravedad.

    Los tipos más comunes de infección de prótesis de rodilla son:

    • Infección aguda: se produce por una contaminación bacteriana agresiva en el quirófano y suele surgir en las cuatro semanas posteriores a la intervención.
    • Infección crónica: en este caso, también se contrae en el quirófano, pero se puede manifestar desde la quinta semana posterior a la operación hasta uno o dos años después.
    • Infección hematógena: se transporta, a través de la sangre, desde otra parte del cuerpo humano hasta la prótesis de rodilla.
    • Cultivos intraoperatorios positivos: se detectan al retirar el implante por aflojamiento.

    Cuando aparece alguna de ellas, normalmente se aborda con tratamiento antibiótico, pero es habitual que sea necesario realizar una intervención quirúrgica, en la que se limpia y se aborda la infección desde dentro. En algunos casos, es necesario el recambio del aparato.

    Recambio de prótesis de rodilla

    En primer lugar, se realiza una radiografía al paciente y, en caso de observar presencia de radiolucencias, es decir, falta de contacto entre el hueso y la prótesis, se lleva a cabo la intervención ya que puede existir riesgo de una fractura periprotésica, la rotura del hueso que sostiene la prótesis.

    Normalmente, las cirugías se realizan mediante la técnica de abordaje anterior, en la que se interviene a través de la cicatriz de la operación anterior.

    Consejos para cuidar una prótesis de rodilla

    Una vez se ha realizado la intervención, es importante tener ciertos aspectos en cuenta, para mantener la prótesis de rodilla en buen estado.

    En primer lugar, es importante el cuidado de la herida tras la operación, se debe curar de la forma en la que el especialista indique.

    Cuando se vuelve a retomar la rutina habitual, se recomienda evitar los deportes de impacto ya que ejercen presión en la prótesis y pueden provocar la sobrecarga de la articulación. Se debe controlar el peso corporal porque, a mayor peso, la articulación de la tendrá que soportar mayor presión. También, deben limitarse los movimientos bruscos, es recomendable evitar los movimientos y posiciones que supongan posiciones forzadas para la articulación.


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Sobre este blog

Blog de los expertos de la Unidad de Traumatología del Dr. Elgeadi, Jefe de Servicio de los Hospitales Quirónsalud San José y Quirónsalud Valle del Henares, con los mejores consejos para tratar y prevenir patologías y lesiones traumatológicas.

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